Pero yo no le recomiendo a quien tiene abundante trabajo que hacer en su oficina o en la escuela que medite seis o siete horas al día. Primero que todo, si el vital no es puro, inmediatamente creará problemas mayores que los logros de la meditación. La persona perderá su equilibrio mental y tendrá que ingresar en un asilo mental. Gradualmente, uno puede trabajar hasta llegar a seis horas diarias. Es como ejercitar el cuerpo; al hacer ejercicio todos los días desarrollas gradualmente tus músculos. Entonces te sientes fuerte y los demás sienten que eres fuerte. De forma similar, debes comenzar con quince minutos o media hora de meditación, y poco a poco ir aumentando. En el mundo espiritual, no puedes empujar o tirar o hacer cosas a la fuerza. Lenta y firmemente corres hacia la Meta. A cada paso debes sentirte seguro de lo que estás haciendo. Si has estado meditando media hora, puedes intentar meditar cuarenta y cinco minutos o una hora, pero por favor no intentes saltar de media hora a seis horas y media.
Si no puedes meditar durante seis horas, algo que de hecho no puedes ni debes intentar en este momento, me gustaría que antes de acostarte inhalaras conscientemente pureza en tu sistema durante cinco minutos. Durante el día han ocurrido gran cantidad de cosas erróneas. Impureza, fealdad, y muchas otras fuerzas no-divinas han entrado en tu cuerpo físico. Pero si estableces pureza en tu sistema por la noche, obtendrás un poco de sueño consciente, aunque no el tipo de sueño que obtendrás cuando hayas meditado por seis u ocho horas al día. Sin algo de pureza, lo que muchos llamamos sueño no es sueño en absoluto. Es muerte. Durante el sueño vivimos en el mundo de los muertos, el mundo de la inercia y la inconsciencia.From:Sri Chinmoy,El cuerpo: fortaleza de la humanidad, Agni Press, 1974
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