El día en que siento mi existencia y mi corazón iluminador en todos, es el día en que me vuelvo inmediatamente uno en lo múltiple. Cuando recibo o hago descender la Paz de lo alto, inmediatamente siento que soy muchos, no uno. Entonces, cuando asimilo la Paz en mí mismo, veo que la Paz ha sido asimilada en todos nosotros. Entonces tengo un sentimiento consciente de unicidad, de la unicidad en lo múltiple y de lo múltiple como uno.
La paz llega a nosotros pero la perdemos porque sentimos que no somos responsables de la humanidad, o que no somos parte integrante de la humanidad. Hemos de sentir que Dios y la humanidad son como un gran árbol. Dios es el árbol, y las ramas Su manifestación. Nosotros somos ramas, y hay muchas otras. Todas son parte del árbol y forman un todo con las demás ramas y con el árbol. Si podemos sentir que tenemos con Dios y con la humanidad la misma relación que las ramas con sus semejantes y con el árbol en su conjuto, con seguridad vamos a obtener paz duradera.From:Sri Chinmoy,Más allá-dentro (Una filosofía para la vida interior), Agni Press, 1975
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