Mi peregrinaje divino

Mi Amado Señor, mi Amado Amigo, mi Amado Todo, Tú me has dado mi sencillez. Tú me has dado mi sinceridad. Tú me has dado mi serenidad. Tú me has dado mi pureza.

Me has dado la sencillez para que pueda comenzar mi peregrinaje por el camino de mi conciencia corporal. Me has dado la sinceridad para que pueda comenzar mi peregrinaje por el camino de mi dinamismo vital. Me has dado la serenidad para que pueda comenzar mi peregrinaje por el camino de mi visión mental. Me has dado la pureza para que pueda comenzar mi peregrinaje por el camino del deleite de mi corazón.

Mi Señor Supremo, Tú me has dicho además que mi sencillez, mi sinceridad, mi serenidad y mi pureza, únicamente alcanzarán su cumbre de perfección, cuando la gratitud de mi corazón florezca pétalo a pétalo, desarrollándose hasta la perfecta Perfección. Y para ello, lo que necesito es el constante ofrecimiento de mí mismo, el ofrecimiento consciente, fervoroso e incondicional de mí mismo.

Para ofrecerme consciente, constante, fervorosa e incondicionalmente, necesito acercarme a Ti, no como un mendigo desamparado sino como un amigo-amante. Si me acerco a Ti como un mendigo, tal vez me des lo que necesito o lo que quiero. Pero mi cuenco de receptividad será tan pequeño que, aunque me des lo que necesito, no podrá ser mucho; estará lejos de la satisfacción de mi alma. Y si me das lo que yo quiero, tal vez no sea lo adecuado. Por eso, lo que me des, en última instancia, será una fuente de frustración y jamás una fuente de satisfacción.

Mi Señor Supremo, si me das lo que Tú quieres darme, aunque sólo sea una pizca, esa pizca misma, no sólo va a complacer a lo real en mí, el alma, sino que también va a inmortalizar lo humano en mí. Lo humano en mí es mi esperanza humana, mi esperanza terrenal. La esperanza, antes de dar fruto, no es más que ilusión, ensueño y alucinación mental. Pero Tú podrás inmortalizar esa esperanza misma. Y cuando esté inmortalizada, veré mi esperanza bajo la forma de la Visión trascendental de Tu propia Realidad y la Realidad universal de Tu propia Visión.

8:00
18 de julio, 1977
Centro Sri Chinmoy
Norwalk, Connecticut