54.

Cuando voy afuera,
mi Señor me dice,
“Veo que eres sorprendentemente valiente, hijo mío.
Déjame darte la mano
y examinar tu fuerza.”

Cuando vengo adentro,
mi Señor me dice,
”Veo que eres absolutamente puro,
hijo mío.
Ven y toca Mis Pies
y recibe Mis Bendiciones, Mi Amor
y Mi Afecto infinitos.”