Muchas veces realizamos acciones malas y obtenemos los resultados antes o después. Pero también, hay momentos en los que sufrimos a causa de las fuerzas cósmicas. A veces, padres sinceros y muy devotos tienen hijos que son absolutamente no espirituales, no divinos e indignos. Podrás decir que, tal vez, los padres fueron igualmente no espirituales en su encarnación pasada e hicieron muchas cosas malas. En ciertos casos, los padres han sido malos en sus vidas previas pero, en otros casos, puede no ser cierto. En ocasiones, los buscadores sinceros son perjudicados por fuerzas hostiles, fuerzas animales que están actuando en el mundo. Cuando estas fuerzas no divinas, hostiles, que están merodeando alrededor se comportan como elefantes enloquecidos, o entran en una persona, la víctima sufre. Es como animales a nuestro alrededor golpeándose, disputando y destruyéndose unos a otros. Un elefante enloquecido, sea cual sea tu sinceridad y tu amabilidad, sencillamente te destruiría. Nunca se sabe cuándo están rondando estas bestias. De manera que, si un buscador sincero sufre, no se puede inmediatamente sacar la conclusión de que hizo algo malo en su encarnación pasada.
Si seguimos continuamente la vida espiritual nos mantendremos en el terreno del Poder divino, que es como una fortaleza. Estamos en su interior protegidos por Dios. Cuando fuerzas malvadas, no divinas, traten de atacamos, la Gracia divina les cerrará el camino. Las personas espirituales intentan siempre ser conscientes de la Compasión de Dios, la Bendición de Dios, la Luz de Dios, porque saben que pueden ser asaltadas por fuerzas no divinas, aunque no hagan nada malo. Y si lo hacen, saben inmediatamente que hay alguien que puede perdonarlos, que puede protegerlos, que puede elevar su conciencia; y este alguien es su Piloto Interno, o Dios.From:Sri Chinmoy,Muerte y reencarnación: El viaje de la Eternidad, Agni Press, 1973
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