Pero este nunca puede ser el caso de un guerrero divino. Él luchará hasta conseguir la victoria. Ahora bien, ¿qué queremos decir con «la victoria»? Es el establecimiento del Reino de Dios aquí en la tierra y no en algún otro mundo superior. Como él sabe que lo Divino es omnipresente, busca revelarlo en la vida cotidiana. Si no estamos satisfechos con el mundo tal como es, esa no es una razón para abandonarlo. Al contrario, deberíamos intentar cambiarlo –física o intelectual o espiritualmente– de acuerdo a nuestro propio desarrollo y nuestras propias capacidades.
Dios es la Perfecta perfección. Únicamente se puede alcanzar esta Perfección cuando existe una unión inseparable entre la Materia y el Espíritu, entre la Vida interna y la externa.From:Sri Chinmoy,Yoga y vida espiritual. El viaje del alma de la India., Tower Publications, Inc., New York, 1971
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