Os estoy diciendo todo esto desde el punto de vista estrictamente espiritual; debemos alcanzar un cierto nivel antes de poder rechazar la relación humana ordinaria. Muchas veces los discípulos en la India acuden a su Maestro y dicen que no hay ninguna alegría en la unión humana; luego, estos mismos estudiantes entran en la vida espiritual más profunda y obtienen la alegría más elevada y el deleite más puro a partir de la unión interna con su Amado Supremo.
El deleite y el placer son dos cosas diferentes. Si uno se preocupa por la vida espiritual interna, obtendrá deleite. Si uno se preocupa por la vida humana ordinaria, obtendrá placer. El placer va seguido inevitablemente por la frustración, porque en el placer no hay plenitud permanente. Pero el deleite en sí mismo es totalmente colmador. Únicamente obtenemos este deleite en la unión espiritual con el Divino, con nuestro ser interno. Debemos saber lo que queremos. Si queremos el placer, la unión entre el hombre y la mujer es suficiente durante un tiempo. Pero si queremos el deleite, que es el néctar de la Inmortalidad, la Dicha inmortal, entonces hemos de arrojarnos al sendero de la espiritualidad y establecer la excelsa unión entre el hombre y Dios.From:Sri Chinmoy,Más allá-dentro (Una filosofía para la vida interior)., Agni Press, 1975
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