Pregunta: Si alguien ha realizado a Dios, ¿por qué va a querer abandonar el Deleite altísimo y descender a la oscuridad de la tierra para ayudar a otros?

Sri Chinmoy: Hay algunos Maestros espirituales que no se interesan por la manifestación de su Divinidad interna o, podríamos decir, por la manifestación de la Divinidad de Dios en la tierra. No se interesan por la transformación de la conciencia terrenal. Le dicen al mundo: «Si trato de ayudarte, tus miedos, dudas, ansiedades, preocupaciones, limitaciones y ataduras entrarán todas en mí. He trabajado muy duro para mi propia realización, así que lo mejor es que también tú trabajes duro para tu realización. Si trabajas duro, Dios nunca te negará los frutos».

Asimismo, hay algunos Maestros espirituales que sí se interesan por la iluminación de la conciencia terrenal. Ven que ellos están tomando la más deliciosa comida o bebiendo el néctar en el mundo interno, mientras que sus hermanos están privados de ello. Este tipo de Maestro se identifica con la humanidad y siente que es ocupación suya el despertar la conciencia de sus semejantes seres humanos, sus hermanos adormecidos. Si hay personas en la tierra que están cubiertas por la ignorancia y están gastando su tiempo en la ociosidad cuando realmente necesitan alimento, este Maestro siente pesar. Siente pesar de que esta gente quiera todavía permanecer en la ignorancia cuando podrían fácilmente ir más allá de las fronteras de la ignorancia. Puesto que un Maestro espiritual ha experimentado por sí mismo todo tipo de sufrimiento, él no considera a sus semejantes objetos de pena. Él se identifica totalmente con ellos. Él ha realizado a Dios pero él siente que a menos y hasta que todo el mundo esté realizado, él mismo es incompleto e imperfecto. Cuando se trata de necesidad personal, el Maestro no necesita nada más de Dios pero, por su Compasión, se vuelve parte integral de la humanidad.

Él dice: «Desempeñaré el papel de un padre». En una familia vemos que el padre trabaja muy, muy duro y acopia cierta riqueza, y entonces sus hijos no tienen que trabajar tan duro. Él da toda clase de ayuda material a sus hijos, y ellos obtienen el beneficio de su labor. Cuando un auténtico Maestro espiritual viene al mundo, ha trabajado muy, muy duro para realizar la Verdad, y posee Paz, Luz y Dicha sin límite en su vida interna. Él ofrece esta riqueza a sus hijos espirituales, porque ellos lo reivindican a él como suyo y él los reivindica a ellos. Aquellos que han establecido la unidad total con el Maestro e intentan satisfacer al Maestro conforme a su capacidad, aquellos que llegan a ser extremadamente cercanos a su Maestro, reciben lo que el Maestro tiene y es. Su realización depende enteramente del Maestro. Él es como el caso del padre que tiene millones de dólares. El hijo ha complacido al padre, por lo tanto el padre da al hijo su riqueza.

Asimismo, el padre observará siempre si el hijo es capaz de recibir el dinero y utilizarlo de una manera adecuada. Si ve que lo va a emplear de un modo adecuado, naturalmente le da el dinero al hijo. Pero si ve que el hijo despilfarrará diez dólares en lugar de utilizarlos para un propósito divino, naturalmente no derrochará su dinero en ese hijo sin valor. En el mundo espiritual también es así. Si uno es realmente sincero, si siente que puede existir sin cualquier cosa, pero no sin Dios, entonces para él es posible realizar a Dios en una encarnación con la ayuda de un Maestro espiritual, porque él va a utilizar adecuadamente lo que el Maestro le da.

From:Sri Chinmoy,Las cumbres de la conciencia divina: Samadhi y Siddhi, Agni Press, 1974
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