Eres espiritual

Eres espiritual. Eso significa que tienes tan sólo unos pocos deseos; muy, muy pocos deseos. Un día llegarás al punto de tener un solo deseo: Dios. La realización de Dios será tu único deseo. Solamente te quedará un deseo y ese deseo será colmado por Dios Mismo con Su Amor, Su Alegría y Su Orgullo más profundos.

Eres espiritual. Eso significa que eres sincero. Hay dos tipos de sinceridad. Una es la sinceridad humana, la sinceridad de la mente. La otra es la sinceridad divina, la sinceridad del corazón. La sinceridad humana de la que tú hablas proviene del componente más evolucionado de tu familia humana, la mente. La mente te dice que esto es sinceridad, que aquello es hipocresía. La mente te inspira o te da órdenes para que digas lo correcto, lo sincero. Pero también existe algo llamado sinceridad del corazón. La sinceridad del corazón es una cuestión diferente. La sinceridad del corazón es unidad con la Voluntad del Supremo. A veces, la mente es sincera, sólo cuando puede sacar algún provecho o beneficio de la sinceridad. A veces, la mente es sincera, porque siente una coacción interna; se siente obligada internamente. Pero en la sinceridad del corazón, que es la unidad con la Voluntad del Supremo, existe un propósito interno, especial, que la mente humana no puede sondear. Si eres espiritual, antes o después estarás listo para unir tu voluntad con la Voluntad del Supremo. Esa es la clase de sinceridad a la que aspiras.

Eres espiritual. Eso quiere decir que eres humilde. Aquí, humildad quiere decir aceptación de la carga del mundo conforme a tu capacidad. Dios es todo Humildad. Él ha aceptado el peso entero del mundo como su propia suerte. De la misma manera, tú también aceptas la carga que te rodea, conforme a tu limitada capacidad. Eres como un árbol. El árbol carga con las hojas, las flores, los frutos y todo. Tú también puedes cargar el peso del mundo que te rodea sobre tu cabeza y tus hombros. Esta es tu humildad.

Eres espiritual. Eso quiere decir que estás seguro. Seguridad significa que sientes la Presencia viva de Dios dentro de ti, y que sientes tu presencia viva dentro de Dios. Además, te dices a ti mismo que eres para Dios y que Dios es para ti. Cuando te dices que Dios es para ti y que tú eres para Dios, y cuando sientes tu presencia dentro de Dios y la Presencia de Dios dentro de ti, esa es tu seguridad.

Eres espiritual. Eso quiere decir que eres puro. ¿A qué clase de pureza estás aspirando? Aspiras a la pureza que va a satisfacer a Dios y lo va a capturar dentro de tu corazón, dentro de tu mente, dentro de tu vital y dentro de tu cuerpo. Toda tu impureza te abandonará cuando Dios venga a vivir en la habitación de tu cuerpo, en la habitación de tu vital, en la habitación de tu mente y en la habitación de tu corazón. Si puedes sentir que Dios está viviendo dentro de ti, sólo entonces puedes desarrollar la verdadera pureza.

Eres espiritual. Eso quiere decir que eres divino. Al principio, tu divinidad dirá que no existe ningún muro inquebrantable entre tú y Dios. Dios está mirando hacia ti y tú estás mirando hacia Dios. Tu divinidad te hará sentir que dos Dioses están mirándose y conversando. Pero antes o después, te fundirás gradualmente con el Dios al que ahora estás mirando. Sabrás que sólo hay un Dios y que el mundo entero es Su proyección. Entonces, llegará el momento en que Dios te pedirá que desempeñes Su papel. Te hará sentir que tú eres Dios y que Él es tu proyección. Se esconderá y desempeñará el papel del universo mientras tú ejerces el papel de Dios. Él se convierte en la creación y tú te conviertes en el Creador. Tú eres la creación de Dios, conforme a Su Visión, Su Misión y Su Necesidad. Pero, cuando está completamente satisfecho con tu espiritualidad, Él dice: “Hijo mío, voy a cambiar el juego: yo me voy a convertir en la creación y tú te vas a convertir en el Creador”. Así es como devienes inseparablemente uno con la Fuente que te concibió y te creó.

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11 de julio, 1977
Jamaica High School Track
Jamaica, New York