La realización de Dios es como un árbol. Uno puede ir corriendo a tocar los pies del árbol de la realización y decir: «He realizado». Pero esta realización tan solo es tocar los pies del árbol. Uno es muy feliz al tocar los pies del árbol, porque ha visto que el fruto está allí, las hojas y ramas están allí; puede tocarlas, agarrarlas, sentirlas, y sabe que ha alcanzado su objetivo. Pero otra persona dirá: «No, yo no estoy satisfecho. Quiero subir un poco y sentarme en una rama. Entonces sentiré que he alcanzado mi objetivo». Él va un paso más arriba, de modo que su realización es superior naturalmente. Asimismo, habrá alguien que subirá hasta la rama más alta y comerá la deliciosa fruta que hay allí. Su realización es aún más elevada, porque no solo ha visto y tocado lo Altísimo, sino que de hecho ha escalado hasta lo Altísimo. Pero no tiene intención de descender, porque siente que en cuanto descienda será otra vez una persona ordinaria y estará atrapado en las redes del mundo ignorante. Siente que una vez que descienda, no será capaz de ascender de nuevo.
Pero hay otro tipo de alma realizada que no solo escalará hasta lo Altísimo para su realización, sino que descenderá con los frutos del árbol para el mundo. Volverá para la manifestación. Dirá: «No estoy satisfecho con sentarme en lo alto del árbol. Este no es mi objetivo. Lo que he recibido, quiero compartirlo con la humanidad». Él tiene la capacidad de ascender y descender a su antojo. Cuando desciende, trae la Compasión, la Paz, la Luz y el Deleite de arriba. Y cuando asciende, lleva a la humanidad consigo. Él pone a algunos seres humanos sobre sus hombros y asciende de nuevo. Él mantendrá a esas almas arriba y volverá a descender para tomar unas pocas más y subirlas sobre sus hombros. Su capacidad es infinitamente más grande que la de la persona que simplemente viene y toca el árbol. Su realización es la más completa.
En la India ha habido muchos maestros espirituales que estaban parcialmente realizados, que tocaron los pies del árbol pero no subieron a la rama más alta. Ellos son considerados muy grandes por el aspirante pero, cuando comparas su nivel con el de Sri Krishna, Cristo o Buda, tienes que decir que quienes solo tocaron el árbol, únicamente lograron una realización parcial.
Si un hindú toca una gota de agua del Ganges, tendrá una sensación de pureza. Pero si alguien tiene la capacidad de nadar a través del Ganges, naturalmente estará más convencido de que su cuerpo entero está purificado. Cuando se trata de la realización, también uno puede quedar satisfecho con una gota de néctar o puede decir: «No, yo necesito el océano ilimitado». Y también puede decir: «Este néctar sin límite no es solo para mí; es para todo el mundo. Quiero compartirlo con los demás». La realización del individuo que de hecho tiene la capacidad de compartir su altísima realización con los demás, es sin duda alguna superior a la de los otros dos.
Sri Ramakrishna solía hablar del jivakoti y el ishvarakoti. Jivakoti es el que ha realizado a Dios pero no quiere entrar en el campo de la manifestación otra vez. Una persona que tiene una balsa, un pequeño bote, puede cruzar el mar de la ignorancia por sí mismo, pero no puede llevar a otros. Pero el ishvarakoti, que tiene un gran barco, puede acomodar a cientos y miles de almas humanas y llevarlas a través del mar de la ignorancia. Él viene al mundo una y otra vez para liberar a la humanidad.From:Sri Chinmoy,Las cumbres de la conciencia divina: Samadhi y Siddhi, Agni Press, 1974
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