Pensé en hacer algo grande.
Dios dijo: «¡Bien, hijo Mío!».Pensé en hacer algo bueno.
Dios dijo: «¡Excelente, hijo Mío!».Pensé en volverme un abnegado servidor.
Dios dijo: «¡Perfecto, hijo Mío!». ```From:Sri Chinmoy,Diez mil llamas en flor - 4, Agni Press, 1979
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