Pregunta: ¿Hay alguna manera de que podamos utilizar el tiempo en que dormimos para favorecer nuestro progreso, de manera que podamos llevar nuestra conciencia del día durante la noche con nosotros?

Sri Chinmoy: Cuando duermes, a veces tienes todo tipo de sueños del mundo vital, nada más que basura. ¿Por qué tienes estos sueños? Porque tu sueño no es profundo, porque no has entrado completamente en el mundo del sueño. Cuando te acuestas, quizás solo duermes realmente tres horas por noche. El resto del tiempo sigues dormido porque aún no es hora de levantarte. ¿Qué te hace dormir tanto tiempo? Es tu inercia, tu conciencia corporal. Tu conciencia corporal puede decirte que si duermes diez horas, al día siguiente podrás trabajar muy duro y resolver todos tus problemas. Pero el sueño no puede vencer tus problemas y dificultades. Solo tu aspiración consciente podrá despejar los problemas de tu vida. Si duermes ocho, nueve, diez horas, puedes solo olvidar tus problemas. Pero a la mañana siguiente verás que regresan con mucha más vehemencia.

Si entendemos la noche como algo para el confort, para el descanso pacífico, entonces la noche nos dará confort letárgico y no descanso colmador. El descanso colmador viene como resultado de la labor del día, del esfuerzo espiritual, del despertar espiritual. Durante el día hemos meditado, hemos trabajado muy duro. Ahora, el resultado de este esfuerzo puede ser usado durante la noche. Si intentamos sentir el resultado del día durante la noche, entonces veremos que el día ha entrado realmente en la noche. De lo contrario, día y noche serán como dos seres separados. El día ha desempeñado su papel hasta las siete de la tarde, y la noche comienza. Hemos jugado con un ser, y ahora tenemos que jugar con el otro.

Para las personas espirituales no hay noche. La noche, para nosotros, significa ignorancia, desconocimiento, inconsciencia. Para las personas espirituales todo es conciencia, todo es estado consciente. Si nos embarcamos en la vida espiritual, hemos de mantenernos despiertos y alerta en todo momento. ¿Cómo? Solamente prolongando la parte consciente de nuestra vida, que es el día. Cuando meditamos durante el día, somos energizados. Así que continuemos este sentimiento dinámico incluso en la noche. Consideremos la noche como algo energizante y colmador, como la prolongación del día.

Después de haber dormido una o dos horas, si nos despertamos y por algunos segundos sentimos que estamos conscientes pero no meditando, lo mejor es inmediatamente levantarse y meditar durante cinco, diez o quince minutos. En ese momento, hemos de intentar sentir que el día ha entrado en nuestra conciencia, que nuestro día ha comenzado ya. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que nuestra conciencia está completamente alerta; está despierta y vigilante, y no quiere dormir. El cuerpo podrá dormir, pero la conciencia está ya completamente despierta y meditando por nosotros. Si sentimos que estamos letárgicos y pesados, que nuestra mente no está funcionando, no tenemos que prestar ninguna atención a este pensamiento. Si sentimos que si nos levantamos no seremos capaces de trabajar al día siguiente, eso es un error. Sí que podremos trabajar. Siempre debemos intentar sentir que la noche puede ser transformada en el día a través de nuestra conciencia despierta.

¿Puedo contaros una historia divertida? En algunas comunidades espirituales, todos los miembros deben levantarse hacia las tres o tres y media de la mañana para meditar juntos. Cuando la Congregación de Ramakrishna fue establecida por primera vez, Vivekananda ordenó que todos debían levantarse a las tres y media para meditar, sin importar cuán alto fuera su rango. Si algún individuo no se levantaba a esa hora, los que estaban despiertos tenían permiso para rociarlos con agua insoportablemente fría. En una ocasión, el presidente de la Congregación, Rakhal (Brahmananda), no se sentía bien y no podía o no quería levantarse. Alguien informó a Vivekananda que Rakhal no se quería levantar. Vivekananda dijo: «La misma regla es válida para él. Vé y sácalo de la cama». Rakhal se enfadó mucho, y quiso abandonar la Congregación. Dijo: «Yo soy el presidente y este joven, uno de mis discípulos, viene y me insulta. Sabéis que estoy enfermo; de lo contrario no violaría vuestra regla. Me marcho. No quiero quedarme aquí».

Pero Vivekananda era muy listo. Le dijo: «¿A quién pertenece este lugar? Ramakrishna nunca me llamó hijo suyo; siempre solía llamarte a ti hijo suyo. La propiedad del padre pertenece al hijo. Este lugar es tuyo, es tu Congregación. Aquí está la misión de tu padre, la realización de tu padre. tienes que quedarte; yo me marcharé». Brahmananda no quería que Vivekananda se marchase, así que la situación fue resuelta. Esta historia muestra cómo Vivekananda logró establecer como regla inquebrantable, que todos se levantasen temprano en la mañana, sin importar la altura del rango. Y esto ayudó; sí que ayudó.

From:Sri Chinmoy,El cuerpo: fortaleza de la humanidad, Agni Press, 1974
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