Esta valentía no es la de alguien arrogante y brusco que golpeará a los demás para afirmar su superioridad; es totalmente diferente. Esta valentía es nuestra constante consciencia de adónde estamos entrando, de lo que vamos a llegar a ser y de lo que vamos a revelar. Hemos de saltar valientemente al océano de la espiritualidad, pero tenemos que saber que no estamos saltando a un mar de incertidumbre. La incertidumbre y la espiritualidad jamás van juntas. Cuando hablamos de valentía, tenemos que saber que valentía significa certeza.
No vamos a obtener la realización de Dios por cualquier medio, sino a través de nuestro constante autofrecimiento. El autofrecimiento es el arma más poderosa, puesto que en el autofrecimiento yace la verdadera valentía. Cuando sabemos, sentimos y comprendemos que Dios es nuestro y nosotros somos de Dios, obtenemos espontánea valentía afluyendo.From:Sri Chinmoy,Más allá-dentro (Una filosofía para la vida interior), Agni Press, 1975
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