Sustitutos

Nosotros sustituimos muy a menudo, pero Dios no necesita ningún sustituto. Cuando jugamos, si un miembro de nuestro equipo está lesionado, conseguimos en seguida un sustituto. Para todo lo que hacemos en la Tierra, estamos dispuestos a buscar un sustituto si la necesidad lo requiere. Pero en el caso de Dios, Él no necesita sustitutos. Nunca quiere un sustituto en Su Equipo. ¿Por qué, por qué?

Dios quiere que tú estés en Su Equipo y ocupes un puesto especial. Quiere que estés en un lugar concreto, que hagas una cosa en particular en Su Juego Cósmico. Puedes decir que hoy no te sientes bien, que hoy tu estado de ánimo no es muy alegre, que hoy estás mentalmente alterado, que hoy te domina la apatía. Puedes tener millones de razones para querer descansar y tener un sustituto.

Pero Dios dirá: “Quieres un sustituto pero, ¿no te das cuenta de que a cada persona le ha sido asignada una posición? En Mi Juego Cósmico, quiero que tú desempeñes un papel especial. Si Me ofreces un sustituto, éste se encontrará fuera de lugar; él tiene su propio papel que desempeñar. En el juego cósmico del fútbol, tal vez te pida que juegues de delantero y a tu amigo le pida que juegue de lateral derecho. Si sólo porque tu ánimo esta decaído, si sólo porque estás alterado, si sólo porque estás enfadado Conmigo, si sólo porque algo va mal quieres que alguien te sustituya ¿no crees que esa persona en particular estará fuera de lugar? Si la otra persona hace tu parte, no podrá hacer la suya. Si envías constantemente a un sustituto, si el mundo entero quiere enviar sustitutos, ¿cómo pueden desempeñarse entonces todos los papeles? ¿Cómo pueden ocuparse todas las posiciones que deben ocuparse en Mi creación?

“Jamás aceptaré un sustituto para ti en Mi Equipo cósmico. Tienes que jugar tu parte, al igual que él tiene que jugar la suya. Si lo saco a él para que te sustituya, su sitio quedará vacío. No, cada uno tiene que hacer su propia parte; sólo entonces podemos luchar contra la ignorancia. Si cada uno se encuentra en su posición adecuada, si cada uno juega incansable, con toda el alma y sin condiciones para complacerme, sólo entonces puedo luchar contra la ignorancia. Sólo entonces ganaremos la lucha crítica entre lo no-divino y lo divino, entre la oscuridad de la ignorancia y la luz de la sabiduría. Nunca aceptaré a un sustituto. Aceptar a un sustituto es debilitar el equipo. Si sustituimos a un jugador en particular, ¿quién va a ocupar el lugar que queda vacío?”

No puede haber sustitutos en el Equipo de Dios. Haz tu parte, deja que él haga la suya y deja que yo haga la mía. Sólo entonces nuestro Piloto Supremo, nuestro Capitán Supremo alcanzará inevitablemente la victoria. ¿Y para quién es esa victoria? No sólo para Él, sino también para nosotros; puesto que somos uno, eternamente uno. El Padre y los hijos son eternamente uno, la Madre y los hijos son eternamente uno. Por eso no puede haber sustitutos en el Juego Cósmico de Dios.

13:00

20 de julio, 1977

Centro Sri Chinmoy

Jamaica, Nueva York

From:Sri Chinmoy,Aspiración-Everest. Vol.4, Agni Press , 1977
Obtenido de https://es.srichinmoylibrary.com/ea_4