Pero el ayuno nos puede ayudar a bajar de peso, a curar algunos de nuestros malestares físicos y a purificar nuestros nervios y nuestra mente. Muy a menudo comemos alimentos que no son saludables, y el pobre cuerpo necesita un poco de descanso y purificación.
Igualmente, cuando miramos a personas y a cosas no-divinas, sus vibraciones entran en nosotros desde la atmósfera y afectan nuestro cuerpo físico —la piel, los músculos, los nervios—. Si deseamos ayunar un día al mes para purificar nuestro sistema, eso es aconsejable.
Necesitamos pureza para apreciar la existencia de Dios en la tierra. Es en la pureza —en los pensamientos puros, las acciones puras, la conciencia pura— donde Dios habita. Ayunar puede ayudarnos considerablemente en la autopurificación. Y cuando la pureza entra en nosotros, nos acercamos más velozmente hacia nuestra realización de Dios. Pero este es solo el primer paso; el ayuno por sí solo no nos proporcionará la realización de Dios. Así que para la purificación, puedes intentar ayunar —tomando solo agua— una vez al mes. Ahora bien, solo estoy hablando desde el punto de vista espiritual. No sé nada acerca de tu constitución física. Si estás fuerte y sano puedes ayunar; de lo contrario, no es aconsejable. Pero incluso si no ayunas, si eres un buscador sincero puedes, una vez por semana, reducir la cantidad de comida que tomas. Esto puede hacerse especialmente los domingos, cuando no tienes que estar muy activo. El domingo, muchas personas se levantan tarde, así que fácilmente pueden olvidarse del desayuno. A la hora del almuerzo pueden decir: «Todos los días como. Si hoy como un poco menos, no me va a perjudicar en lo más mínimo». Luego, al atardecer, a la hora de cenar, pueden decir: «En la comida no comí la cantidad habitual, y no me perjudicó. Aún me siento muy enérgico. ¿Por qué no hacer ahora lo mismo?». Así que una vez por semana, especialmente los domingos, si puedes aligerar tus comidas te ayudará enormemente. Y no necesitas llevar un ayuno severo y tortuoso, algo que las verdaderas figuras espirituales no recomiendan.From:Sri Chinmoy,El cuerpo: fortaleza de la humanidad, Agni Press, 1974
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