¿Cómo puede la paz externa tener la misma capacidad que la paz interna? La paz externa puede tener la misma capacidad siempre y cuando la creación del hombre y la creación de Dios lleguen a ser inseparablemente una.
¿Cuál es la creación del hombre? La creación del hombre es el miedo. La creación del hombre es la duda. La creación del hombre es la confusión. ¿Cuál es la creación de Dios? La creación de Dios es el Amor. La creación de Dios es la Compasión. La creación de Dios es el Interés.
El miedo es la débil hormiga en el hombre. La duda es el elefante salvaje en el hombre. La confusión es el tigre devorador en el hombre.
El Amor de Dios por el hombre es la aspiración del hombre. La Compasión de Dios por el hombre es la salvación del hombre. El Interés de Dios por el hombre es la perfección del hombre.
La colmadora y colmada búsqueda de lo Real por el hombre, es la paz. Dios-el-Amor es el eterno Huésped del hombre en los más íntimos rincones de su corazón. Dios-la-Paz es el eterno Anfitrión del hombre en los más íntimos rincones de su corazón. Por eso podemos proclamar resuelta e inequívocamente que la amorosa y colmadora paz es nuestro derecho de nacimiento.
¿Cómo podemos tener paz, tan siquiera un ápice de paz, en nuestra vida externa, en medio del apresurado ajetreo de nuestras múltiples actividades? Fácil: hemos de elegir la voz interna. Fácil: hemos de controlar los pensamientos que nos atan. Fácil: hemos de purificar nuestras emociones impuras.
La voz interna es nuestra guía. Los pensamientos atadores son el clima oscuro e impredecible. La emoción impura es la tempestad interna. Tenemos que escuchar siempre la voz interior. Es nuestra protección segura. Hemos de ser cautelosos con los pensamientos que nos atan. Estos pensamientos tienen tremenda vitalidad; nunca debemos dejar que crezcan como montañas. Tenemos que afrontarlos y luego dominarlos. Estos pensamientos son absolutamente innecesarios. Hemos de abstenernos de la lujuria de la tempestad emocional; la emoción impura es frustración inmediata y la frustración es la antesala de la destrucción total, dentro y fuera.
¿Cómo podemos elegir la voz interna? Para elegir la voz interna, tenemos que meditar temprano en la mañana. Para controlar y dominar nuestros pensamientos no-divinos, tenemos que meditar al mediodía. Para purificar nuestras emociones oscuras e impuras, tenemos que meditar al anochecer.
¿Qué es la meditación? La meditación es la consciencia constante de Dios y la aceptación consciente de Dios por parte del hombre. La meditación es la ofrenda incondicional de Dios al hombre.
La paz es el comienzo del amor. La paz es la culminación de la verdad. La paz es el retorno al Origen.From:Sri Chinmoy,Más allá-dentro (Una filosofía para la vida interior), Agni Press, 1975
Obtenido de https://es.srichinmoylibrary.com/bw