“Hijo Mío, la diferencia es esta: un discípulo es el que solo piensa constantemente en la necesidad de su Maestro. Siente que su existencia misma sobre la tierra es solo para su Maestro. Cuando el Maestro le pide que haga algo por él, el discípulo dice, ‘Maestro, ya lo he hecho’. A decir verdad, lo ha hecho, porque intuitivamente ha sentido la necesidad del Maestro mucho antes de que el Maestro le haya pedido en el plano externo que haga algo para él.
“Un seguidor es el que quiere hacer lo que el Maestro le pide, pero le dirá: 'Oh Maestro, lo voy a hacer. Pero, por favor, dame algo de tiempo. Me has pedido hacer algo, así que lo voy a hacer, sin duda alguna, pero lo que me pides no es una tarea fácil; por tanto, llevará algo de tiempo. Pero te aseguro que lo haré. Ten fe en mí. No te decepcionaré y mucho menos te abandonaré. Si lo hago inmediatamente, tal vez no lo consiga, así que dame algo de tiempo. Lo haré sin falta.”
“Mi Señor Supremo, dime por favor la diferencia entre un admirador y un simpatizante.”
“Hijo Mío, esta es la diferencia: un admirador es el que admira al Maestro desde una distancia. No quiere involucrarse con las necesidades prácticas del Maestro. No quiere estar próximo al Maestro o cerca del Maestro, porque piensa que su proximidad podría ser explotada por el Maestro, o cree que si permanece cerca del Maestro verá sus defectos y disminuirá su admiración por él. Él admirará desde una distancia, pero no se acercará al Maestro, porque el Maestro podría pedirle un favor que él no este en posición o no tenga la voluntad de satisfacer. Nuevamente, teme que si el Maestro se comporta de un modo humano, la poca admiración que tiene por él podría no durar. Así que teme por su propia vida, su propia seguridad, su propio estándar, su propia realización. No quiere asociarse con el Maestro de una manera cercana, porque siente que el Maestro en su mundo de sueño es una cosa, mientras que en el mundo de realidad será algo diferente.
“Un simpatizante es el que conoce acerca de una figura espiritual y alberga una buena opinión acerca de ella. Lee sobre el Maestro en el periódico, lo ve en la televisión u oye acerca de él en la radio, y piensa que el Maestro es una buena persona. Pero el Maestro, la figura espiritual, nunca espera nada de un simpatizante; por consiguiente, él y el simpatizante permanecen a una cierta distancia.”
"Mi Señor Supremo, dime algo más sobre ellos.”
“Hijo Mío, cuando el Maestro navega su barca hacia la Ribera Dorada, el discípulo permanece en la barca, completamente uno con la voluntad del Maestro. Observa los movimientos de Maestro y le ve pilotar la barca; y todo el tiempo está rezando por la victoria y el éxito interno y externo del Maestro. Observa sin descanso cómo el Maestro está pilotando la barca y está aprendiendo del Él todo el tiempo su manera de hacerlo.
“El seguidor se sienta en la barca. Siente que tan solo por haberle dicho al Maestro que está siguiendo su camino, ya ha pagado su cuota y puede permanecer a salvo. Su promesa es su cuota; por consiguiente, el deber ineludible del Maestro es conducirle a la Ribera Dorada. Como ha comprado un billete, como tiene un asiento en la barca, siente que no debe estar pendiente; la barca le llevará a su destino. Por sí mismo, él no tiene que permanecer despierto; no tiene que ofrecer ninguna ayuda o ningún servicio externo o interno. Puede permanecer dormido, puede divertirse, pero el Maestro tiene el deber ineludible de hacer lo necesario, porque ha aceptado al discípulo.
“Un admirador es el que se acerca hasta la barca pero teme entrar. Teme que si se embarca en el viaje, algunos animales acuáticos puedan hacer zozobrar la barca o un huracán de duda pueda arrojarle fuera o destruir la barca. Teme que no será capaz de sobrevivir a la travesía.
“Un admirador observa el viaje desde la costa. Observa al Maestro y a sus discípulos en la barca. El Maestro está navegando desde esta orilla hasta la otra. El admirador observa y admira, pero está temeroso. Piensa que la barca puede zozobrar, por eso no se sube a la barca.
“Un simpatizante ni siquiera viene a ver la barca zarpar en su travesía. Se entera por otros, o lo lee en la prensa, o escucha en la radio o la televisión que el Maestro se ha embarcado en una travesía hacia una tierra desconocida. Si el Maestro triunfa, magnífico. Si fracasa, ¿a quién le importa? Un simpatizante en el mundo exterior no es otra cosa que un amigo en los buenos tiempos. Si el Maestro triunfa, dirá: ‘Yo lo conozco, es grande, bueno y amable’. Si fracasa, dirá: ‘Oh, yo lo conozco. Es inservible, por eso no quise seguir su camino’. Así que esta es la diferencia entre un discípulo, un seguidor, un admirador y un simpatizante.
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14 de julio, 1977Martin Van Buren High School
Hollis, Nueva YorkFrom:Sri Chinmoy,Aspiración-Everest. Vol.2, Agni Press, 1977
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