El ojo de la entrega no ve el rostro de las fuerzas hostiles. Ve siempre el Rostro de la Compasión, la Protección y la Divinidad de Dios. La vida de entrega resuena divinamente veraz; está siempre llena de inspiración duradera, aspiración reveladora y realización trascendente.
La entrega es la sabiduría que ve y deviene la Verdad. La entrega no desea otra cosa que Dios. La entrega obtiene la esencia misma de Dios. Nada es tan práctico como la entrega, puesto que conoce el secreto supremo de que ofrecerse a Dios íntegramente es poseer a Dios absolutamente.From:Sri Chinmoy,Más allá-dentro (Una filosofía para la vida interior), Agni Press, 1975
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