Si alguien ha devenido víctima de estas fuerzas y vosotros le mostráis una foto ordinaria, por más fe que tenga en esa foto, no le va a proteger. En primer lugar, la persona no tendrá bastante fe en esa imagen en concreto, a menos que sea mi foto trascendental. Segundo, aunque tenga fe en la imagen, la divinidad no vendrá de allí. El poder protector de la luz trabaja de un modo específico. En esta silla hay un alma, y en mi cuerpo hay un alma también. Pero hay una gran diferencia entre el alma que yo tengo en mi cuerpo y el alma que tiene la silla. Es cierto que en una zanahoria está Dios, y que en un lápiz está Dios. Pero ¿cuánta divinidad hay en esa zanahoria y en ese lápiz? Si la víctima mira la foto trascendental y es capaz de recibir de ella, el ser vital tendrá que irse. Estará terriblemente asustado de la luz y el poder que fluirá en la víctima desde esa foto.
Las fuerzas atacan, pero la protección está siempre ahí. Lo mejor que se puede hacer es pensar en la protección cada día, como primera cosa en la mañana, cuando recen y mediten.From:Sri Chinmoy,Astrología, lo sobrenatural y el Más Allá, Agni Press, 1973
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