Aspiración-Everest. Vol.3

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Examen

“Mi Amado Señor Supremo, dime tan sólo una cosa para satisfacer mi curiosidad. Dices que no intentas examinarme, pero a veces tengo la impresión de que intentas hacerlo. ¿Es cierta esa sensación que tengo? ¿Intentas examinarme?”

“Hijo mío, para ser muy franco contigo, Yo no te examino. El examen no es una manera de enseñar a nadie. El examen sólo crea temor, un temor inadecuado en el estudiante, no importa lo brillante que éste sea. El estudiante teme que pueda suspender y sentirse avergonzado, y que entonces el mundo lo menosprecie.

“Lo que tú crees que es Mi examen, Yo lo llamo Mi juego de iluminación. No te examino para aprobarte o suspenderte. Simplemente quiero jugar contigo al juego de la iluminación para que no subestimes ni sobrestimes tu capacidad. Cuando subestimas tu capacidad, estás alimentando inconscientemente una falsa modestia, y cuando sobrestimas tu capacidad, estás haciendo amistad con una exorbitante ignorancia-frustración. Es igual de malo subestimar que sobrestimar la propia capacidad.

“En tu vida de aspiración y dedicación, cuando juegas al juego de la iluminación, has de sentir la necesidad de hacer salir tu llanto interno y también tu letargo de ignorancia. No sólo tienes que entregar la parte divina de tu existencia sino también la parte no divina.

“Así pues, lo que consideras Mi examen, no es un examen en el verdadero sentido del término. Es una ofrenda para tu auto-perfección. En tu estado de conciencia actual, tu mente ha acumulado hábilmente ignorancia y luz, falsedad y verdad, en tu conciencia física y en tu conciencia vital. Yo deseo que Me ofrezcas todo lo que tienes y todo lo que eres. Ha de ser una entrega integral de ti mismo lo que debes hacer. Mediante el proceso de la purificación y el auto-ofrecimiento de todo lo que tienes, obtendrás de Mí la iluminación. Lo que tienes para ofrecer es la belleza de tu corazón. Lo que ofreces es la belleza de tu propia existencia interna y externa. Tienes que ofrecerme tanto la belleza menor, a la cual llamas ignorancia, como la belleza superior, y Yo a cambio te ofreceré tu auto-iluminación.

“Este es el juego que hago contigo. Es nuestro juego de iluminación y nunca, nunca, nunca un examen –¡ni mucho menos! Es una iluminación conjunta.”

8:40
17 de julio, 1977
Jamaica High School Track
Jamaica, New York

Regalos

“Mi Amado Supremo, tengo algunos regalos para Ti. Mi primer regalo es mi llanto fervoroso. Mi segundo regalo es mi sonrisa fructífera. Mi tercer y especial regalo es mi corazón de unidad. Mi cuarto y super-especial regalo es mi llama de gratitud”.

“Hijo mío, soy todo gratitud hacia ti y también tengo para ti un regalo. Este es Mi regalo: te necesito infinitamente más de lo que nunca puedas imaginar. Contigo comencé el viaje de Mi Visión; contigo alcanzaré la Meta-Satisfacción de Mi Realidad”.

15:00
17 de julio, 1977
En tránsito de Jamaica, New York a Washington, D.C.

Quién es el ganador

¿Quién es el ganador? No aquel que gana, sino aquel que ha establecido su alegre unidad con el resultado, que es una experiencia bajo la forma de fracaso o de triunfo, un viaje hacia delante o un viaje hacia atrás.

¿Quién es el ganador? No aquel que gana la carrera, sino aquel que ama correr sin cesar y sin respiro con Dios, el Corredor Supremo.

¿Quién es el ganador? No aquel cuya gloria cantamos, sino aquel que encarna en abundancia la Luz de Compasión de Dios.

¿Quién es el ganador? No aquel que ha adquirido gran nombre y fama y acumulado gran fortuna, sino aquel que sólo necesita una cosa: la Satisfacción de Dios a la propia Manera de Dios.

15:05
17 de julio, 1977
En tránsito de Jamaica, New York a Washington, D.C.

Dos trenes

Dos trenes: el tren del deseo y el tren de la aspiración. El tren del deseo comienza en la estación del hambre-nadería y se detiene en la estación de la inanición-frustración. El tren de la aspiración comienza en la estación de la sed de espiritualidad y se detiene en la estación del banquete de iluminación.

Si eres un pasajero del tren del deseo, tal vez no sepas realmente lo que es bueno y lo que es malo para ti. Entrarás al tren del deseo sólo para sufrir. Si eres un pasajero del tren de la aspiración, no tienes que saber lo que es bueno y lo que es malo para ti, puesto que Dios mismo elige por ti. Así pues, una vez que has entrado en el tren de la aspiración, solamente prosperarás y prosperarás, tanto en el mundo interno como en el mundo externo. La prosperidad interna es el llanto sin aliento de tu corazón. La prosperidad externa es la sonrisa insomne de tu vida.

15:10
17 de julio, 1977
En tránsito de Jamaica, New York a Washington, D.C.

Quién está llamando

¿Quién está llamando? ¿Satán? No me molestes. Hoy tengo muchas cosas importantes que hacer.

¿Quién está llamando? ¿El hombre? Te ruego que vengas en otro momento. Desgraciadamente ahora estoy muy ocupado.

¿Quién está llamando? ¿Dios? ¿Por qué me avergüenzas Señor? ¿Necesitas Tú mi permiso para entrar en la habitación de mi corazón?”

“Hijo mío, quizá no estés totalmente preparado para recibirme. Tan sólo estoy llamando a tu puerta para informarte de que vendré otra vez a visitar tu habitación de gratitud, tu altar de entrega y tu auto-ofrecimiento de perfección. Hijo mío, tómate tu tiempo. No tengo prisa en absoluto. Pero sin duda alguna, vendré a hacerte Mi Visita plena de bendición”.

15:15
17 de julio, 1977
En tránsito de Jamaica, New York a Washington, D.C.

Desobediencia y penalización

Desobediencia y penalización: ¿son amigos inseparables? Sí, lo son. Nuestra madre Eva desobedeció y nuestro padre Adán desobedeció. Desobedecieron una vez, solo una vez, pero se vieron forzados a pagar una severa penalización, y la pagaron. Ay, y lo que es peor, nosotros, sus descendientes, estamos aún pagando la penalización, pagando por su desobediencia. ¿Es justo? Quizá lo es; quizá no lo es. A los ojos de la humanidad, la penalización fue, es y sigue siendo insoportable. En el Ojo de la Divinidad, esta penalización es más que insignificante si se compara con el insondable Amor, Alegría, Atención y Bendiciones que nuestros padres, Adán y Eva, recibieron de Dios antes de descender, o mejor dicho antes de caer desamparada e irremediablemente del Jardín del Edén.

El viejo amigo de nuestra vieja familia fue el pecado; pero por fin hemos reunido coraje, interno y externo, para tener dos nuevos amigos: un llanto de autofrecimiento y una sonrisa que deviene en Dios.

15:20 17 de julio, 1977 En tránsito de Jamaica, Nueva York a Washington, D.C.

El Secreto de Dios y el secreto del hombre

El Secreto de Dios es un Silencio sin principio. El secreto del hombre es un sonido sin fin.

El Secreto de Dios es dar lo que Él tiene: Compasión. El secreto del hombre es poseer de los demás lo que él no tiene: riqueza material, poder terrenal y otras cosas ordinarias.

El Secreto de Dios es crear y disfrutar divinamente una nueva Visión de Luz. El secreto del hombre es destruir todo lo que ve, destruir a todo el que conoce.

El Secreto de Dios es perdonar y olvidar constantemente. El secreto del hombre es nunca perdonar, nunca olvidar.

El Secreto de Dios es implorar con toda Su alma antes de sonreír satisfactoriamente. El secreto del hombre es llorar antes de morir y llorar mientras muere, por alcanzar el Cielo de Dios y ser recibido cariñosamente por Dios Mismo. Ante esto, Dios no sabe si sonreír o llorar. Por lo tanto, se ríe.

15:25
17 de julio, 1977
En tránsito de Jamaica, New York a Washington, D.C.

Algo falta

Algo falta. ¿Qué es? La gota de gratitud del hombre. Algo se encuentra. ¿Qué es? El altivo orgullo del hombre. ¿Quién lo necesita? ¡Nadie! No, ni siquiera la muerte que lo devora todo.

Algo falta. ¿Qué es? Las manos de servicio del hombre. Algo se encuentra. ¿Qué es? El sentimiento de indignidad del hombre. ¿Quién lo necesita? ¡Nadie! No, ni siquiera el peor tonto posible en la Tierra.

Algo falta. ¿Qué es? El árbol de responsabilidad del hombre. Algo se encuentra. ¿Qué es? El arreglo-satisfacción del hombre. ¿Quién lo necesita? ¡Nadie! No, ni siquiera el santo que es todo perdón. El santo esta deseando perdonar la ignorancia, pero jamás hará arreglo alguno con la ilusión-ignorancia.

21:10
17 de Julio, 1977
American University
Washington, D.C.

Fuera del camino

Estás fuera del camino. ¿Qué quiere decir? ¿Quiere decir que a partir de ahora estarás desvalido, desesperanzado e inservible? No, ni mucho menos. A partir de ahora, solo sucederá una cosa: la satisfacción de tu unidad con tu vital y tu vida vital. Tu vital ha trazado un sendero para ti y tú quieres caminar por ese sendero. Previamente caminabas por el sendero del alma. Ahí el alma era tu amiga-guía. Ahora tu vital será tu amigo-guía.

Cuando caminabas por el sendero de tu alma, Le hiciste muchas promesas a Dios, promesas internas. Esas promesas, a partir de ahora, no te verás obligado a cumplirlas. Dios, también, te hizo una promesa solemne, y Su promesa de que te otorgaría tu liberación consciente del engranaje de la ignorancia, y la unidad absoluta con Él, ha sido también retirada. Puedes decir que temporalmente, puedes decir que indefinidamente; depende de cuánto tiempo dure tu amistad con tu amigo-guía, el vital.

Ahora has dejado el camino del alma y has entrado en el camino del vital. Si criticas el camino del alma, si sientes que no hay nada que merezca la pena encontrar en el camino del alma, y que fue una terrible equivocación por tu parte entrar en ese camino, naturalmente te quedarás indefinidamente en el camino del vital.

Ahora has decidido que el camino del vital es el verdadero camino, el camino donde triunfarás, donde hallarás la satisfacción. Si esto es lo que sientes, no solo te equivocas sino que lo real en ti, el alma en ti, no aguantará tan absurda declaración. Tu alma se retirará indefinidamente. Pero si sientes que el camino del alma era duro, arduo y difícil para ti, y que has elegido este otro camino porque es un camino menor, un camino más fácil, entonces tu alma te perdonará y te esperará con paciencia absoluta. El alma siente que tu impotencia y tu desesperanza no es algo que deba ser alentado o justificado; ni mucho menos. Pero la compasión del alma lloverá sobre tu debilidad y te otorgará otra oportunidad en dos o cinco o diez años. No obstante, si pones trabas a la discriminación del alma, si criticas sus esfuerzos por ejecutar la Voluntad de Dios en ti y a través de ti, el alma se apartará de ti por bastantes años o incluso por toda esta encarnación. Puede suceder que este apartamiento llegue a prolongarse incluso durante bastantes encarnaciones —si crees en la reencarnación, claro—.

Cuando dejas el camino, es tiempo de despedida entre tú y tu alma. Cuando te vuelves uno con tu amigo-vital, tu alma se apartará. Cuando abandonas el camino, estás despidiéndote. Le dices al alma, “Algún día, en el futuro distante, nuestros caminos se cruzarán”. El alma, con profundo sentimiento, dice, “Así lo espero”.

6:45 18 de julio, 1977 Jamaica High School Track Jamaica, Nueva York

La desobediencia está a la orden del día

La desobediencia está a la orden del día. No importa lo que hago, no importa cuántas veces escribo sobre la desobediencia, no importa cuántas veces hablo de ella, parece que la desobediencia de los discípulos jamás terminará.

Ayer mismo hablé sobre la desobediencia, acerca de lo que sucedió cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios. Más tarde, cuando estábamos en el autobus, pedí a la gente que cantara. No hubo ni siquiera un cantante entusiasta. Culpé al líder de tu grupo en un cien por cien. Si el líder no tiene la obediencia y el entusiasmo necesarios, es realmente un doloroso shock. No culparé a nadie más si te vas a dormir o no muestras interés alguno. Pero si no hay movimiento entusiasta o acercamiento alguno al resto de los miembros del grupo por parte del líder, entonces me siento muy triste. Y por parte de los miembros también, dos o tres deberían haber ido a inspirar al líder a cantar. Ahora bien, yo soy el líder supremo. Cuando digo: “Haced algo”, si los discípulos no están de acuerdo, o se van a dormir, entonces cuidaré de ellos a mi propia manera. Pero el líder designado ha de ser responsable también.

Por una parte, les estoy llevando de aquí para allá. No tienen tiempo de practicar, y lo lamento. Pero, una vez más, siento que estas cosas son absolutamente necesarias para divulgar mi luz. Ayer muchas personas vinieron a nuestro concierto. Fueron sumamente receptivas. En el autobus tuvísteis un montón de tiempo para practicar, pero cualquier cosa que os complace, la hacéis. Lo que a mí me complace, no hubo tiempo de hacerlo. Por una o dos horas entrásteis en el mundo del entretenimiento. Eso es lo que hicísteis.

Cuando os quito tiempo y no podéis practicar, lo compenso. Pero cuando os pido que cantéis, en ese momento estáis cansados, desganados, exhaustos. Quizás penséis: esto no es nada; Guru no lo tomará seriamente. Pero incluso si os pido que os mováis una pulgada y no doy ningún motivo o razón, lo tomaré seriamente. Si no lo hacéis, queda grabado en la tabla de mi corazón. Vosotros no pensáis que os estoy pidiendo hacer algo importante; no estoy pidiendo que saltéis del Empire State para mostrarle al mundo que sois obedientes. Hacer algo llamativo a fin de mostrar vuestra obediencia, es fácil. Pero la verdadera obediencia ha de tener lugar en todo momento, en toda acción. Si necesito que os mováis una pulgada, por favor, sentid que este requerimiento es de capital importancia. Es como si os hubiera pedido todas las cosas. La mente dirá: “Esto es de lo más fácil. Si no lo hago, no pasa nada”. Pero si no hacéis algo extremadamente fácil ¿Haréis algo muy difícil?

De ahora en adelante quiero que toméis cualquier requerimiento por mi parte como un mandato divino. He tenido bastantes experiencias tristes. Incluso si os pido hacer algo en un tono ligero, debéis hacerlo. A partir de ahora, no importa quien sea el discípulo, si formulo un simple requerimiento, hacedlo. De lo contrario, vuestra desobediencia en el mundo interno estará cavando vuestra propia tumba. De ahora en adelante, por favor tomad mi requerimiento como un mandato divino que proviene conscientemente del Supremo Absoluto. Si no, me sentiré muy triste y molesto. Por la desobediencia de ayer culpé a vuestro líder al cien por cien. No culparé a otros, porque el líder es mi representante en un ámbito específico. No sé lo que haré con vosotros en el futuro si veo que la desobediencia reina suprema en vuestras vidas. Por tanto, por favor, por favor, no me desobedezcáis.

Vosotros no sabéis quién soy. Pero por suerte, o por desgracia, yo sé quien soy. Si sé quien soy para vosotros, para Dios, para el mundo entero, he de comportarme con vosotros de ese modo. Si estáis dispuestos a cantar conmigo y bailar conmigo, entonces, cuando digo: “Sentáos”, debéis hacerlo. Esta clase de obediencia es necesaria.

Y esto es aplicable a todos. Os demuestro tremendo amor, afecto, desvelo, todo. Incluso vuestra estúpida mente lo creerá algunas veces. El otro día ofrecí una charla sobre cómo usaré mi Cumbre de Justicia y no mi Luz de Compasión. Únicamente os pido que en esta vida hagáis o no hagáis una o dos cosas. Cuando os he pedido dos, tres, cuatro veces que no hagáis algo, luego me volveré muy estricto. Os daré una última advertencia, y si aún desobedecéis, os pediré que dejéis el Centro. Es muy, muy doloroso para mí, pedirle a la gente que ha estado con nosotros muchos años que se vayan. Pero hay una sola razón por la que pido a la gente que se retire del Centro, y es por la desobediencia. Aceptaré o toleraré casi todo excepto la desobediencia, porque la desobediencia es sencillamente como estar en mi contra. Hay dos ejércitos luchando. Cuando me desobedecéis abiertamente, os vais hacia el enemigo y lucháis contra el Supremo, contra la Voluntad del Supremo.

Por favor, por favor, os lo ruego, nunca desobedezcáis, especialmente cuando se refiere a vuestra vida emocional y vital, lo cual es destrucción inmediata. Si me desobedecéis en cualquier aspecto de la vida, en ese momento os perdono, pero cuando se trata de la vida emocional, os pido que no lo hagáis, especialmente en el plano externo. En el plano interno quizá podáis decir que no os llegó el mensaje. Pero en el plano externo, una vez que os lo he dicho, después no se puede negar.

Por eso, os digo a todos: por favor, por favor, no me desobedezcáis. Cuando lo hacéis, os estáis rebelando contra la Voluntad del Supremo en mí. Si estaís fuera del Centro, podéis disfrutar como queráis y hacer cualquier cosa que os guste. Pero cuando hay una rebelión dentro de nuestra dulce y pequeña familia, no lo podré tolerar. He pedido a dos discípulos que se vayan del Centro. Mi corazón se quiebra, pero me atengo a la Voluntad del Supremo. No tengo otra forma de tratar con esas personas.

Mañana puede ser vuestro turno si me desobedecéis. Tengo que ser muy estricto, por mi propia unidad con el Supremo. Entonces, no hay ni padre, ni madre, ni hermano, ni hermana, ni hijo. Si os pido hacer algo y no lo hacéis, tendréis ese mismo tipo de destino el día de mañana.

Uno de mis aspectos es cantar y bailar con vosotros. Soy vuestro amigo constante, vuestro amigo eterno. Asímismo, puede que os pida dejar el Centro, dejar nuestra dulce pequeña familia, para que no tengáis conflicto alguno entre vuestra vida espiritual y vuestra vida externa. Si he dado un aviso a algunos de los aquí presentes, por favor tomadlo como la última advertencia. Si continúan desobedeciendo, saben cuál será su destino. Por lo tanto, sed cuidadosos, sed cuidadosos, sed cuidadosos. Si hacéis lo correcto, sois absolutamente una joya dentro de mi corazón de gratitud. Pero si me desobedecéis, vuestra desobediencia os llevará lejos, lejos, muy lejos de mí. Y entonces estaréis totalmente perdidos —¡totalmente!—, y mi presencia faltará tristemente en vuestras vidas.

6:55 18 de julio, 1977 Jamaica High School Track Jamaica, Nueva York

El semáforo en rojo

El semáforo en rojo me desalienta cuando tengo prisa. El mismo semáforo en rojo sosiega mi vida cuando no tengo prisa.

Quiero disfrutar del soplo de vida del tiempo. El semáforo en rojo me dice que la vida no siempre es un camino llano. Me advierte para mi propio bien. De ninguna manera quiere impedirme manifestar la velocidad salvadora de mi vida y la realidad salvadora de mi vida.

El semáforo en rojo es mi verdadero amigo encubierto. En el mundo espiritual la luz roja es mi conciencia. Mi conciencia nunca me impide hacer lo correcto: tan sólo quiere que no haga cosas no-divinas. Siempre está deseosa de alertarme contra las acciones erróneas e inspirarme para la acción correcta.

Cuando no obedezco al semáforo en rojo, entro en un peligro alarmante, en las fauces mismas de la muerte. Asimismo, cuando no escucho los suaves, dulces y sonrientes dictados de mi conciencia, tal vez me encuentre con una abrumadora catástrofe en mi vida de aspiración. Mi conciencia no me desalienta ni me impide hacer lo correcto, pero me pide que me mantenga cauto para que el tigre hambriento del mundo animal-humano no me destruya.

Debido a mi conciencia, soy un ser humano. Si me guío por los profundos dictados de mi conciencia, veré únicamente el rostro de la satisfacción en mi vida. Esta satisfacción es el comienzo mismo de mi floreciente convicción. Cuando estoy satisfecho, florezco adelante. Cuando florezco adelante, siento que no sólo soy un instrumento sino el instrumento de mi Amado Supremo.

¡Te amo y te adoro por siempre semáforo en rojo! Eres verdaderamente el salvador de mi vida externa. Oh conciencia mía, te amo y te adoro porque eres verdaderamente la salvadora de mi vida interna. Gracias a ti, no me siento a la mesa con la noche de la ignorancia; estoy conduciendo sin peligro hacia la Luz de la Eternidad, la Belleza de la Infinitud y el Amor de la Inmortalidad.

8:15
18 de julio, 1977
Jamaica High School Track
Jamaica, New York

Ayer fue el momento

Ayer fue para mí el momento de simpatizar con la humanidad que sufre. Hoy es para mí el momento de expresar mi genuino interés por la humanidad confusa. Mañana será para mí el momento de ofrecer mi amoroso servicio a la humanidad deseosa. Pero ahora, ahora es para mí el momento de expresar mi unidad de corazón con la humanidad hambrienta.

Simpatía, interés, servicio, unidad de corazón: estos son los auténticos miembros de mi familia más íntima, y quisiera compartir estos miembros de mi familia más íntima con el resto del mundo, con la creación de Dios, con Dios la creación.

12:30
18 de julio, 1977
Centro Sri Chinmoy
Jamaica, New York

Ser divinamente grande

Ser divinamente grande es servir. Ser supremamente bueno es amar. Ser eternamente perfecto es clamar internamente sin descanso. Estar satisfecho a la Manera propia de Dios es devenir, consciente y constantemente, en un corazón rebosante de gratitud.

Lo humano en mí desea la grandeza. Lo divino en mí anhela la bondad. El Dios aspirante y ascendente en mí añora la perfección. El Dios amante y manifestante en mí implora la satisfacción.

Deseo llegar a ser un amigo muy íntimo y vitalicio de la grandeza, la bondad, la perfección y la satisfacción, pues a través de ellas, mi Amado Supremo sonreirá Su Sonrisa eterna y bailará Su Danza inmortal en mí y para mí. Que nuestra amistad no sólo complazca a lo humano y a lo divino en nosotros, sino que también complazca y colme a nuestro Amado Supremo en lo profundo de nosotros.

12:35
18 de julio, 1977
Centro Sri Chinmoy
Jamaica, New York

Si quieres ser grande

Si quieres ser grande, mantente ocupado aprendiendo todo –todo en cada cosa y todo de cada cosa.

Si quieres ser bueno, mantente ocupado desaprendiendo las cosas que has aprendido en el mundo del deseo y mantente ocupado aprendiendo todo en el mundo de la aspiración.

Si quieres estar únicamente en el mundo de la realización y no en el mundo del deseo o en el mundo de la aspiración, entonces no tienes que aprender ni desaprender nada. Sólo tienes que convertirte en lo que quieres llegar a ser. ¿Cómo puedes llegar a ser lo que quieres? Únicamente cuando sientas que tú solo nunca puedes hacer de ti mismo lo que quieres llegar a ser. Ningún poder humano puede hacerlo. Solo por la Gracia que viene desde arriba puedes hacer lo que quieres hacer y llegar a ser lo que quieres ser.

¿Cómo consigues esa Gracia? Consigues esa Gracia cuando viertes en cada momento lágrimas amorosas de gratitud al Supremo por lo que ha hecho por ti con Su Bondad infinita, y también por lo que, con Su Bondad infinita, no ha hecho por ti. Dios te ha dado muchas cosas con Su Bondad infinita, de manera que lo divino en ti pueda ser feliz. Así mismo, hay muchas cosas que Él no te ha dado por tu propio bien. Por lo que te ha dado y por lo que no te ha dado, debes crear un sentimiento de continua gratitud. Dentro de esa gratitud, estás destinado a verle, sentirle y llegar a ser uno con Él en la Vida integral de Su Divinidad.

12:40
18 de julio, 1977
Centro Sri Chinmoy
Jamaica, New York

Estamos agradecidos a Dios

Estamos agradecidos a Dios, porque Él está con nosotros aquí y ahora. Estamos agradecidos a Dios, porque ha creado dentro de nosotros un hambre genuina por Él. Estamos agradecidos a Dios, porque nos ha dado un largo tren expreso de esperanza. Estamos agradecidos a Dios, porque nos ha dicho numerosas veces que mantendrá Su Promesa. ¿Cuál es Su Promesa? Su Promesa es que Él no quedará satisfecho a menos y hasta que cada una de Sus creaciones Le satisfaga a Su propia Manera.

¿Cómo podemos complacer a Dios a Su propia Manera? En primer lugar, ahora no somos conscientes del modo de operar de Dios. Quizá sentimos que algo podría complacer a Dios, pero ¿cómo saber si lo que sentimos es correcto? Hay un modo de saber si estamos complaciendo a Dios a Su propia Manera: tenemos que sumergirnos profundamente en nuestro interior y destruir o transformar nuestro mundo de pensamiento y sustituirlo por fuerza de voluntad, diamantina fuerza de voluntad. Esta fuerza de voluntad viene desde lo profundo de nuestra alma y no desde nuestra mente.

Estamos en la Tierra aquí y ahora, únicamente para complacer a Dios a Su propia Manera. Es sin duda una tarea difícil, pero sólo obtenemos alegría cuando superamos los obstáculos. Si no atravesamos ningún obstáculo en nuestra vida, no habrá entonces satisfacción duradera. Si no procuramos hacer todo lo posible para complacer a Dios aquí y ahora, entonces no tendremos satisfacción de ninguna clase.

La meta de hoy es tan sólo el comienzo del nuevo viaje de mañana. Los logros del alma y la meta del viaje son inseparables. Cuando lloramos con gratitud, es el alma lo que actúa en nosotros y a través de nosotros, en el esfuerzo por superar los obstáculos de su viaje de progreso hacia Dios-la-Satisfacción. Y cuando sonreímos con gratitud, es la meta del viaje quien se ha vuelto una con el punto de partida de nuestra aspiración y con el horizonte siempre trascendente de nuestra aspiración.

12:45
18 de julio, 1977
Centro Sri Chinmoy
Jamaica, New York

Tres cosas inmortales

En el mundo humano hay tres cosas que siempre perduran. Estas son: el temor, la ansiedad y una mente dudosa y recelosa. Estas tres limitaciones humanas deben ser trascendidas tarde o temprano, si el aspirante quiere entrar en el mundo divino.

En el mundo divino hay tres cosas que indudablemente perdurarán siempre. Estas son: la fe, la valentía y el amor. Si un aspirante tiene estas tres cosas, no necesita nada más.

El temor, la ansiedad y la duda: estas cosas son inmortales de un modo negativo, destructivo, mientras que la fe, la valentía y el amor representan o encarnan la inmortalidad de un modo positivo. Un día lo humano en nosotros se trascenderá a sí mismo y aceptará lo divino en nosotros con toda su fe, valentía y amor.

19:00
18 de julio, 1977
En tránsito al Centro Sri Chinmoy en Connecticut

Nuestro Amado Supremo está preparado

Nuestro Amado Supremo está siempre preparado para guiarnos, pero somos nosotros quienes tenemos que cultivar el deseo de seguirle.

Nuestro Amado Supremo está siempre deseoso, mas que deseoso, de hacernos sentir que nos ama constantemente, pero somos nosotros quienes tenemos que cultivar el deseo de creer en Él.

Nuestro Amado Supremo siempre está preparado para ayudarnos a luchar contra la noche de ignorancia, pero somos nosotros quienes tenemos que sentir la verdadera necesidad de vivir en la luz de sabiduría y no en la noche de ignorancia. Sólo si queremos de verdad la luz de sabiduría, aceptaremos Su Servicio.

Nuestro Amado Supremo está siempre preparado y más que deseoso para clamar por que alcancemos la Cumbre-Realidad más elevada pero, a cambio, espera tan sólo una pequeña sonrisa fervorosa de nuestra parte. Si no Le ofrecemos una pequeña sonrisa fervorosa, Él no podrá crear un envase de receptividad en nosotros. Si no tenemos un receptáculo en nuestro interior, entonces, cuando Él implora por nosotros, no podremos verle implorar o sentir Su Llanto. Nuestro envase de receptividad permitirá que Su Llanto haga eco y resuene en las estancias más profundas de nuestros corazones.

Esto es lo que nuestro Amado Supremo anhela de nosotros para poder implorar y clamar, desde Sus propias Alturas siempre trascendentes, sólo por nuestra salvación, liberación, realización y perfección –por nosotros, sólo por nosotros.

19:05
18 de julio, 1977
En tránsito al Centro Sri Chinmoy en Connecticut

El mendigo de compasión y el héroe de justicia

La Compasión de Dios me dice que yo no puedo hacer nada sin Él. La Justicia de Dios me dice que Él me ha dado la capacidad necesaria para convertirme en lo que sincera y fervorosamente quiero llegar a ser. La Justicia de Dios no solo me dará lo que divinamente quiero tener, sino también la capacidad para llegar a ser tan perfecto como Dios Mismo.

El héroe en nosotros clama por la Justicia de Dios. El mendigo en nosotros clama por la Compasión de Dios. El héroe en nosotros sabe perfectamente bien que, si Dios ejerce Su Justicia, pronto podrá correr más rápido que lo más veloz y llegar a ser más sabio que el más sabio. Dios verterá abundantemente sobre él Su más excelente Altura de Cuidado y Deleite de Amor. Pero si no somos héroes, Dios está vertiendo constantemente Su Compasión sobre nosotros, a fin de hacernos grandes, buenos y divinos.

El mendigo en nosotros es también la holgazanería en persona. Mendiga, pero sólo por un rato; luego abandona por completo. No tiene la suficiente determinación para mendigar constantemente. El mendigo en nosotros quiere la Compasión de Dios sin condiciones. Dios puede dar Su Atención y Su Amor incondicionales al mendigo en nosotros, pero hay muchas posibilidades de que, una vez que lo hayamos conseguido, no lo apreciemos, porque nos fue dado sin condición alguna. Cuando Dios hace algo incondicionalmente y el hombre no hace nada para merecerlo, el hombre no lo valora. Por consiguiente, Dios siempre espera que hagamos algo –que lo intentemos, que imploremos– para que así valoremos Sus regalos. Dios puede darnos cualquier cosa que queramos, cualquier cosa que necesitemos, pero nosotros mismos no estaremos satisfechos, no estaremos complacidos, a menos que hayamos aportado nuestro grano de arena al Plan Cósmico de Dios.

Dios anhela fervientemente que algún día el mendigo en nosotros deje de mendigar y comience a elegir como un héroe divino, un héroe supremo que sabe lo que quiere y que, para conseguirlo, ofrece su cuerpo, vital, mente, corazón y alma como ardiente sacrificio. No debemos continuar siendo siempre como mendigos. Es nuestro deber ineludible el de llegar a ser héroes divinos y vivir la vida del supremo heroísmo. ¿Cuál es el supremo heroísmo? El supremo heroísmo es entregarnos sin cesar y sin condiciones, de manera que Dios pueda colmarse en y a través de nosotros a Su propia Manera. Cuando Él se colma a Su propia Manera, significa que está liberando, colmando e inmortalizando a Su dilatada y extensa Realidad Cósmica.

19:10
18 de julio, 1977
En tránsito al Centro Sri Chinmoy en Connecticut

Vivir en el mundo del deseo

Vivir en el mundo del deseo es vivir de puntillas. ¿Cuánto tiempo puede uno vivir de puntillas allí donde la ansiedad, la envidia, la preocupación, la tensión, el miedo y la duda reinan supremas? En el mundo del deseo, el veneno del individuo y el veneno del mundo se exterminan el uno al otro en secreto supremo. El mundo es exterminado por el veneno del individuo y el mundo extermina al individuo con su veneno. Este veneno nace de la envidia, la duda y el recelo.

Vivir de puntillas es olvidar la propia Fuente, que es también la Fuente de la Luz y el Deleite. Vivir de puntillas es hacer amistad consciente con el mundo negativo y destructivo, con el mundo de la tentación, donde la preocupación, la ansiedad, el temor y la duda se desenfrenan.

El único modo de dejar de vivir de puntillas es sentir que uno es la creación de Dios. La creación nunca puede ser desatendida por el Creador. Ni siquiera nosotros, como seres humanos ordinarios, destruimos una pequeña pintura que hemos creado. Así pues ¿cómo puede Dios el Creador, cuya creación no es sino una proyección de Su propia Existencia-Realidad, destruir el mundo? Cada individuo debe sentir que fue la necesidad del Supremo crearle, es la necesidad del Supremo mantenerle, y es la necesidad del Supremo colmarle de una manera divina.

En lugar de vivir de puntillas, puedes vivir en el corazón mismo del Orgullo divino del Señor, siempre que sientas que es tu propio deber, tu único deber, el dejar aparte tu necesidad personal y volverte uno con la Necesidad divina de tu Amado Supremo. Tu propia necesidad está ceñida al deseo y cuando es satisfecha, la destrucción amenaza de forma inminente dentro de ella. Por eso, si quieres encontrar tu verdadera satisfacción, encuéntrala en el lugar adecuado: dentro de la Cumbre de Compasión de Dios. Ese es el único lugar para descubrir tu derecho de satisfacción.

Estás siguiendo el sendero de la espiritualidad. Tu corazón es todo aspiración. En la vida de aspiración te preparas para una vida de entrega completa. No sólo entregarás tu vida de aspiración y tu vida de dedicación, sino también tu vida de deseo, tu vida de ignorancia, con la misma alegría, con el mismo amor, con la misma confianza, con la misma convicción. Sólo así no tendrás la necesidad de ocultarte de Dios o tratar de ocultar de Él tus pensamientos. Tú y tu existencia integral deben residir siempre en el Supremo. Esta es la única manera de que llegues a ser totalmente perfecto e inseparablemente uno con la Luz de Visión de la Eternidad y con el Deleite de Manifestación de la Infinitud.

19:15
18 de julio, 1977
En tránsito al Centro Sri Chinmoy en Connecticut

Fui un estudiante de la oración

Fui un estudiante de la oración, pero no puedo decir que disfruté de mis estudios. Cuando era estudiante de la oración, la ansiedad y la preocupación me mataron. A veces incluso el miedo y la duda me mataron.

Después me hice estudiante de la meditación. Cuando era estudiante de la meditación, a veces tenía confianza en mi meditación y a veces carecía totalmente de confianza. Por tanto, no triunfé de una manera notable. Puesto que la meditación es todo expansión de paz, expansión de luz, expansión de amor y expansión de unidad, podría haber progresado rápido, muy rápido. Pero no lo hice.

Cuando me hice estudiante del autofrecimiento, descubrí en seguida que ofrecerme a mí mismo estaba convirtiéndose en algo infinitamente mayor de lo que nunca había soñado, algo que yo nunca habría tenido la capacidad de adquirir. ¿Qué era? Una fructuosa vida de luz-visión que deviene en Dios y gozo-manifestación que manifiesta a Dios.

Quiero seguir siendo solo un estudiante del autofrecimiento. A las otras dos no las quiero, no las necesito separadamente. No las necesito como una existencia separada en mi autofrecimiento. Mi autofrecimiento incluye meditación, oración, todo. Por tanto, lo que siempre necesito es un llanto de autofrecimiento y una sonrisa de autofrecimiento.

19:20 18 de julio, 1977 En tránsito al Centro Sri Chinmoy en Connecticut

Quería decirle a Dios

Quería decirle a Dios que Le amo sinceramente. Lo tenía en la punta de la lengua. Pero, ¡vaya!, vino Satán. En cuanto vi a Satán, me olvidé por completo de decirle a Dios lo que me proponía decirle.

Quería decirle a Dios que Le necesito constantemente. Lo tenía en la punta de la lengua. ¡Lástima!, ¡lástima!, en ese mismo momento llegó Satán y destruyó mi inspiración. La presencia misma de Satán hundió toda mi alegría y me olvidé por completo de decirle a Dios lo que me proponía decirle.

Quería decirle a Dios que me convertiré incondicionalmente en Su instrumento más devoto. Mi discurso estaba totalmente planeado. Lo tenía en la punta de la lengua. ¡Lástima!, vino Satán con un injustificado ceño de desaprobación. Su enojo se llevó toda mi inspiración, toda mi alegría. De pronto, me sentí desgraciado, y disfruté hasta tal punto mi desgracia, que me olvidé por completo de decirle a mi Amado Supremo lo que me proponía decirle.

Quería decirle a mi amiga la ignorancia que ya no hablaría más con ella. Lo tenía todo planeado. Lo tenía en la punta de la lengua. ¡Ah!, ¿quién vino a fortalecer mi promesa? Mi Amado Supremo.

Quería decirle a la ignorancia que a partir ahora mi camino es el de la luz, que mi meta ahora es el deleite y que debo abandonar definitivamente la ignorancia. Lo tenía en la punta de la lengua. ¡Ah!, ¿quién vino a fortalecer mi promesa? Mi eternamente viejo, perpetuamente viejo y, al mismo tiempo, asombrosamente siempre nuevo amigo, mi Amado Supremo.

19:25
18 de julio, 1977
En tránsito al Centro Sri Chinmoy en Connecticut

Sólo vivía dos veces

He vivido sólo dos veces: una en el reino de los animales estranguladores y devoradores y otra en el reino de los seres humanos dudosos y recelosos.

Ahora estoy viviendo sólo dos veces: una en el mundo de la vacilación y otra en el mundo de la inconsciencia.

Estaré viviendo sólo dos veces: una en la sonrisa de mi corazón de gratitud y otra en el corazón de la Luz de Satisfacción de Dios.

Para crecer y experimentar más y más, para madurar espiritualmente, viviré sólo dos veces: una dentro de la planta de aspiración y otra dentro del árbol de realización y el fruto de realización.

De ahora en adelante me esmeraré por vivir en mi mundo de aspiración. Allí veré que mi Amado Señor está implorando y ascendiendo para poner al descubierto un nuevo mundo de luz, un nuevo mundo de promesa.

19:30
18 de julio, 1977
En tránsito al Centro Sri Chinmoy en Connecticut

Hoy cantaré

Hoy cantaré. Cantaré la canción de la Belleza de Dios en mi mundo interno. Cantaré la canción del Deber de Dios en mi mundo externo.

Hoy cantaré, pero no la canción que conocí muy bien, la canción de la frustración, sino una canción nueva, la canción de la iluminación.

Hoy cantaré únicamente acerca de la divinidad despertadora y manifestadora de mi Amado Supremo; nunca, nunca cantaré la canción del engrandecimiento de mí mismo.

Hoy cantaré la canción de la perfección en la vida finita aspirante.

Hoy cantaré la canción del Supremo, mi Piloto Supremo, dentro del llanto de lo finito.

Hoy cantaré, porque sólo así puedo acelerar el viaje de mi vida y hacer venir mi meta, lenta, firme e infaliblemente, más cerca de mi existencia-realidad.

Hoy cantaré la canción que acabo de aprender de mi Amado Supremo, que es la canción del auto-ofrecimiento continuo.

19:35
18 de julio, 1977
En tránsito al Centro Sri Chinmoy en Connecticut

El propósito de la vida

El propósito de la vida animal es la búsqueda de la individualidad y la separatividad. El propósito de la vida humana es la búsqueda de la unidad en lugar del sentido de separatividad. El propósito de la vida divina es la búsqueda de la perfección, la perfección en el mundo interno, la perfección en el mundo externo, la perfección en toda la creación de Dios. El propósito de la Vida del Supremo es la búsqueda de la satisfacción, la satisfacción que nutre a la realidad-cuerpo de Su creación y a la realidad-alma de Su Visión siempre trascendente.

La vida animal es siempre dañina. La vida humana es siempre dudosa. La vida divina es siempre fervorosa. La Vida del Supremo es siempre fructífera.

La vida animal me dice que peleando conseguiré todo. La vida humana me dice que siendo listo lo puedo conseguir todo. La vida divina me dice que dándolo todo, llegaré a ser todo lo que quiero ser y, aún más, complaceré a Dios a Su propia Manera. La Vida del Supremo me dice que sembrando la unidad, no sólo llegaré a ser todo sino que también podré ofrecer ese regalo todo-favorecedor, como un don, a la humanidad aspirante.

19:40
18 de julio, 1977
En tránsito al Centro Sri Chinmoy en Connecticut

¿Qué más puedo darte?

“Mi Señor Supremo, ¿qué más puedo darte? Te he dado mi día de deseo. Te he dado mi noche de frustración. Mi Señor Supremo, ¿qué más puedo darte? Te he dado mi cadena de ansiedad. Te he dado mi tren de inseguridad. ¿Qué más puedo darte, mi Señor Supremo?

“Mi Señor Supremo, Te he dado lo que he aprendido de mi mente terrenal. Te he dado lo que he hecho con mi hambriento y agresivo vital. Mi Señor Supremo, ¿qué más puedo darte? Te he dado mi cielo de esperanza. Te he dado mi sol de promesa. Mi Señor Supremo, ¿qué más puedo darte, qué más?”.

“Hijo Mío, no niego que Me hayas dado todas esas cosas que has mencionado. Pero no Me has dado lo que constantemente necesito de ti para estar totalmente complacido y colmado, que es el respiro de satisfacción de tu alma. Esto es lo único que necesito de ti. El resto de las cosas que Me has dado, Me han traído alegría, y haré lo necesario con ellas. Las transformaré y las convertiré en Mis divinos instrumentos. Pero lo que necesito de ti constantemente, lo que más necesito, todavía no Me lo has dado. Por eso, te estoy recordando que Me des el llanto de unidad de tu corazón, el respiro de satisfacción de tu alma”.

“¡Oh dulce Padre, oh Amigo querido, oh Barquero único que me lleva a través del río de la Eternidad hasta la ribera de la Infinitud! Dicen que soy mayor, porque ya paso de los cuarenta. Dicen que soy frío, que me he convertido en un producto acabado, que hace mucho tiempo que perdí mi vida inocente de niño, el llanto y sonrisa de mi naturaleza. ¿Es todo eso cierto?”.

“No, no, no hijo Mío. Eso está lejos, lejos de la verdad. Tú no eres viejo; eres atrevido. No eres frío; eres cálido. No eres viejo, porque en ti y a través de ti he creado un mundo de autorevelación y automanifestación para verme y disfrutarme del modo divino, supremo. Este modo es el arte. Tú no eres viejo. Cuando cruzaste la barrera de los cuarenta te hice Mi instrumento divinamente y supremamente elegido, y entré en ti para revelarme y manifestarme a Mí mismo en el mundo de la pintura y en el mundo de la música. Dos mundos gigantescos he creado en ti y a través de ti para Mi propia satisfacción.

“Tú no eres frío, eres cálido. Por tu calidez, tu calidez de unidad, el llanto ascendente de la humanidad y la sonrisa descendente de la divinidad te han aceptado como instrumento Mío, como Mi instrumento más complaciente y colmador.

“No importa la edad que tengas según el calendario terrestre, tú no eres viejo; nunca puedes ser viejo, y todos los que han llegado a ser inseparablemente uno contigo tampoco pueden ser viejos. Tus amigos de unidad, al igual que tú, no podéis ser nunca viejos en Mi Luz-Visión, puesto que estáis todos en Mi Barca Dorada. Mi propio Llanto de Aspiración en ti y a través de ti está siendo manifestado a la Hora elegida por Mí. Mi Llanto de Aspiración está resplandeciendo y ofreciendo refugio a incontables buscadores de la Verdad y amantes de la Luz y el Deleite.

“Tú no eres viejo, y todos los mayores de cuarenta que están contigo, en ti y por ti, son como tus hijos de cuatro años, puesto que tienen la misma calidez, el mismo afán de estar en Mi Barca. Me han ofrecido su afán y su calidez para estar en Mi Barca. Por eso nunca, nunca pueden ser viejos. Me han dado un acceso libre para soñar en y a través de ellos, y Yo estoy soñando en y a través de ellos. Cuando sueño en y a través de alguien, esa persona nunca puede ser vieja, porque Mi Sueño se está manifestando como una iluminadora y colmadora realidad que es eternamente nueva, eternamente iluminadora, eternamente colmadora.

“Una vida de sueño, de sueño divino, es siempre una vida de florecer, devenir y trascender. Todos vosotros en la Barca Dorada que sois mayores de cuarenta años, Yo estoy soñando en y a través de vosotros. Cada uno tiene un sueño especial. Este Sueño Mío en cada buscador-amante es Mi Respiro de Vida de nueva creación, nueva perfección, nueva satisfacción”.

20:00 18 de julio, 1977 Centro Sri Chinmoy Norwalk, Connecticut

Nota del editor para la primera edición

Durante los primeros veinte días de julio de 1977, Sri Chinmoy pronunció un centenar de breves charlas. Estas tuvieron lugar en sus conciertos públicos de esraj, en picnics, incluso en el campo de deportes de la escuela local después de sus entrenamientos matinales. Sin embargo, estas piezas apenas pueden realmente llamarse charlas. Poseen una cualidad rítmica, casi musical, que recuerda más al verso libre que a la prosa. Y lo más importante, expresan un flujo de ideas tan sutil y melódico que piden ser sentidas y asimiladas en un plano intuitivo. Antes de pronunciarlas, Sri Chinmoy entraba en un elevado estado meditativo y después hablaba improvisadamente. Estas charlas son, por tanto, expresiones de un estado de conciencia más allá del alcance de la mente: breves, iluminadores estallidos de Luz del ilimitado Sol de Realización del Maestro. Este es el tercer volumen de una serie de cuatro partes.

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Esta colección de libros puede ser citada utilizando la clave ea-3