Pero el desapego es una cualidad espiritual; cuando estamos desapegados, nuestro físico, vital, mente y corazón están desapegados. Eso en mí que quiere atarte y eso en ti que quiere atarme desde dentro se están advirtiendo mutuamente: «Yo no soy la persona indicada para atarte y tú no eres la persona indicada para atarme. Hay alguien, el Divino, el Supremo, que es el único. Él es quien posee Luz, Paz y Dicha infinitas, así pues, corre hacia Él como estoy corriendo yo. Te ayudaré con mi capacidad interna, que es mi oración, mi meditación y mi concentración. Pero si te agarro y te reclamo con mi anhelo vital, físico y mental, no será ninguna ayuda en absoluto. En lugar de eso, déjame ofrecerte mi oración, meditación y concentración, y estas cosas tú tienes que ofrecérmelas a mí. De este modo nos fortalecemos mutuamente».
En el desapego, dos personas crecen juntas mediante la Luz de sus almas. Las cualidades de sus almas crean un puente sobre el cual pueden dirigirse a su objetivo común. El puente no es el objetivo, pero ambas lo utilizan. Dicen: «Caminemos juntos por el sendero que conduce a nuestro destino común». Por tanto, cuando estamos desapegados, nos hacemos sentir todo el tiempo que lo humano en alguien o lo humano en nosotros no es el objetivo, sino que ambos tenemos un objetivo común que hemos de alcanzar juntos con la aspiración de nuestro corazón y la Luz de nuestra alma. Tenemos desapego cuando utilizamos nuestra luz interna y realidad interna más que nuestra realidad física.From:Sri Chinmoy,Más allá-dentro (Una filosofía para la vida interior), Agni Press, 1975
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