Acudo a Dios dos veces al día.
Por la mañana acudo a mi Amado Supremocon la entrega de una pelota de tenis.
Él me dice que estoy en mi camino a la perfección.Al atardecer acudo a mi Amado Supremo
con una cesta de flores de gratitud.Él me dice que soy todo perfección.
```From:Sri Chinmoy,Diez mil llamas en flor - 4, Agni Press, 1979
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