Regáñame, mi Señor, sin descanso.
Insúltame, mi Señor, sin reservas.Pero, mi Señor, no olvides Tu Merced.
Tú me dijiste hace millones de añosque me otorgarías la capacidad
de amarte desveladamente;aún más, incondicionalmente.
```From:Sri Chinmoy,Llamas en Flor (Antología), Agni Press, 1985
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