¿Por qué tantas personas sufren largamente antes de morir?

Sri Chinmoy: Muchas personas enfermas quieren morir porque su sufrimiento es insoportable y desean liberarse de él. Pero ¿por qué siguen existiendo y sufriendo? Porque la purificación de su naturaleza no se ha completado todavía. A través de la purificación, entramos en una vida superior y en una divinidad más plena. Aquí es donde opera la ley del karma. En nuestra serie de vidas pasadas, hemos hecho muchas cosas mal y, a través de esta tortura física, somos purificados. Esta experiencia es necesaria porque, a través de ella, despunta en la conciencia de la persona una nueva sabiduría. Pero cuando alguien sufre amargamente, no deberíamos pensar en sus acciones pasadas, en si llevó una mala vida o si tuvo un mal carácter y por ello está sufriendo. No, más bien identifiquémonos con la experiencia por la que está pasando. Cuando somos uno con la experiencia, obtenemos una verdadera satisfacción en nuestra existencia humana.

Además, debo decir que la ley del karma no es sencilla; por el contrario, es muy, muy complicada. Algunas almas son muy puras y espirituales y, a pesar de ello, sufren al morir. ¿Es debido a su mal karma del pasado? No, es porque se identifican con la humanidad y desean experimentar por si mismas el más amargo tipo de sufrimiento. La mayor parte de los grandes Maestros espirituales han tenido muertes muy dolorosas. ¿Por que? Habrían podido abandonar sus cuerpos por propia voluntad, pero no lo hicieron. En su lugar, contrajeron cáncer y otras enfermedades graves, y sólo murieron después de mucho sufrimiento. En su caso, lo que hacían era entrar en el sufrimiento de la humanidad e intentar sentir cómo ésta sufre. Si no entramos en el sufrimiento de la humanidad, todo es teórico; nada es práctico. Pero si la gente corriente sufre, vemos que es la ley del karma, la rueda del karma, lo que está actuando.

Sin embargo, si una persona muere por un repentino paro cardíaco, eso no significa necesariamente que fuera muy espiritual o religiosa. No; es porque Dios quiso tener esa experiencia particular a través de ella y, quizás también, a través de sus seres queridos, en ese momento determinado. Aquí no es una cuestión bueno o malo, de divino o no divino, sino del tipo de experiencia que Dios quiso tener en esa persona concreta. A fin de cuentas, todo lo que estamos viendo o teniendo es una experiencia de Dios.

From:Sri Chinmoy,Muerte y reencarnación: El viaje de la Eternidad, 1973
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