Sonríe, ama y reclama

Sonreíd, amigos, mis amigos del alma, sonreíd. Sonriamos. Es cierto que este mundo nuestro está lleno de sufrimientos y congojas extremadamente dolorosas, pero este no es motivo para no sonreír. Debemos sonreír para aliviar la carga de sufrimiento del mundo. Debemos sonreír para disminuir sus indecibles angustias.

Amad, amigos, mis amigos del alma, amad. Amemos. Es cierto que este mundo nuestro está lleno de odios e incredulidad, pero este no es motivo para no amar y tampoco para no creer. Debemos amar y creer para poder vaciar el mar de odio. Debemos amar y creer para poder romper los peñascos y los picachos de la montaña de la incredulidad.

Reclamad, amigos, mis amigos del alma, reclamad. Reclamemos. Es cierto que este mundo nuestro nos ha defraudado y nos ha traicionado. Sin embargo, debemos reclamar el mundo, puesto que nuestro deber destinado es cambiar la faz del mundo. A menos y hasta que reclamemos el mundo, nunca seremos capaces de transformarlo; por eso debemos reclamar este mundo como nuestro, verdaderamente nuestro, con vistas a transformarlo.

Finalmente, no debemos olvidarnos de sonreír a nuestro Amado Supremo, amar a nuestro Amado Supremo y reclamar a nuestro Amado Supremo, ya que Él es nuestra propiedad para la Eternidad y nosotros somos Su propiedad para la Eternidad.

Sonreiremos a nuestro Amado Supremo, precisamente porque Él es divinamente grande. Amaremos a nuestro Amado Supremo, precisamente porque Él es supremamente bueno. Reclamaremos a nuestro Amado Supremo, precisamente porque nosotros somos Sus instrumentos escogidos para la Eternidad. Para complacerle a Su propia Manera, para colmarle a su propia Manera, para eso hemos visto todos la luz del día. Él es nuestro Origen. En Él vemos, en Él sentimos, en Él completamos el curso de nuestro viaje.

Sonreíd, amad y reclamad. Este mundo nuestro, a pesar de estar lejos de la perfección, sin duda es una proyección de nuestro Amado Supremo. Pero llegará un tiempo en que seremos capaces de transformar radicalmente la faz de este mundo y convertirlo en la Perfección-Realidad.

Sonriamos a Dios, amémosle y reclamémosle, pues Él está en todas partes sólo para nosotros, incondicionalmente para nosotros.

21:15
7 de julio, 1977
Caldwell College
Caldwell, New Jersey