Tenemos que saber lo que el alma y el cuerpo pueden ofrecernos. El alma puede ofrecernos la realización; el cuerpo puede ofrecernos la manifestación. Para manifestarse, el alma necesita al cuerpo. Para realizarse, el cuerpo necesita al alma. El cuerpo ofrece su capacidad en el servicio; el alma ofrece su capacidad en la meditación. De esta manera van perfectamente juntos.
La tierra es el campo de la realización y, al mismo tiempo, el campo de la manifestación. La realización de Dios únicamente puede alcanzarse aquí en la tierra, y no en otras esferas, no en otros mundos u otros planetas. Quienes se preocupan por la realización de Dios tienen que aceptar un cuerpo humano y entrar en este mundo. Asimismo, únicamente sobre la tierra y a través del cuerpo físico puede el alma manifestar su propia divinidad, que es Paz infinita, Luz infinita, Dicha infinita. El cuerpo necesita del alma; el alma necesita del cuerpo. Para la realización de la Verdad más alta, el cuerpo necesita del alma; para la manifestación de la Verdad más alta y más profunda, el alma necesita del cuerpo.
Si el alma no trata de inspirar e iluminar al cuerpo, este continuará ciego, ignorante, oscuro e impuro. Y sin la cooperación del cuerpo, el alma continuará sin manifestarse, casi inservible. A menudo vemos que el alma está implorando la realización y la manifestación a través del cuerpo, pero el cuerpo no le está respondiendo. Tal vez el cuerpo sea físicamente fuerte, pero si no está aspirando a la luz y la verdad interna que el alma puede ofrecerle, entonces el alma no puede colmarse.
El cuerpo y el alma no son inseparables sino complementarios. El alma puede existir sin el cuerpo, aunque no pueda manifestarse. El cuerpo no puede existir más que unas pocas horas sin el alma. Para su mutua plenitud, cuerpo y alma se necesitan el uno al otro.From:Sri Chinmoy,Más allá-dentro (Una filosofía para la vida interior), Agni Press, 1975
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