En el deseo y en ninguna otra parte mora la pasión humana. La pasión humana tiene un enemigo fatal llamado juicio, el juicio de la dispensación divina.
En la aspiración y en ninguna otra parte vive la salvación del hombre. La salvación del hombre tiene una amiga eterna llamada Gracia, la Gracia de Dios que todo lo colma.
El deseo es tentación. Alimentando a la tentación, privamos de alimento a la verdadera felicidad. La aspiración es el despertar del alma. El despertar del alma es el nacimiento del deleite sublime.From:Sri Chinmoy,Más allá-dentro (Una filosofía para la vida interior)., Agni Press, 1975
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