No sabría decir quienes son estas personas. Hay cientos y miles que no son mis discípulos directos. Sin embargo, llaman a la puerta de la Conciencia Universal y reciben mi Luz y mi Compasión. Es por eso que ves mi rostro en el suyo. Ellos me ven y obtienen la ayuda de mi compasivo ser interno. En ese momento, una parte iluminada de mi ser, de mi existencia interna acude a ellos para darles algún consuelo, alguna pequeña iluminación, de forma que puedan tener una mejor existencia en el mundo de las almas y puedan regresar de nuevo para aspirar. Si observas a una persona moribunda y ves mi rostro, sabrás que esa persona es un buscador. No es necesario que sea mi discípulo. Si tiene una aspiración sumamente sincera, debido a mi Conciencia Universal, yo puedo estar allí.
Hay ocasiones en que mis discípulos meditan muy profundamente en mí y se identifican conmigo hasta tal punto que otros discípulos verán en ellos mi rostro. Su poder de concentración en mí es tan sincero, tan devoto, tan agudo y fervoroso, que justo en su rostro los discípulos verán el mío, incluso en el caso de mujeres. Esto ha sucedido varias veces.From:Sri Chinmoy,Muerte y reencarnación: El viaje de la Eternidad, Agni Press, 1973
Obtenido de https://es.srichinmoylibrary.com/dr