Cuando el alma nos inspira a hacer algo, nos da también la capacidad necesaria para hacerlo. Desafortunadamente, el cuerpo no-aspirante, el vital y la mente, no obedecen los dictados del alma. El cuerpo, el vital y la mente nos envían mensajes, pero estos mensajes no son los dictados interiores del alma. Los deseos del cuerpo contradicen a menudo de manera directa las necesidades divinas del alma, porque este cuerpo material es en sí mismo inconsciencia.
Cuando una persona comienza a aspirar conscientemente, todo su ser comienza gradualmente a aspirar. Su alma aspira, su corazón aspira, su mente aspira, su vital aspira, y finalmente su cuerpo aspira. Cuando el aspecto físico del aspirante comienza a hacerse uno con la inspiración y aspiración del alma, la Luz de Dios puede encontrar en él un receptor adecuado.Antes que la creación hubiese comenzado —la creación que vemos en derredor— existía Hiranyagarbha. Hiranyagarbha es una palabra sánscrita que significa vientre dorado (hiranya significa oro y garbha vientre). Nuestros ojos físicos nunca podrán ver o percibir este Hiranyagarbha, pero fue allí donde germinó originalmente la semilla de la creación. De allí comenzó a existir el cuerpo causal.
En el cuerpo causal tenemos todas las cualidades en forma de semilla. En el cuerpo sutil empezamos a recibir la manifestación de algunas cosas que se encuentran en el cuerpo causal. Finalmente, obtenemos verdad, realidad, experiencias y realización en el denso cuerpo físico.
El cuerpo causal tiene la capacidad de colmarnos, pero lo hace en el proceso del tiempo, a través de la rueda progresiva que llamamos evolución. Con el cuerpo causal comienza la travesía, pero es con el cuerpo físico como nos colmamos a nosotros mismos y el universo se colma a sí mismo, a través de la forma exterior.
El término físico quiere decir la conciencia externa del universo. En su forma de semilla esto es karana sharira, pero finalmente esta semilla crece hasta convertirse en el universo ilimitado. Cuando se expande, automáticamente alcanza lo más elevado. Podrías decir que expandirse y alcanzar lo más elevado son dos cosas diferentes. Pero en el caso de Dios, en el caso del alma, no es así. Aquello que alcanza el rincón más lejano del universo es insignificante si no ha alcanzado también lo más elevado. Dios nunca permanecerá insatisfecho, y nunca permitirá que nosotros permanezcamos insatisfechos, así que estamos destinados a alcanzar lo más elevado, lo más lejano y lo más profundo.La conciencia desciende sobre el cuerpo sutil desde el cuerpo causal. La conciencia significa Dios en sus formas infinitas, con capacidad infinita. En el cuerpo sutil, todo el mundo tiene una capacidad enorme. Es en el físico donde no tenemos capacidad. Estos tres cuerpos son como tres peldaños en una escalera. El tercer peldaño, el físico, no está recibiendo lo que el segundo tiene para ofrecer. El potencial infinito desde el cuerpo causal desciende sobre el sutil. Pero debido a que el físico no está aspirando, el sutil no es lo suficientemente fuerte para darle su capacidad. El sutil está más que dispuesto a ello, pero si el físico no está aspirando e intentando ascender, si el físico no está haciendo un esfuerzo consciente, entonces no hay un lugar de encuentro.
¿Cómo puedes alimentar y desarrollar la conciencia física? Puedes desarrollar la conciencia en el físico solo a través de la apropiada autodisciplina. Dos cosas incluye tu vida cotidiana: hacer algo o no hacerlo. Si algo incorrecto se presenta, no lo hagas. Si ves algo correcto, hazlo. De este modo tu conciencia se expande automáticamente. Cuando haces algo incorrecto, atas tu conciencia. Si eres atrapado por la tentación que no puedes vencer en este momento, intenta retrasar un rato tu acción. Retrásala hasta mañana. Entonces, cuando llegue mañana, retrásala hasta pasado mañana. De esta manera, continúa posponiendo la acción incorrecta. Mientras tanto, estarás haciendo muchas cosas buenas, y en virtud de estos actos estarás aumentando el número de soldados en tu ejército divino. Entonces te resultará fácil vencer la tentación. De este modo puede ser desarrollada la conciencia en el físico.El Hatha Yoga puede ayudarnos un poco espiritualmente, pero debemos saber dónde nos hallamos en nuestro viaje espiritual. Si somos muy inquietos, podemos practicar Hatha Yoga al principio para aprender a sentarnos calmada y sosegadamente. Pero si no somos víctimas constantes del desasosiego, aunque seamos absolutos principiantes, el Hatha Yoga no es necesario, ya que cuando entramos en la meditación automáticamente entramos en un estado calmo y quieto. Al hacer ejercicios de Hatha Yoga, sentimos que estamos regulando y disciplinando nuestra vida. Pero cuando meditamos apropiadamente y la energía de vida entra en nosotros desde nuestra meditación, automáticamente nuestra vida es disciplinada. La Luz y la Paz divinas que necesitamos, nunca las podremos obtener del Hatha Yoga.
Así como los ejercicios de Yoga traerán calma y quietud, los ejercicios de respiración traerán serenidad. Sin embargo, ésta no es verdadera paz interior. Es una serenidad temporal. La concentración, la meditación y la contemplación son los únicos medios que nos traen la paz verdadera.
Si tu objetivo es solamente mantener el cuerpo relajado y en forma, entonces el Hatha Yoga ciertamente te ayudará. Pero si deseas completar tu curso en la vida interior, debes ingresar en la escuela de la concentración, la meditación y la contemplación. El Hatha Yoga es como el jardín de infancia, mientras que tu objetivo es obtener un título de Maestría. Hay numerosos estudiantes sobresalientes que no han asistido al jardín de infancia. Se lo han saltado y han ingresado directamente en la escuela primaria, y de allí han seguido a la escuela secundaria y a los estudios universitarios.
En la India hay cientos y miles de aspirantes verdaderos que nunca han hecho ningún tipo de ejercicios. Yo estuve en un ashram donde practicaba ejercicios físicos para el beneficio del cuerpo, pero incluso en ese ashram el Maestro espiritual nunca recomendó que los aspirantes practicasen asanas a fin de hacer progreso espiritual. En muchas comunidades espirituales en la India nunca se practican asanas. Los buscadores comienzan directamente con la aspiración y la meditación.
Si alguien siente que al convertirse en un experto en Hatha Yoga podrá realizar a Dios, o efectuar un gran progreso en su camino hacia la realización, me gustaría decirle que se equivoca. Hay muchas personas en la tierra que hacen ejercicio físico y mantienen su cuerpo en muy buena forma. Hay luchadores y acróbatas y atletas que son muy fuertes y saludables, pero la realización de Dios no está destinada para ellos en esta encarnación. Son fuertes físicamente, pero no se preocupan por la fortaleza espiritual. Afortunada o desafortunadamente, no hay ninguna relación directa entre la fuerza física y la fuerza o la capacidad espiritual. Cualquier poblado indio tiene cientos de niños que podrían hacer una demostración de Hatha Yoga mucho mejor que la que los swamis aquí pueden hacer. La Naturaleza les ha enseñado; la Madre India les ha enseñado. Pero la realización de Dios para aquellos niños continuará siendo un clamor lejano por un buen tiempo.
Debemos saber qué es lo que realmente queremos. El Hatha Yoga tiene algo para ofrecer que es muy limitado, y la meditación tiene algo para ofrecer que es absolutamente ilimitado. Si dices: «Déjame conseguir primero lo limitado y luego crecer hacia lo ilimitado», eso está bien. Pero, además, si tienes la capacidad y la buena gana de entrar directamente en el vasto océano, Dios no te pedirá que nades en una piscina. Sin embargo, si no tienes la capacidad de saltar directamente al océano, entonces Dios te dirá: «Vé a la piscina y disfrútalo por un rato».
Mi Yoga no dirá nada en contra del Hatha Yoga, pero, al mismo tiempo, mi Yoga siente que la fortaleza interior proveerá también la fortaleza exterior. Es decir, si verdaderamente amo a Dios, mi Padre eterno velará por las necesidades de mi cuerpo. Me dará un cuerpo lo suficientemente fuerte, que me permita continuar mi trabajo interior. Si estoy dispuesto a sacrificarme o a ofrecer algo a mi Amado, a mi Padre, entonces Él naturalmente pensará en las necesidades de mi cuerpo; pues Él sabe que si no tengo la capacidad física, no podré colmarlo como un instrumento divino y trabajar para Él en la tierra.
Así pues, si quieres practicar asanas cinco o diez minutos al día para mantener tu cuerpo en forma, puedes hacerlo así. Pero si quieres hacer dos horas de Hatha Yoga antes de meditar, será una absoluta pérdida de tiempo.El cuerpo necesita un entrenamiento apropiado para mantenerse en forma y para recibir el mensaje del alma. Si el cuerpo está fuerte y saludable, puede recibir el mensaje del alma sin reservas, y podemos convertirnos en perfectos receptores, perfectos instrumentos. En ese momento la aspiración del alma y la aspiración del cuerpo marchan juntas.
Así que por favor, haced ejercicio con regularidad. Tu cuerpo fuerte será algún día necesario para la manifestación del Supremo. Cuanto más alto, cuanto más profundo vayas, más te será necesario revelar y manifestar tu divinidad interior; y para esa manifestación, la buena condición física es de capital importancia.Las asanas ayudan a relajar el cuerpo. Son una forma muy buena de mantener el cuerpo flexible y en buena condición. Pero si esperas obtener paz mental con la relajación del cuerpo, quedarás desilusionado. La relajación que obtienes de las asanas no es paz verdadera.
Si quieres obtener Paz infinita, Paz eterna, o un cambio en tu conciencia interior, las asanas no pueden ayudarte de manera significativa.No tenemos que pasar por todos los estadios preliminares una vez que hemos comenzado a aspirar conscientemente. No tenemos que hacer asanas de Hatha Yoga ni Pranayama para poder entrar en la meditación. El autocontrol, el retiro de la vida de los sentidos y la fijación de la conciencia en Dios son cosas necesarias hasta cierto punto antes de que la aspiración verdadera pueda comenzar. Pero una vez que la aspiración ha entrado en nuestra vida humana no-iluminada, nuestra travesía ha comenzado. Si tenemos aspiración, podemos empezar con la concentración, la meditación y la contemplación.
Si quieres practicar Pratyahara, reservando tu energía saliente y enfocándote en un aspecto particular de tu propio ser y conciencia verdaderos, entonces la aspiración es de capital importancia. No tienes que pasar deliberadamente por Yama, Niyama, Asana y Pranayama.
Si verdaderamente entras al ámbito de la aspiración, inmediatamente intentarás dejar de lado las cosas erróneas. Automáticamente llevarás una vida moral y controlada. Dejarás de hacer cosas que vayan en detrimento de tu vida espiritual. Tu clamor interior, tu aspiración, te empujará a practicar los primeros dos pasos. Y encontrarás que el tercer y cuarto estadios no son necesarios.
Como dicen, despacio pero con perseverancia se gana la carrera, y tú puedes avanzar paso a paso, despacio y con perseverancia. Pero también, al mismo tiempo, existe un sendero llamado el camino soleado. Todos los caminos conducen hacia la misma Meta, pero hay un sendero en particular que te llevará allí antes que los otros. Este es el sendero de la concentración, la meditación profunda y la contemplación unifocal. Uno puede ciertamente practicar Pratyahara sin practicar primero las otras disciplinas. Y si uno también se quiere saltar Pratyahara y comenzar con Dharana o Dhyana, también puede hacerlo. Muchos aspirantes espirituales lo han hecho, y han triunfado en su travesía espiritual. Pero depende del individuo si siente o no necesidad de alguno de los pasos particulares. He dicho a mis discípulos que no es en absoluto necesario comenzar antes de Dhyana. Ellos meditan conmigo, y obtienen experiencias elevadas y sublimes sin todas las disciplinas precedentes. Pero hay otros Maestros espirituales que piden a sus estudiantes pasar por los otros estadios. No tengo nada que objetar. Cada uno tiene su propio medio de realizar la Verdad y ofrecer la Verdad a los demás. Si eres lo suficientemente sincero para seguir un sendero espiritual hasta el final, y si tienes un Maestro espiritual o amigos que están muy avanzados en la vida espiritual, podrás tomar su ayuda y sus sugerencias sobre cómo progresar del modo más rápido.Existen cinco tipos de prana. El primero es propiamente prana, la energía de vida dentro de nosotros. Dondequiera que haya vida, hay prana. El segundo es apana. Ésta es la energía específicamente usada en la excreción y la generación. El tercero es samana. Samana se localiza alrededor del ombligo y se utiliza en la digestión y la asimilación. El cuarto es llamado vyana. Se encuentra en el loto de nuestro corazón espiritual. Hay ciento un nervios espirituales sutiles alrededor de este loto, y de cada uno de estos nervios se ramifican ciento un nervios más. Cada uno de éstos, a su vez, tiene setenta y dos mil ramas, y a través de todos estos nervios se mueve vyana. Estos números pueden sonar fantásticos, pero muchos Videntes y Yogis los han contado efectivamente. Cuando yo tenía veintidós o veintitrés años, quise contar estos nervios y lo intenté. Alcancé a contar unos cuantos miles, hasta que un ser luminoso se detuvo frente a mí y me dijo: «No pierdas tu tiempo. Los Videntes tienen razón».
El último tipo de prana es udana. Udana se encuentra en medio de la espina dorsal. Este prana es sumamente importante. Si este udana del medio de la espina dorsal asciende en el momento de la muerte, uno irá a alguno de los mundos superiores. Si desciende, uno irá a alguno de los mundos inferiores. Cada lugar en el cuerpo representa un loka, un mundo celestial. En la India, en el momento de la muerte, los familiares y amigos siempre intentan observar el área por donde pasa el último aliento de vida del difunto. Si el último aliento sale por cualquier parte debajo del ombligo, uno deberá ir a alguno de los mundos inferiores y sufrir considerablemente. Si sale por algún lugar encima del ombligo, uno irá a alguno de los mundos superiores para disfrutar del Deleite del Supremo.Hay dos tipos de aliento: uno es prana y el otro es apana. Cuando inhalamos energía cósmica para purificar y energizar nuestra vida, la llamamos prana. Cuando exhalamos nuestras impurezas, se denomina apana. Cuando inhalamos prana, conquistamos la enfermedad, y cuando exhalamos apana, dejamos en perfecto estado aquellos órganos físicos que no están funcionando bien; es decir, ponemos el cuerpo entero en perfecto orden. He aquí un ejercicio sencillo que puedes hacer en cualquier momento: cuando estés caminando, durante cinco pasos inhala y durante cinco pasos exhala con mucha regularidad. Si haces esto por solo dos manzanas, te sentirás renovado.
Existen tres pasos en la respiración sistemática propiamente dicha. El primero es puraka, o inhalación; el segundo es kumbhaka, o retención; el tercero es rechaka, o exhalación. Cuando inhales, debes sentir que estás inhalando el Aliento de Dios, el Supremo, el Amado divino. Cuando retengas el aliento, debes sentir que estás reteniendo el Aliento todo-colmador del Supremo. Y cuando exhales, debes sentir que estás ofreciendo el inmortal aliento o energía de Vida de Dios a toda Su creación.
Para practicar la respiración sistemática, cuando inhales, sencillamente pronuncia la palabra puraka mentalmente o en silencio. Luego, cuando retengas tu aliento, silenciosamente pronuncia la palabra kumbhaka. Y cuando exhales, pronuncia silenciosamente la palabra rechaka. O puedes repetir el nombre de Dios mientras inhalas, mientras retienes el aliento y otra vez mientras exhalas. Utiliza el nombre que usas cuando rezas —Supremo, Dios, Aum, el nombre que te plazca más—. Cuando te encuentras en problemas o en peligro, inmediatamente pronuncias el nombre de alguien, porque sientes que esa es la persona que te salvará. Cuando respires, también debes sentir que áquel que es lo primero y principal en tu vida debería ser invocado.
El ritmo de tu respiración es de suma importancia. Si inhalas durante un segundo o una repetición del nombre del Supremo, entonces debes retener el aliento durante cuatro segundos o cuatro repeticiones. Luego, cuando exhales, debes hacerlo durante dos segundos o el tiempo que te tome repetir el nombre del Supremo dos veces. La respiración debe hacerse suave y silenciosamente. Cuando inhales y exhales, debes hacerlo tan suave que, si hubiera un hilo justo delante de tu nariz, tu respiración no lo movería.
En la respiración normal, nuestras dos fosas nasales están habitualmente funcionando. Pero cuando respiramos propiamente a través de canales alternos, obtenemos alivio inmediato de nuestras ansiedades mentales, preocupaciones, depresiones y muchas otras cosas que causan perturbaciones en nuestra naturaleza. La respiración por fosas alternas es un ejercicio respiratorio sumamente importante. Comenzamos tapando la fosa nasal derecha con el pulgar derecho. A continuación, inhalamos a través de la fosa nasal izquierda, repitiendo silenciosamente el nombre de Dios, Supremo o puraka, una sola vez. Luego cerramos la fosa nasal izquierda con el dedo anular derecho, y con ambas fosas cerradas, repetimos silenciosamente el nombre de Dios, Supremo o kumbakha cuatro veces mientras retenemos el aliento. Finalmente levantamos el pulgar de encima de la fosa nasal derecha, aún manteniendo la izquierda cerrada, y exhalamos, repitiendo Dios, Supremo o rechaka dos veces.
Después de un tiempo, podemos aumentar las repeticiones gradualmente. En lugar de hacer esta respiración uno-cuatro-dos, podemos practicar una respiración contando cuatro-dieciseis-ocho. Algunos Yoguis indios hacen este ejercicio durante horas, pero debe hacerse cómodamente y sin fuerza o tensión.
Pero si practicamos este ejercicio en exceso, podemos adquirir problemas del corazón. Es por ello que Pranayama debe ser instruido por alguien que ha practicado al amparo de una gran figura espiritual. Si lo haces por tu propia cuenta, en lugar de cosechar los beneficios, podrías arruinar tu salud. Así que lo mejor es comenzar con la técnica uno-cuatro-dos. Puedes hacerlo tres veces al día —temprano en la mañana, al mediodía y en la tarde— y sentirás cuánto serás capaz de aumentar con el tiempo.
Mientras respiramos de esta manera, nuestros pensamientos deben ser muy, muy puros. Si un pensamiento impuro entra en nosotros mientras inhalamos, es como si estuviésemos ingiriendo veneno. Si la limitación, el ego, o cualquier pensamiento que nos atará finalmente entra en la respiración, es un veneno lo que entra. Si podemos practicar este ejercicio fervorosamente tres o cuatro veces al día, los beneficios serán inimaginables.
Este Pranayama desafía el tiempo y el espacio. Si tenemos realmente éxito en hacerlo, fácilmente podremos conquistar las enfermedades y obtener poder espiritual. En este momento yo me encuentro aquí, pero si pienso en mi madre, mi padre o mis amigos que se encuentran muy lejos, y si tengo éxito en esta técnica respiratoria, puedo entrar en la conciencia de cualquier persona y obtener información completa sobre lo que está pensando. Si tienes un violento dolor de cabeza o algún otro malestar, esta respiración alterna te ayudará de muchas formas a mejorar tu condición. Si tienes miedo de hablar con alguien, practica dos o tres minutos de pranayama y podrás hacerlo. Si estás enojado con alguien y quieres conquistar tu ira, entonces en ese momento, justo en el lugar donde te encuentres sentado o parado, practica la respiración alterna y tu ira desaparecerá.
Puedes sentir que es imposible vivir más de unos pocos minutos sin respirar. Pero si practicas este ejercicio podrás permanecer incluso algunas horas sin respirar. No solo es posible; es inevitable. Esta ha sido mi propia experiencia personal. Comencé a aprender esta técnica hace veinte años, y quieras creerme o no, deseo decirte que durante dos horas y media seguidas he sido capaz de detener mi propia respiración. Yo solía ir al atardecer a un parque cerca de mi casa a meditar, e hice esto. Así que si yo puedo hacerlo, tú también puedes hacerlo si lo deseas.
La mayoría de vosotros ha oído hablar de Kundalini. Es el Yoga más sagrado. Dentro de la espina dorsal, en nuestro cuerpo físico sutil, tenemos tres corrientes. Se llaman Ida, Pingala y Sushumna. Pingala está conectada con el sol, Ida con la luna, y Sushumna con el Altísimo. Tenemos seis centros espirituales en la espina dorsal, conectados por estas tres corrientes. Si podemos abrir estos centros podemos hacernos poseedores de Paz, Luz y Poder infinitos. Un centro más, al que llamamos Sahasrara, el loto de los mil pétalos, se ubica en el cerebro y no se cuenta junto con los otros seis. Los otros centros son Muladhara en la base de la espina dorsal, Svadisthana en el plexo sacro, Manipura en el ombligo. Anahata en el corazón, Vishuddha en la garganta y Ajna en la frente. Podemos abrir estos centros con el poder de nuestra concentración, o con la respiración espiritual alterna.
No tiene porqué tomarnos años el obtener la liberación; puede ser una cuestión de meses. Uno puede obtener la realización del Ser en seis meses, ocho meses o un año si tiene la capacidad de controlar su respiración y enfocar toda su atención en cada uno de los seis centros espirituales. Esta no es una idea teórica mía. Han existido muchos aspirantes espirituales en la India que han alcanzado esta elevación al practicar pranayama durante siete u ocho meses. Pero tiene que hacerse con la máxima fe y la máxima dedicación. El aspirante debe tener un dominio perfecto sobre todos los sentidos y sobre la mente. Si uno puede practicar este pranayama sincera y devotamente, entonces la realización de Ser está al alcance de todos los presentes en esta sala de meditación, en esta vida misma.Kundalini es el secreto de los secretos en todos los Yogas. Kundalini se encuentra en todos, dormida en la base de la espina dorsal. Con nuestra aspiración y concentración, podemos despertar esta Kundalini. Anteriormente mencioné el pranayama. También, si el Guru espiritualmente realizado lo desea, y si es la Voluntad del Supremo, sencillamente con un mero toque o una mirada, el Guru puede despertarla. Durante un sueño, el Divino o el Guru pueden hacer despertar el Kundalini.
Un cantante o un músico puede despertar la Kundalini y abrir sus chakras cuando se encuentra profundamente absorto en su canto o interpretación. Beethoven tuvo esta experiencia muchas, muchas veces. Aunque no era una figura espiritual, en su música experimentó el despertar de Kundalini muchas veces. En la India hay muchos cantantes y bailarines que consiguen la experiencia de Kundalini en su más elevada y profunda concentración durante sus actuaciones. Hay varias formas con las que uno puede obtener esta experiencia. Si una vez comenzó y luego se detuvo, uno puede tener la certeza de que regresará con la ayuda de los métodos apropiados.Si uno quiere seguir el Yoga del servicio dedicado, el Yoga del amor, la devoción y la entrega, el Yoga de la sabiduría interior, o si alguien quiere hacer aflorar su ser psíquico y dejar que lo psíquico en él, el niño divino en él, lo guíe y lo lleve hacia Dios, entonces ese aspirante en particular no necesita darle mucha importancia al prana. Él tiene que darle toda la importancia a la Paz, al Deleite y al Poder más elevados que desea hacer descender de lo alto. Cuando la Paz, el Deleite y el Poder entran en él, automáticamente traen el aliento de vida infinito que transforma el aliento de vida finito y limitado que él ya posee. Así que no necesita practicar el proceso sistemático de inhalación, retención y exhalación. La Luz que trae a su sistema regulará su aliento, su energía de vida, según la necesidad divina de ese aspirante en particular.
El único ejercicio respiratorio que un aspirante espiritual debe intentar verdaderamente, es inhalar pureza. Al inhalar, si conscientemente imagina y siente que está inhalando la Perfección de lo alto, entonces las limitaciones dentro de su sistema serán transformadas inmediatamente. En el momento en que inhalamos conscientemente, el prana dentro de nosotros tiene más valor. Pero pasar por muchos vigorosos ejercicios no es necesario en absoluto para la realización de Dios. Si podemos inhalar lenta y profundamente, y tener un sentimiento devoto hacia el Supremo y hacia la humanidad mientras respiramos, podremos entrar en el mundo con nuestro aliento divinizado. Cuando inhalamos con un sentimiento de devoción espontánea, podemos servir al Supremo así como a la humanidad, espiritual y materialmente.Entre doce y quince respiraciones por minuto son lo normal para la mayoría de los seres humanos, pero hay personas que solo respiran tres o cuatro veces por minuto como resultado de la práctica de la respiración alterna. La tortuga es el símbolo de la inmortalidad. Respira alrededor de tres veces por minuto. Es por ello que una tortuga vive cientos de años mientras nosotros vivimos solo cincuenta, sesenta o setenta años.
Esta técnica respiratoria proporciona éxito en cualquier campo de la vida. Nos lleva inmediatamente al mundo interior y nos identifica con la esencia de nuestra existencia. Desde el alma alcanzamos la Fuente, y cuando nos encontramos en la Fuente todo es éxito y plenitud.
Para cualquier cosa que quieras hacer, lo harás mejor si puedes retener tu aliento cómodamente por un período de tiempo más largo. Yo fui un buen atleta en la carrera de cien metros lisos. Se dice que si deseas correr una distancia de cien metros, debes inhalar una vez y después cubrir toda la distancia sin volver a respirar. Si inhalas tres o cuatro veces mientras corres, estás perdido. Yo a veces no podía hacerlo con una sola respiración y debía inhalar una segunda vez. Aunque mantuve el primer lugar durante doce años, sé que hubiera podido hacerlo mucho mejor si lo hubiese hecho en una sola respiración. Cualquier cosa que desees hacer, la harás mejor si inhalas apropiadamente y retienes tu aliento. Pero esto debe hacerse cómodamente, sin forzar los pulmones.
Cuando estamos respirando normalmente durante el día, ni siquiera tres o cuatro veces utilizamos nuestros pulmones de manera que trabajen a su máxima capacidad. Una respiración apropiada es muy importante. Vivimos en un mundo donde prima la economía. Siempre tratamos de economizar. Si podemos aprender la respiración alterna, entonces estamos economizando. Y obtenemos éxito inmediato si podemos hacer respiración alterna.Si deseas cambiar tu destino, existe un método sumamente efectivo y significativo para lograrlo. Durante el día o la noche, cuando veas que tu fosa nasal izquierda está funcionando y no la derecha, intenta entonces concentrarte o meditar en la luna durante unos minutos. Obtendrás la cualidades de la luna: paz, serenidad y dicha sutil. Cuando observes que está funcionando la fosa nasal derecha, entonces concéntrate en el sol. Entonces estás llamado a recibir las cualidades del sol: dinamismo y poder divino. Pero si usas este poder incorrectamente, si no aspiras a recibir poder dinámico y energizante, entonces se convertirá en agresividad; y si usas esta paz o dicha sutil incorrectamente, entonces inmediatamente la inercia, el letargo y la pereza te atacarán e intentarán tomar pleno control de tu vida. Cuando te sientas inerte, cuando no te sientas con ganas de hacer nada, si lo observas, verás que es la fosa nasal izquierda la que está funcionando. Pero cuando estás energético, cuando quieres hacer algo, en ese momento estará funcionando la fosa nasal derecha.
Cuando hagas ejercicio físico fuerte, verás que ambas fosas nasales funcionan igualmente. En ese momento, es Sushumna, la corriente principal, la que está funcionando. Cuando ambas fosas nasales están funcionando, en ese momento la Paz divina y el Poder divino están funcionando simultáneamente en ti. Pero tienes que ser consciente de ellos e invocarlos más y más.
Cada día respiras. Intenta observar tu respiración en tus actividades diarias. Aunque solo dediques cinco minutos de cada hora a estar consciente de tu respiración, eso será estupendo. Si usas diariamente la respiración de forma apropiada, podrás traer más poder y paz para iluminar tu ignorancia.
Durante tu meditación más profunda, no necesitas pensar para nada en tu respiración. No deberías pensar si estás inhalando a través de tu fosa nasal izquierda o derecha, o si ambas fosas nasales están funcionando. No es necesario en absoluto. En ese momento, el alma está ocupándose conscientemente de ti y está completamente a cargo de tu respiración.Lo que deberías hacer antes de acostarte es intentar concentrarte durante cinco minutos en la hora específica a la que deseas levantarte. Si te quieres levantar a las seis menos cuarto, intenta visualizar con tu ojo mental las manecillas del reloj marcando las seis menos cuarto justo delante de ti. Verás que a la mañana siguiente te será más fácil levantarte. Podrá llevarte dos o tres días, o podrá llevarte una semana, pero te aseguro que podrás levantarte, porque estás aplicando la voluntad consciente del alma por la noche antes de acostarte. Esta voluntad consciente deviene una con el tiempo terrestre, que representa el reloj. Entrará en el tiempo terrestre y lo controlará. Entonces, temprano en la mañana, el alma entrará nuevamente en el tiempo terrestre y lo obligará a situarse ante ti. Así, fácilmente te será posible levantarte y meditar a esa hora específica.
Quienes meditan a las seis o seis y media de la mañana no deben volver a acostarse. Hay quienes meditan a las tres y media en contadas ocasiones, a las cuatro y media o a las cinco menos cuarto. Quienes meditan antes de las cinco pueden acostarse nuevamente, durante algunos minutos o media hora o incluso una hora si sienten que es necesario. Pero quienes meditan hacia las seis no deberían acostarse nuevamente. Es perjudicial, porque el día ya ha amanecido y la capacidad del día ha entrado ya en ellos. La capacidad de la noche debe ser separada de la capacidad del día. La noche ha desempeñado ya un papel en su aspiración, al otorgarles descanso. Ahora, el día debe desempeñar su papel con la actividad dinámica, que es una forma de aspiración en el mundo físico y material.Otra cosa que puedes hacer cuando te sientas cansado, es repetir el nombre del Supremo o de tu Guru muy rápidamente. Si lo haces así, sus nombres entrarán inmediatamente en tu propia conciencia interior, y recibirás energía sin límites.
Lo importante no es el número de horas que duermes, sino lo bien que duermes. Si te resulta difícil levantarte por las mañanas, debes saber que durante ocho horas de sueño tal vez ni siquiera has tenido una hora de buen sueño. Hay un tipo de sueño llamado sueño yóguico. En un segundo de sueño yóguico podemos obtener el equivalente a quince minutos o media hora de descanso ordinario. Ahora bien, ¿cómo es posible obtener ese tipo de descanso? Temprano en la mañana, cuando sientas que te cuesta levantarte, intenta sentir que tu cuerpo entero, de pies a cabeza, representa un mar de paz. Siente que te has convertido en la paz misma, que encarnas paz interior y exteriormente. Intenta sentir tu estructura física conscientemente, pero al mismo tiempo siente que eres una infinita expansión de paz. Cuando puedas sentir conscientemente esta expansión de paz, verás que tu cuerpo físico, tu carne, tu sangre y tus huesos, se han fundido totalmente y han desaparecido en ese mar de paz.
La paz puede actuar como fuerza dinámica. Sientes que cuando el cuerpo está activo y moviéndose de aquí para allá, tienes fuerza; pero la fuerza verdadera existe en la paz interior, no en la acción exterior. Cuando posees paz en medida infinita, posees la fuente de la energía dinámica ordinaria. Si llamas a la energía dinámica, la cual se encuentra en tu interior en forma de paz, entonces puedes levantarte fácilmente.
También, cuando vas a acostarte, intenta sentir que vas a dormir durante veinticuatro horas. Entonces, aunque el reloj diga que solo has dormido tres o cuatro horas, tu primer pensamiento tan pronto como te despiertes debería ser que has dormido veinticuatro horas. La mente puede convencer a la conciencia externa, e inmediatamente lo creerás. Esto no es un autoengaño; es un uso adecuado de la mente consciente. El número veinticuatro tiene una enorme fuerza. Inmediatamente nos da una sensación de comodidad, alivio, placer y plenitud.Pero yo no le recomiendo a quien tiene abundante trabajo que hacer en su oficina o en la escuela que medite seis o siete horas al día. Primero que todo, si el vital no es puro, inmediatamente creará problemas mayores que los logros de la meditación. La persona perderá su equilibrio mental y tendrá que ingresar en un asilo mental. Gradualmente, uno puede trabajar hasta llegar a seis horas diarias. Es como ejercitar el cuerpo; al hacer ejercicio todos los días desarrollas gradualmente tus músculos. Entonces te sientes fuerte y los demás sienten que eres fuerte. De forma similar, debes comenzar con quince minutos o media hora de meditación, y poco a poco ir aumentando. En el mundo espiritual, no puedes empujar o tirar o hacer cosas a la fuerza. Lenta y firmemente corres hacia la Meta. A cada paso debes sentirte seguro de lo que estás haciendo. Si has estado meditando media hora, puedes intentar meditar cuarenta y cinco minutos o una hora, pero por favor no intentes saltar de media hora a seis horas y media.
Si no puedes meditar durante seis horas, algo que de hecho no puedes ni debes intentar en este momento, me gustaría que antes de acostarte inhalaras conscientemente pureza en tu sistema durante cinco minutos. Durante el día han ocurrido gran cantidad de cosas erróneas. Impureza, fealdad, y muchas otras fuerzas no-divinas han entrado en tu cuerpo físico. Pero si estableces pureza en tu sistema por la noche, obtendrás un poco de sueño consciente, aunque no el tipo de sueño que obtendrás cuando hayas meditado por seis u ocho horas al día. Sin algo de pureza, lo que muchos llamamos sueño no es sueño en absoluto. Es muerte. Durante el sueño vivimos en el mundo de los muertos, el mundo de la inercia y la inconsciencia.Cuando todas las puertas interiores están abiertas y el alma está volando, en ese momento el ser exterior deviene uno con lo Divino y experimenta la conciencia del Deleite.
¿Cómo puede un aspirante tener conscientemente ese sentimiento de unicidad durante el sueño? Por medio de la meditación constante. No hay otra manera. De lo contrario, cuando te haces uno con tu Ser más Elevado durante el sueño profundo, no serás consciente de ello. Quizás te des cuenta durante algunos segundos, o por la mañana al regresar de ese estado de conciencia, pero esto no ocurre necesariamente. Normalmente, no eres consciente de estar completamente unido con lo Más Elevado mientras estás teniendo la experiencia, así que, ¿cómo puedes esperar sentirlo varias horas después? La única manera de ser consciente de ese sentimiento, o de tener la experiencia de la unicidad, es por medio de la aspiración constante, la meditación constante.Si entendemos la noche como algo para el confort, para el descanso pacífico, entonces la noche nos dará confort letárgico y no descanso colmador. El descanso colmador viene como resultado de la labor del día, del esfuerzo espiritual, del despertar espiritual. Durante el día hemos meditado, hemos trabajado muy duro. Ahora, el resultado de este esfuerzo puede ser usado durante la noche. Si intentamos sentir el resultado del día durante la noche, entonces veremos que el día ha entrado realmente en la noche. De lo contrario, día y noche serán como dos seres separados. El día ha desempeñado su papel hasta las siete de la tarde, y la noche comienza. Hemos jugado con un ser, y ahora tenemos que jugar con el otro.
Para las personas espirituales no hay noche. La noche, para nosotros, significa ignorancia, desconocimiento, inconsciencia. Para las personas espirituales todo es conciencia, todo es estado consciente. Si nos embarcamos en la vida espiritual, hemos de mantenernos despiertos y alerta en todo momento. ¿Cómo? Solamente prolongando la parte consciente de nuestra vida, que es el día. Cuando meditamos durante el día, somos energizados. Así que continuemos este sentimiento dinámico incluso en la noche. Consideremos la noche como algo energizante y colmador, como la prolongación del día.
Después de haber dormido una o dos horas, si nos despertamos y por algunos segundos sentimos que estamos conscientes pero no meditando, lo mejor es inmediatamente levantarse y meditar durante cinco, diez o quince minutos. En ese momento, hemos de intentar sentir que el día ha entrado en nuestra conciencia, que nuestro día ha comenzado ya. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que nuestra conciencia está completamente alerta; está despierta y vigilante, y no quiere dormir. El cuerpo podrá dormir, pero la conciencia está ya completamente despierta y meditando por nosotros. Si sentimos que estamos letárgicos y pesados, que nuestra mente no está funcionando, no tenemos que prestar ninguna atención a este pensamiento. Si sentimos que si nos levantamos no seremos capaces de trabajar al día siguiente, eso es un error. Sí que podremos trabajar. Siempre debemos intentar sentir que la noche puede ser transformada en el día a través de nuestra conciencia despierta.
¿Puedo contaros una historia divertida? En algunas comunidades espirituales, todos los miembros deben levantarse hacia las tres o tres y media de la mañana para meditar juntos. Cuando la Congregación de Ramakrishna fue establecida por primera vez, Vivekananda ordenó que todos debían levantarse a las tres y media para meditar, sin importar cuán alto fuera su rango. Si algún individuo no se levantaba a esa hora, los que estaban despiertos tenían permiso para rociarlos con agua insoportablemente fría. En una ocasión, el presidente de la Congregación, Rakhal (Brahmananda), no se sentía bien y no podía o no quería levantarse. Alguien informó a Vivekananda que Rakhal no se quería levantar. Vivekananda dijo: «La misma regla es válida para él. Vé y sácalo de la cama». Rakhal se enfadó mucho, y quiso abandonar la Congregación. Dijo: «Yo soy el presidente y este joven, uno de mis discípulos, viene y me insulta. Sabéis que estoy enfermo; de lo contrario no violaría vuestra regla. Me marcho. No quiero quedarme aquí».
Pero Vivekananda era muy listo. Le dijo: «¿A quién pertenece este lugar? Ramakrishna nunca me llamó hijo suyo; siempre solía llamarte a ti hijo suyo. La propiedad del padre pertenece al hijo. Este lugar es tuyo, es tu Congregación. Aquí está la misión de tu padre, la realización de tu padre. Tú tienes que quedarte; yo me marcharé». Brahmananda no quería que Vivekananda se marchase, así que la situación fue resuelta. Esta historia muestra cómo Vivekananda logró establecer como regla inquebrantable, que todos se levantasen temprano en la mañana, sin importar la altura del rango. Y esto ayudó; sí que ayudó.He hablado acerca del peligro del miedo y la duda. Desafortunadamente, no tomamos estas cosas en serio. Simplemente decimos: «Ah, tengo la capacidad de conquistarlas, pues soy fuerte físicamente. Y la letargia es algo muy femenino, muy débil. Si quiero, puedo conquistarla». Este tipo de idea viene a nuestra mente. Pero la letargia, el miedo, la duda y todas las demás fuerzas no-divinas tienen un poder tremendo.
Mirad los celos. Todo el tiempo estamos recelosos, pero sentimos que si queremos conquistar los celos, podremos hacerlo en un momento. Este es nuestro sentimiento humano. Durante cuarenta o cincuenta años, durante toda nuestra vida, hemos estado recelosos de una u otra persona, pero sentimos que si queremos conquistar nuestro recelo, no tardaremos ni siquiera un día en hacerlo. ¡Tanta confianza tenemos en nosotros mismos! Pero intentémoslo, y veremos que nos llevará otros cincuenta años el conquistar nuestro recelo.
A no ser que hayamos conquistado algo que se interpone en nuestro camino, no debemos decir que podemos conquistarlo. Conquistémoslo primero; luego veremos nuestra fuerza. Sentimos que la fuerza no-divina es algo muy sutil y pequeño, algo que podemos aplastar fácilmente; pero es tan poderosa que sencillamente nos arruina. Agarremos a la fuerza no-divina y destruyámosla. Solo entonces podremos decir que somos fuertes.Sin embargo, no es cierto que si no comes carne perderás tu fuerza, tu poder o tu energía. Hay millones de personas en la tierra que no comen carne, pero que físicamente están muy fuertes y saludables. Tal vez digas que tu constitución es diferente de la de ellos, pero me gustaría decir que en la creación de Dios hay algo llamado comida interior. ¿Qué comida es ésta? Es la Paz, la Luz, la Dicha y todas las demás cualidades divinas y colmadoras. Cuando aspiras adecuadamente, cuando te concentras adecuadamente, cuando meditas adecuadamente, podrás asimilar esta comida interior en tu cuerpo. Te podrá llevar algunos años lograr este grado de destreza interior, pero entretanto intenta ir profundamente en tu interior y ver lo que realmente te da la mayor parte de tu fuerza. He conocido personas que afirman que es la carne lo que les da la fuerza, pero cuando profundizan en su interior, descubren que es su propio sentimiento e idea acerca de la carne lo que les está dando fuerza. Puedes cambiar esa idea y sentir que no es la carne sino la energía espiritual penetrando en todo tu cuerpo lo que te da fuerza. Esa energía viene tanto de la meditación y la aspiración como de una nutrición adecuada. La fortaleza que obtienes de la aspiración y la meditación es infinitamente más poderosa que la fuerza que obtienes de la carne o el pescado, así que estas cosas pueden ser omitidas fácilmente de tu dieta.
Estás practicando la meditación con suma sinceridad y devoción. Lo que tienes que hacer es deshacerte de la idea de que la carne es lo que te da fuerza. Esa idea está tan profundamente arraigada en tu mente, que ahora no puedes separarte de ella. Pero en el momento en que te hayas liberado completamente de esa idea, verás que no es principalmente la carne lo que te da la fuerza; es la comida saludable en general, así como la adecuada actitud mental y la aspiración espiritual.La inquietud, las fuerzas negativas y las fuerzas vitales tienen su raíz en el ombligo. Cuando nos concentramos en el ombligo cinco minutos, nuestra voluntad se vuelve poderosa y directa como una flecha, y las fuerzas negativas quedan bajo nuestro control. Ven el poder de nuestra concentración; ven que vamos a cortarlas en pedazos si nos causan problemas. Si podemos mantener bajo control las fuerzas negativas que ya están en nuestro interior, entonces las fuerzas que vienen al comer carne no podrán causar intranquilidad.
Pero deseo que todos mis discípulos dejen de comer carne. Si así lo hacéis, vuestra aspiración será mejor. De lo contrario, lo que ocurre es que por lo general no obtenéis experiencias sutiles, visiones sutiles, realizaciones sutiles. Por supuesto, ha habido algunos Maestros espirituales como Vivekananda y otros, que comían carne. Pero ellos podían hacerlo porque eran como leones rugientes en el mundo espiritual. No eran perturbados por las fuerzas que hay en la carne.
Mis discípulos deben seguir una dieta vegetariana. Pero si un doctor aconseja a alguien que es absolutamente necesario que tome carne y pescado por un corto período de tiempo, debe hacerlo. Pero, en general, si queréis lo Absoluto, lo más Elevado, la Autorrealización, deberíais dejar de comer carne y pescado. Si podéis, hacedlo hoy mismo. Si os ha de tomar un tiempo, hacedlo gradualmente. Una vez hayáis logrado la realización, podréis comer carne y pescado si queréis. Pero debo decir que ahora mismo la conciencia animal en la carne no le permitirá al aspirante sincero y dedicado entrar en la conciencia más elevada y profunda.El tipo de carne menos perjudicial para comer es el cordero. El cordero es bastante manso, mientras que otros animales son más agresivos. De la misma forma, el pollo no será tan perjudicial como la carne roja. No es bueno comer ningún tipo de carne, pero si uno no se puede detener, es mejor comer carne que pescado.
Espiritualmente, los peces están menos evolucionados que los animales. Un animal corre de aquí para allá; no permanece satisfecho. Pero un pez es una criatura de pereza, inercia, inactividad, impureza e inconsciencia. La inercia es su satisfacción, la mezquindad es su satisfacción, y cerca de la mezquindad se encuentra el mundo de la muerte. Cuando nos encontramos atados por la mezquindad, la muerte viene de inmediato a nosotros y nos ata aún más. La conciencia de un pez entra inmediatamente en el barro de la inconsciencia y la carencia de vida. Aunque puedas sentir que un pez es inocente, humilde y manso, estas cualidades solo están en la superficie. Sus cualidades internas son la mezquindad, la inercia, la pereza y la oscuridad mismas. En el pez no hay ningún sentimiento de progreso.
Si deseas o si debes comer pescado, intenta por favor comer peces pequeños, mejor que peces grandes. A veces, los peces pequeños desean abrirse consciente o inconscientemente a la luz. Pero los peces grandes nunca desean abrirse a la luz, ni consciente ni inconscientemente; ellos desechan la luz.Pero el ayuno nos puede ayudar a bajar de peso, a curar algunos de nuestros malestares físicos y a purificar nuestros nervios y nuestra mente. Muy a menudo comemos alimentos que no son saludables, y el pobre cuerpo necesita un poco de descanso y purificación.
Igualmente, cuando miramos a personas y a cosas no-divinas, sus vibraciones entran en nosotros desde la atmósfera y afectan nuestro cuerpo físico —la piel, los músculos, los nervios—. Si deseamos ayunar un día al mes para purificar nuestro sistema, eso es aconsejable.
Necesitamos pureza para apreciar la existencia de Dios en la tierra. Es en la pureza —en los pensamientos puros, las acciones puras, la conciencia pura— donde Dios habita. Ayunar puede ayudarnos considerablemente en la autopurificación. Y cuando la pureza entra en nosotros, nos acercamos más velozmente hacia nuestra realización de Dios. Pero este es solo el primer paso; el ayuno por sí solo no nos proporcionará la realización de Dios. Así que para la purificación, puedes intentar ayunar —tomando solo agua— una vez al mes. Ahora bien, solo estoy hablando desde el punto de vista espiritual. No sé nada acerca de tu constitución física. Si estás fuerte y sano puedes ayunar; de lo contrario, no es aconsejable. Pero incluso si no ayunas, si eres un buscador sincero puedes, una vez por semana, reducir la cantidad de comida que tomas. Esto puede hacerse especialmente los domingos, cuando no tienes que estar muy activo. El domingo, muchas personas se levantan tarde, así que fácilmente pueden olvidarse del desayuno. A la hora del almuerzo pueden decir: «Todos los días como. Si hoy como un poco menos, no me va a perjudicar en lo más mínimo». Luego, al atardecer, a la hora de cenar, pueden decir: «En la comida no comí la cantidad habitual, y no me perjudicó. Aún me siento muy enérgico. ¿Por qué no hacer ahora lo mismo?». Así que una vez por semana, especialmente los domingos, si puedes aligerar tus comidas te ayudará enormemente. Y no necesitas llevar un ayuno severo y tortuoso, algo que las verdaderas figuras espirituales no recomiendan.Déjame contarte una corta historia. En una ocasión, el discípulo de cierto Guru se dirigió al Señor Buda. El Buda le preguntó: «Por favor, ¿podrías decirme lo que tu Guru enseña respecto a la realización de Dios?».
El discípulo dijo: «Lo que mi Guru me ha dicho es muy sencillo. Mi Guru dice que cuando caminas debes cerrar tus ojos. Entonces no verás ninguna hermosa mujer que distraiga tu mente y te impida pensar en Dios. Y también debes tapar tus oídos».
«¿Por qué?»
«Para no escuchar ningún ruido que te perturbe. No oirás a la gente discutiendo o chismorreando. Además, debes mantener la boca cerrada. Si dejas de hablar, entonces no dirás mentiras».
El Señor Buda dijo: «En ese caso, todos los ciegos, sordos y mudos ya deben haber realizado a Dios. Vayamos y toquemos sus pies, ya que son todos almas realizadas».
El Buda nos enseñó el camino del medio, el camino de la moderación. Él recorrió el sendero extremo del ayuno y la extrema austeridad, pero descubrió que no era satisfactorio. Si sometemos a privación nuestros órganos, nuestros ojos, nariz, oídos y boca, ¿crees que nos estamos dirigiendo hacia Dios? ¡No! Todo debería ser moderado. Deberíamos usar cada cosa para un propósito divino, para una causa divina.Los sentidos son instrumentos, instrumentos de Dios. Originalmente Dios nos confió estos instrumentos, pero nosotros conscientemente elegimos no preguntarle a Dios cómo utilizar estos sentidos. En lugar de preguntarle a Dios cómo usar los sentidos que Él nos había dado, le preguntamos al profesor equivocado, a la Ignorancia. O más bien, antes de que nosotros realmente hubiésemos pedido a la Ignorancia que nos enseñase, ésta vino corriendo hacia nosotros para ofrecernos su sabiduría. Puesto que gustosamente la escuchamos, estamos ahora pagando la penalidad.
Podríamos usar nuestros ojos, por ejemplo, para ver la belleza divina en la humanidad y en todo en la creación de Dios. Podríamos ver la Luz divina por doquier. Pero en lugar de esto, ¿qué hacemos con nuestros ojos? Usamos nuestros ojos o bien para poseer el mundo o para rechazarlo. Cuando vemos algo que nos place, inmediatamente intentamos poseerlo. Y cuando vemos algo que nos disgusta, intentamos rechazarlo. El universo es todo Luz, pero no lo vemos. Si hubiésemos tomado la lección de Dios sobre cómo usar nuestros ojos, nuestra nariz, nuestros oídos y otros órganos sensuales, Él nos habría dado la instrucción adecuada.
Siempre hay tiempo para recibir instrucción de Dios; más vale tarde que nunca. Cada aspirante puede rezar consciente y devotamente a Dios, para que le instruya desde el interior sobre cómo usar los sentidos. Dios estará sumamente feliz y orgulloso de enseñarnos. Pero no tenemos que preguntar a Dios sobre cada sentido individualmente. Solo necesitamos acercarnos a Dios con aspiración sincera, y dentro de nuestra aspiración Él verá lo que estamos implorando.Un niño desea tener muchas cosas —muchas cosas inservibles y perjudiciales—. Pero la madre sabe que si le da al niño estas cosas, este se arruinará. Y precisamente porque la madre y el niño son uno, la madre también se sentirá arruinada. Así que la madre no colma los innumerables, destructivos y no-iluminados deseos del niño. De manera similar, el cuerpo es un niño. Si colmas todos sus deseos y demandas, a la larga tu vida estará arruinada.
¿Por qué el cuerpo no nos escucha cuando intentamos controlarlo? La respuesta es muy sencilla. Nuestro cuerpo no nos escucha porque nosotros no escuchamos a nuestra alma. Si escuchamos a nuestra alma, el cuerpo también nos escuchará a nosotros.Cuando estamos en el mundo ordinario, vemos el cumplimiento de los deseos tomando la forma de satisfacción; por este motivo tenemos cierta esperanza de felicidad en intentar cumplir nuestros deseos. Pero si observamos la vida del deseo desde un punto de vista espiritual, veremos que en el primer capítulo no hay ninguna luz, en el último capítulo no hay ninguna luz, y en los capítulos intermedios no hay ninguna luz. La luz del deseo es la oscuridad misma desde el comienzo hasta el final. La oscuridad significa la ausencia de satisfacción divina. No hay satisfacción ni en el nacimiento del deseo, ni en su cumplimiento.
El deseo y la aspiración son dos mundos. Para una persona no-aspirante, el deseo es lo que tiene toda la importancia en esta tierra. Para un buscador, la aspiración es lo que tiene toda la importancia en esta tierra. Una persona ordinaria y no aspirante no tiene conscientemente la capacidad de ir más allá de las fronteras del placer. Pero aquél que se baña en el lodazal del deseo tarde o temprano siente que dentro de ese lodazal está la frustración, y dentro de la frustración está la destrucción. Finalmente se da cuenta que cuando vive en el reino del deseo físico y material, está atrapado en las fauces de un tigre voraz. Pero el buscador sincero comienza su travesía con aspiración; el medio de su travesía es aspiración, y el fin de su travesía también es aspiración. Dentro de la aspiración, desde el mismo comienzo, hay satisfacción divina. En el momento en que uno aspira, uno siente verdadera satisfacción, ya que la aspiración tiene la capacidad de identificarse consciente y fervorosamente con los rincones más lejanos del globo, con el Ser más profundo e íntimo, y con el Ser trascendental más elevado. Si uno siente la verdadera necesidad de la aspiración, verá que ningún deseo —ya sea físico, vital o mental— podrá golpear en la puerta de su corazón. En lugar de eso, la Paz, la Luz, el Deleite y otras cualidades divinas residirán libremente allí.
Como bien sabes, el sol se levanta por el Este. Si encaras el sol temprano en la mañana cuando meditas, tu concentración y tu meditación se dirigirán hacia el Este. Si estás corriendo hacia el sol, no podrás ver las otras direcciones adecuadamente. Pero si estás corriendo hacia el Este mientras miras hacia el Oeste, perderás velocidad y tropezarás. De manera que si ves que la meta se encuentra en una dirección, debes enfocar tu atención en esa dirección y correr en esa dirección. Siempre, en todo momento, debes apuntar hacia tu meta. Si tu meta es la realización de Dios, si tu meta es la liberación, entonces no deberías mirar hacia atrás o a tu alrededor, sino únicamente correr hacia la Luz.
¿Cómo puedes conquistar tus deseos físicos? No pienses en los deseos físicos; piensa en tu aspiración. Intenta ser un corredor, e intenta todo el tiempo superar e ir más allá de lo que te molesta y lo que se interpone en tu camino. Sé un corredor real para que la ignorancia, las limitaciones y la imperfección sean dejadas muy atrás en la carrera.
El llanto de aspiración es la única respuesta. He escrito un aforismo que dice así:
```
Cuando pienso, me hundo.Cuando elijo, pierdo.
Cuando clamo, vuelo.```
Cuando pienso en el mundo entero, en los problemas mundanos, me hundo. Cuando elijo, cuando tomo mis propias decisiones, en verdad pierdo, pues es Dios quien debería tomar todas las decisiones en y a través de mí. Pero cuando clamo desde los más íntimos rincones de mi ser, inmediatamente obtengo fuerza interior, poder interior, el impulso interior y la capacidad interior en medida infinita para volar en el firmamento de la Luz y el Deleite.Tienes toda la razón cuando dices que el cuerpo es un impedimento. Es un impedimento durante mucho tiempo, hasta que la Luz del alma aflora y se hace cargo del cuerpo. Pero si dices que el cuerpo se opondrá constante y eternamente al alma, entonces estás cometiendo una equivocación. Si el cuerpo hubiera de oponerse permanentemente a las posibilidades del alma, entonces nadie podría realizar a Dios. Pues la realización de Dios solo tiene lugar en este planeta, solo en esta tierra.
Al principio, es absolutamente cierto que el cuerpo se opone al progreso del alma. Pero llega el momento en que el alma aflora y obliga al cuerpo a convertirse en su instrumento fiel y perfecto. Este logro representa la victoria tanto del cuerpo como del alma. Cuando el alma logra conscientemente que el cuerpo sienta lo que debe hacer, y cuando el cuerpo está dispuesto a escuchar los dictados del alma, entonces el cuerpo y el alma corren juntos. En ese momento, la realización, la revelación y la manifestación se hacen inevitables. Cuando estamos avanzados, cuando nos estamos acercando a nuestra meta, vemos que la conciencia física está completamente fundida con la conciencia psíquica, y vemos al cuerpo en su luminosidad transformada. El alma y el cuerpo devienen parte y propiedad de la Verdad única, y esa Verdad es Dios el Infinito.
Hay un piano y hay un pianista. Ambos son igualmente necesarios para producir la música. Si no hay instrumento, ¿cómo puede el músico tocar? Y por otro lado, si no hay músico, el piano no puede funcionar. De manera similar, el alma necesita del cuerpo a fin de completar su misión más elevada. Y el cuerpo necesita del alma para darle un propósito a su existencia, para realizar lo Altísimo.From:Sri Chinmoy,El cuerpo: fortaleza de la humanidad, Agni Press, 1974
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