El cuerpo externo de un Maestro podrá ser muy feo, pero en sus ojos verás todo cualidades divinas. Y si sus ojos están cerrados, tal vez no observes nada externamente, pero en lo profundo de ti sentirás una alegría interna que nunca habías experimentado antes. Ciertamente has sentido alegría antes, pero el tipo de estremecimiento interno que obtendrás en el momento en que estés ante un verdadero Maestro espiritual por primera vez jamás puede describirse. Y si ese Maestro es tu propio Maestro, entonces la alegría será infinitamente mayor.
Estás llamado a sentir todo tipo de cualidades divinas en el Maestro espiritual, siempre y cuando tengas aspiración. De no ser así, ya puedes sentarte delante del Maestro espiritual, hablar con él, tener todo tipo de amistad personal con él, pero no obtendrás nada. Es tu aspiración lo que permite que recibas todas las cualidades divinas del Maestro. Si no tienes aspiración, no importa lo que el Maestro tenga, no podrá dártelo.
Además, cuando hablas con un Maestro verdadero, tu propia sinceridad tiene que salir al frente. Esto no quiere decir que vayas a expresar siempre tu sinceridad. Tal vez mientas a pesar de que tu sinceridad esté empujándote, obligándote a decir la verdad. Pero cuando estás con un Maestro espiritual quieres al menos ofrecer tu sinceridad, aunque la insinceridad pueda venir y pelear contigo y a veces impedírtelo.
Cuando estás con un Maestro realizado, estás llamado a sentir que el Maestro te entiende; y no solo que te entiende sino también que tiene la capacidad de reconfortarte y ayudarte en tus problemas. Algunas personas sienten que no hay nadie en la tierra que las entienda. Pero si tienen la suficiente suerte de encontrar a una persona que las entienda, se dan cuenta de que, aun así, esa persona no puede resolver sus problemas porque no tiene luz interna, sabiduría interna, poder interno. Un Maestro espiritual no solo entiende tus problemas, sino que también tiene la capacidad en medida infinita para ayudarte en tus necesidades.
Cuando estás ante un Maestro espiritual, sentirás que él nunca puede ser separado de tu existencia interna o externa. Sientes que él es tu parte más elevada y quieres convertirte en él. Quieres llegar a ser una parte perfecta de su más alta realización, puesto que las cualidades divinas mismas a las que estás aspirando —Luz, Alegría, Paz, Poder— las tiene un Maestro en medida infinita.From:Sri Chinmoy,Las cumbres de la conciencia divina: Samadhi y Siddhi, Agni Press, 1974
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