12.2 - El Guru

El Guru

El hombre-Guru te muestra el Trono del Infinito. El Dios-Guru te hace sentar en el Trono.

El Guru es a la vez el suspiro de los discípulos no aspirantes y el éxtasis de los discípulos aspirantes.

Un verdadero Guru es el mendigo altruista, dedicado y eterno que suplica la Omnipotencia y la Omnipresencia de Dios para alimentar a sus discípulos inconscientemente hambrientos y conscientemente aspirantes, en perfecta conformidad con las necesidades de sus almas.

El Guru tiene únicamente un arma compasiva: el perdón. El discípulo tiene tres espadas desenvainadas: la limitación, la debilidad y la ignorancia. No obstante, el Guru vence con gran facilidad.

Una persona puede tener cientos de compañeros, pero un buscador espiritual tiene únicamente un compañero: su Preceptor.

El Guru es aquél que cierra la puerta conforme a la Voluntad de Dios y la abre a las lágrimas del discípulo.

¿Quién puede mostrarle al discípulo su verdadera Madre Patria? El Guru. ¿Cuál es el nombre de esa Madre Patria? Conciencia: Conciencia infinita, Conciencia todo-abarcadora.

Alcanzar la realización por uno mismo y solo es como atravesar el océano en una balsa. Pero alcanzar la realización a través de la Gracia de un Guru es como atravesar el océano en un barco rápido y fuerte que te transborda a salvo a través del mar de ignorancia hasta la Ribera Dorada.

Cuando vas a un médico, debes contarle todo sobre la enfermedad que estás sufriendo. De lo contrario, no podrá ayudarte plenamente. Del mismo modo, debes confesar con franqueza tus errores y delitos a tu Guru. La mera aceptación de un Guru, mientras secretamente te mueves y actúas a tu dulce antojo, puede no servir de nada.

No hay mejor modo para un discípulo de servir a su Guru que seguir su consejo.

El Guru es a la vez el origen de los logros de su discípulo y el muy fiel servidor del amor de su discípulo.

El Guru y el discípulo deben probarse uno a otro dulcemente, seriamente y perfectamente antes de su mutua aceptación. De lo contrario, si se equivocan en su selección, el Guru tendrá que bailar con el fracaso y el discípulo con la perdición.

El Guru es el consuelo para el desaliento del discípulo. Es también la compensación para la pérdida del discípulo, si hubiera alguna, durante el interminable viaje del buscador hacia la Meta todo-colmadora.

El amor del Guru por su discípulo es su fortaleza. La entrega del discípulo hacia su Guru es su fortaleza.

El aspecto maternal del Guru es el sacrificio.

El aspecto paternal del Guru es la compasión.

El trabajo real de un Guru es mostrar al mundo que sus acciones están en perfecta armonía con sus enseñanzas.

El Guru no es el cuerpo. El Guru es la revelación y manifestación de un Poder Divino aquí en la tierra.

From:Sri Chinmoy,Más allá-dentro (Una filosofía para la vida interior), Agni Press, 1975
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