Temprano en la mañana, a las cinco en punto, quiero ofrecer con todo el alma un mensaje a mi Amado Supremo durante tres segundos. Este es el mensaje: “Oh mi Amado Supremo, Te amo a Ti y a nadie más. Te amo a Ti y a nadie más. Te amo a Ti y a nadie más”. A las doce del mediodía quiero ofrecer tres veces otro mensaje lleno de alma a mi Amado Supremo: “Oh mi Amado Supremo, Te necesito a Ti y a nadie más. Te necesito a Ti y a nadie más. Te necesito a Ti y a nadie más”. A las siete de la tarde, cuando llega la noche, quiero ofrecer un tercer mensaje lleno de alma a mi Amado Supremo: “Oh mi Amado Supremo, soy Tuyo y de nadie más. Soy Tuyo y de nadie más. Soy Tuyo y de nadie más”.
Tan solo quiero que me des nueve segundos al día, oh deseo mío, amigo de toda la vida. Si me concedes esta gracia, llegará el día en que te daré a cambio algo que nunca has imaginado y nunca has merecido. Te daré aquello que voy a conseguir: la alegría infinita de mi corazón para alimentarte, la luz infinita de mi alma para despertarte y la Belleza eterna, infinita e inmortal de mi Dios para iluminarte.
Oh amigo deseo, mi amigo de toda la vida, únicamente anhelo tener nueve segundos al día para estar completamente solo. Si satisfaces mi súplica, te daré cosas que de otro modo nunca podrías recibir en esta encarnación o en ninguna otra. Por eso, querido amigo deseo, concédeme mi súplica: tres segundos, tres segundos, tres segundos –nueve segundos al día, déjame estar conmigo, en mí y para mí. Durante nueve segundos al día quiero permanecer con lo Real en mí, en lo Real en mí y para lo Real en mí.20:05
4 de julio, 1977Reunión informal en casa particular
Jamaica, Nueva YorkFrom:Sri Chinmoy,Aspiración-Everest. Vol.1, Agni Press, 1977
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