¿Recibe el alma nueva instrucción en su desarrollo o meramente pone al descubierto lo que siempre ha sabido?

Si dijera usted “experiencia” en lugar de “instrucción”, la pregunta seria más exacta. Sólo Dios, o el Ser Cósmico, puede instruir al alma.

El alma está poniendo al descubierto lo que siempre ha sabido. Pero al mismo tiempo, está creciendo y se está enriqueciendo al tomar la esencia divina de sus experiencias terrenales. Mientras tanto, la conciencia física se está volviendo cada vez más consciente de la ilimitada capacidad divina del alma. En esencia, el alma, al ser una con Dios, está dejando al descubierto lo que siempre ha sabido. Pero, en el proceso de la evolución, su devenir y su saber, su saber y su devenir, se mueven juntos y son procesos complementarios en el regazo de la Verdad Suprema.