Cuando veo a mi Dios en la fe, Él es la Protección.
Cuando veo a mi Dios en el amor, Él es la Compasión.
Cuando veo a mi Dios en la voluntad, Él es la Visión.
Cuando veo a mi Dios en la alegría, Él es la Perfección.
Cuando veo a mi Dios en la verdad, Él es la Plenitud.
Mi respiración invoca a Dios vibrantemente; mi alma en silencio; mi corazón amorosamente; mi mente con vacilación; mi vital inconscientemente; y mi cuerpo temerosamente.
Hay dos horas elegidas por mi Dios para visitarme. Una, cuando mi vida fervorosa no se apresura; otra, cuando la llama ascendente de mi vida no descansa.From:Sri Chinmoy,Cantos del alma, Herder and Herder, 1971
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