2 - Hatha Yoga y condición física

Pregunta: ¿Es necesario el Hatha Yoga para la concentración, la meditación y la contemplación? ¿Es indispensable para la realización de Dios?

Sri Chinmoy: Si tu cuerpo no es lo suficientemente fuerte, entonces hoy sufrirás de dolor de estómago, mañana dolor de cabeza, y al día siguiente tendrás algún otro desorden. Naturalmente, no podrás concentrarte y meditar. Por esta razón es importante mantener el cuerpo en buena condición física. Y las asanas del Hatha Yoga son mucho mejores para el cuerpo que los vigorosos ejercicios practicados en Occidente. Las asanas calmarán tu cuerpo siempre y cuando no los practiques en exceso. Si las asanas se practican de manera demasiado dinámica, pueden originar sentimientos agresivos. Pero cuando los practicas correctamente, obtienes una vibración gentil, apacible y suave.

El Hatha Yoga puede ayudarnos un poco espiritualmente, pero debemos saber dónde nos hallamos en nuestro viaje espiritual. Si somos muy inquietos, podemos practicar Hatha Yoga al principio para aprender a sentarnos calmada y sosegadamente. Pero si no somos víctimas constantes del desasosiego, aunque seamos absolutos principiantes, el Hatha Yoga no es necesario, ya que cuando entramos en la meditación automáticamente entramos en un estado calmo y quieto. Al hacer ejercicios de Hatha Yoga, sentimos que estamos regulando y disciplinando nuestra vida. Pero cuando meditamos apropiadamente y la energía de vida entra en nosotros desde nuestra meditación, automáticamente nuestra vida es disciplinada. La Luz y la Paz divinas que necesitamos, nunca las podremos obtener del Hatha Yoga.

Así como los ejercicios de Yoga traerán calma y quietud, los ejercicios de respiración traerán serenidad. Sin embargo, ésta no es verdadera paz interior. Es una serenidad temporal. La concentración, la meditación y la contemplación son los únicos medios que nos traen la paz verdadera.

Si tu objetivo es solamente mantener el cuerpo relajado y en forma, entonces el Hatha Yoga ciertamente te ayudará. Pero si deseas completar tu curso en la vida interior, debes ingresar en la escuela de la concentración, la meditación y la contemplación. El Hatha Yoga es como el jardín de infancia, mientras que tu objetivo es obtener un título de Maestría. Hay numerosos estudiantes sobresalientes que no han asistido al jardín de infancia. Se lo han saltado y han ingresado directamente en la escuela primaria, y de allí han seguido a la escuela secundaria y a los estudios universitarios.

En la India hay cientos y miles de aspirantes verdaderos que nunca han hecho ningún tipo de ejercicios. Yo estuve en un ashram donde practicaba ejercicios físicos para el beneficio del cuerpo, pero incluso en ese ashram el Maestro espiritual nunca recomendó que los aspirantes practicasen asanas a fin de hacer progreso espiritual. En muchas comunidades espirituales en la India nunca se practican asanas. Los buscadores comienzan directamente con la aspiración y la meditación.

Si alguien siente que al convertirse en un experto en Hatha Yoga podrá realizar a Dios, o efectuar un gran progreso en su camino hacia la realización, me gustaría decirle que se equivoca. Hay muchas personas en la tierra que hacen ejercicio físico y mantienen su cuerpo en muy buena forma. Hay luchadores y acróbatas y atletas que son muy fuertes y saludables, pero la realización de Dios no está destinada para ellos en esta encarnación. Son fuertes físicamente, pero no se preocupan por la fortaleza espiritual. Afortunada o desafortunadamente, no hay ninguna relación directa entre la fuerza física y la fuerza o la capacidad espiritual. Cualquier poblado indio tiene cientos de niños que podrían hacer una demostración de Hatha Yoga mucho mejor que la que los swamis aquí pueden hacer. La Naturaleza les ha enseñado; la Madre India les ha enseñado. Pero la realización de Dios para aquellos niños continuará siendo un clamor lejano por un buen tiempo.

Debemos saber qué es lo que realmente queremos. El Hatha Yoga tiene algo para ofrecer que es muy limitado, y la meditación tiene algo para ofrecer que es absolutamente ilimitado. Si dices: «Déjame conseguir primero lo limitado y luego crecer hacia lo ilimitado», eso está bien. Pero, además, si tienes la capacidad y la buena gana de entrar directamente en el vasto océano, Dios no te pedirá que nades en una piscina. Sin embargo, si no tienes la capacidad de saltar directamente al océano, entonces Dios te dirá: «Vé a la piscina y disfrútalo por un rato».

Mi Yoga no dirá nada en contra del Hatha Yoga, pero, al mismo tiempo, mi Yoga siente que la fortaleza interior proveerá también la fortaleza exterior. Es decir, si verdaderamente amo a Dios, mi Padre eterno velará por las necesidades de mi cuerpo. Me dará un cuerpo lo suficientemente fuerte, que me permita continuar mi trabajo interior. Si estoy dispuesto a sacrificarme o a ofrecer algo a mi Amado, a mi Padre, entonces Él naturalmente pensará en las necesidades de mi cuerpo; pues Él sabe que si no tengo la capacidad física, no podré colmarlo como un instrumento divino y trabajar para Él en la tierra.

Así pues, si quieres practicar asanas cinco o diez minutos al día para mantener tu cuerpo en forma, puedes hacerlo así. Pero si quieres hacer dos horas de Hatha Yoga antes de meditar, será una absoluta pérdida de tiempo.

From:Sri Chinmoy,El cuerpo: fortaleza de la humanidad, Agni Press, 1974
Obtenido de https://es.srichinmoylibrary.com/bhf