Pregunta: Algunos dicen que deberíamos hacer caso siempre a la voz de la razón. ¿Puede comentar algo sobre esto?

Sri Chinmoy: Al principio muchas cosas quizá nos ayudan, pero más tarde pueden volverse obstáculos. El deseo fue un ayudante cuando nos levantó del mundo del letargo, pero se convirtió en un estorbo cuando quisimos entrar en el mundo de la espiritualidad. El desarrollo de la mente razonadora es necesario para quienes no tienen juicio alguno en absoluto, quienes no serán capaces de captar verdad alguna, quienes son solo un poco mejor que animales en su entendimiento. Pero, una vez que tenemos algo de capacidad mental, debemos comenzar a trascender nuestra servidumbre a la mente, haciendo descender la Gracia, la Paz y la Luz de lo alto para que la ilumine. Debemos ir más lejos, más profundo y más alto que el mundo de la razón —mucho más allá de la mente razonadora o intelectual—. La mente razonadora tiene que ser transformada en un dedicado instrumento del Supremo. La mente razonadora es realmente un obstáculo para un aspirante. Usar la mente se convierte en una limitación, porque la mente no puede aprehender lo Infinito. Si vivimos en la mente, intentaremos siempre circunscribir la Verdad; jamás podremos ver la Verdad en su propia forma. Solo si vivimos en el alma podemos abrazar la Verdad como un todo. Más allá de la razón está la Verdad. Más allá de los límites de la mente razonadora se encuentran la Verdad, la Realidad y la Infinidad. La razón tiene una Luz muy limitada, mientras que lo que queremos y necesitamos tiene Luz infinita. Cuando la Luz infinita amanece, la razón queda hecha añicos.

From:Sri Chinmoy,Más allá-dentro (Una filosofía para la vida interior), Agni Press, 1975
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