He hablado acerca del peligro del miedo y la duda. Desafortunadamente, no tomamos estas cosas en serio. Simplemente decimos: «Ah, tengo la capacidad de conquistarlas, pues soy fuerte físicamente. Y la letargia es algo muy femenino, muy débil. Si quiero, puedo conquistarla». Este tipo de idea viene a nuestra mente. Pero la letargia, el miedo, la duda y todas las demás fuerzas no-divinas tienen un poder tremendo.
Mirad los celos. Todo el tiempo estamos recelosos, pero sentimos que si queremos conquistar los celos, podremos hacerlo en un momento. Este es nuestro sentimiento humano. Durante cuarenta o cincuenta años, durante toda nuestra vida, hemos estado recelosos de una u otra persona, pero sentimos que si queremos conquistar nuestro recelo, no tardaremos ni siquiera un día en hacerlo. ¡Tanta confianza tenemos en nosotros mismos! Pero intentémoslo, y veremos que nos llevará otros cincuenta años el conquistar nuestro recelo.
A no ser que hayamos conquistado algo que se interpone en nuestro camino, no debemos decir que podemos conquistarlo. Conquistémoslo primero; luego veremos nuestra fuerza. Sentimos que la fuerza no-divina es algo muy sutil y pequeño, algo que podemos aplastar fácilmente; pero es tan poderosa que sencillamente nos arruina. Agarremos a la fuerza no-divina y destruyámosla. Solo entonces podremos decir que somos fuertes.From:Sri Chinmoy,El cuerpo: fortaleza de la humanidad, Agni Press, 1974
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