Austeridad

Austeridad no significa en absoluto tortura física; solamente una naturaleza diabólica puede disfrutar con la mortificación de la carne. Dios el Misericordioso no exige nuestra tortura física. Quiere que tengamos la luz espiritual de la sabiduría. Ni más ni menos.

Austeridad significa tener un cuerpo dedicado, una mente pura, un corazón amoroso y un alma despierta.

La austeridad externa crece en el suelo fértil de la sencillez, la sinceridad y la pureza. La austeridad interna crece en el fecundo suelo de la serenidad, la tranquilidad y la ecuanimidad.

La austeridad sáttvica no desea recompensa. La austeridad rajásica espera y exige ganancia, honor y fama. La austeridad tamásica quiere y aprecia la autoinmolación o la destrucción de otros.

Un buscador de la Verdad trascendental no puede caminar junto a las fuerzas del sexo. El buscador que camina a lo largo del sendero del autodescubrimiento y el descubrimiento de Dios ha de saber lo que es el verdadero celibato.

Citando a Krishnaprem: «Un celibato neurótico, con la denominada mente inconsciente llena de sexo frustrado, brotando en un tumulto de fantasía más o menos disfrazada, es la peor condición en la que estar para quien busca la vida interna. Tal condición, al igual que una debilidad corporal extrema, da origen a extrañas experiencias y visiones, pero impedirá muy eficazmente el verdadero avance por el camino. El sexo debe ser trascendido; no puede ser suprimido impunemente».

El capítulo termina hablando de modo conmovedor del Brahman. Brahman es divinamente nombrado mediante las tres palabras inspiradoras del alma: Aum tat sat.

Aum es el símbolo místico supremo. Aum es el verdadero nombre de Dios. Aum se encuentra en la manifestación cósmica y Aum se encuentra más allá de la manifestación, mucho más allá.

Tat significa «Eso», el Eterno Sin Nombre. Por encima de todos los atributos, «Eso» reina majestuoso.

Sat significa Realidad, la Verdad infinita.

Tenemos que cantar Aum y luego comenzar a desempeñar los deberes divinos de nuestra vida.

Tenemos que cantar Tat y luego ofrecerle a la humanidad todos nuestros logros, energizadores y colmadores. Tenemos que cantar Sat y luego ofrecerle a Dios lo que somos interna y externamente, nuestra existencia misma.

From:Sri Chinmoy,Comentario del Bhagavad Gita: el Canto del Alma trascendental, Rudolf Steiner Publications, Blauvelt, New York, 1971
Obtenido de https://es.srichinmoylibrary.com/cbg