Mente de confusion y corazón de iluminación, vol. 1

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Primera parte — Esperando fuera de la puerta de la eternidad: la mente

Pregunta: ¿Para qué propósito sirve la mente?

Sri Chinmoy: Nuestro cuerpo físico se está compuesto de cinco elementos. Estos elementos no son autosuficientes. Necesitan algo superior, algo más profundo y más consciente que los guíe, y esto es la mente. Un ser ordinario no puede sostener su propia vida si la mente no funciona para nada. Se vuelve inerte, indefenso. Sin mente en absoluto, uno no puede funcionar en el cuerpo físico. Tener un cuerpo físico no es suficiente; una mente es también necesaria.

Pero la mente tampoco es suficiente. La mente comete miles de equivocaciones. La mente nos dice que hagamos algo y cuando lo hacemos, el cuerpo resulta dañado. La mente tiene límites más allá de los cuales no puede ir sin la ayuda del corazón y del alma. Por eso que digo que cuando la mente ordinaria pasa a primer plano, hay que considerarla como un montón de imperfección y arrojarla en el corazón.

El corazón es como un mar de pureza. Si tengo una mente impura, trataré de atraparla y arrojarla al mar. Una vez dentro del mar, se perderá. En la iluminación del mar psíquico, los pensamientos mentales, los pensamientos impuros, los pensamientos no divinos, los pensamientos oscuros, serán todos iluminados. Una vez que es purificada, la mente se convierte en una verdadera ayuda para el alma y para la misión del alma. De lo contrario, seguirá siendo una constante frustración.

La Existencia, la Consciencia y el Deleite deben ir a la par para un ser humano perfectamente divino. Estos son comparables, de alguna manera, con la materia, la mente y el alma. En los seres humanos, la mente y la materia están bien desarrollados actualmente. Pero el alma, la divinidad en el hombre, está aún por emerger. Sólo muy pocos seres humanos han desarrollado una mente iluminada. Pero puede ser desarrollada mediante nuestra aspiración. Hasta que eso ocurra, el hombre será una criatura incompleta e insatisfecha.

Pregunta: ¿Existe alguna una correlación entre espiritualidad e inteligencia?

Sri Chinmoy: No hay un vínculo básico entre la espiritualidad y la inteligencia. No podemos atarlas juntas. Si consideras la espiritualidad como el vivo Soplo de Dios, entonces éste se halla también en la inteligencia humana. Pero la inteligencia y la disciplina mental no pueden servir al propósito de la autodisciplina espiritual para la realización del Ser.

La inteligencia es una cualidad de la mente humana, no algo que está en el alma. La mente no puede darnos, ni nos dará, nuestra verdadera riqueza; mientras que el alma sí lo hará. Aunque una persona pueda ser ampliamente culta e inteligente, no tiene por qué ser espiritual en absoluto. Hay personas extremadamente inteligentes, pero carentes del llanto interno. Si no tienen el llanto interno, nunca alcanzarán la Meta. La mente los llevará tan lejos como pueda, pero eso nunca podrá ser la Meta última. Esa Meta sólo puedes ser alcanzada mediante la aspiración psíquica.

Pregunta: ¿Hay causas kármicas para la inteligencia?

Sri Chinmoy: Sí. Así como todo debe cultivarse, generalmente la inteligencia ha de ser cultivada en una vida previa, a fin de que uno nazca con ella en esta vida. Si uno ha cultivado la inteligencia en encarnaciones previas, su mente externa tal vez no obtenga conocimiento sistemático de la escuela, pero su logro interno fluirá a través de su denominada mente ignorante.

Pero si el alma ve que la mente brillante de una persona se interpone en el camino de su progreso interno, el alma puede tomar la decisión de encarnar en su próxima vida en una familia muy sencilla donde la inteligencia no será desarrollada, con el fin de darle a la persona sencillez y la oportunidad de que su intuición se desarrolle.

Además, si alguien abusa de su inteligencia en esta vida, utilizándola para un mal propósito, tal vez no obtenga esa oportunidad de nuevo en su próxima vida. No necesariamente sucede que en cada vida uno será más y más inteligente.

Pregunta: No pensaba tanto en la inteligencia obtenida de los libros. Muchas veces conocemos a alguien que ha tenido muy poca educación formal o ha estudiado poco pero parece mostrar una inteligencia natural muy profunda. ¿Sería esto un signo de conocimiento intuitivo o conocimiento espiritual?

Sri Chinmoy: No, el conocimiento intuitivo y la inteligencia natural son dos cosas totalmente diferentes. El conocimiento intuitivo viene en virtud de experiencias internas pasadas. Es diferente de los flashes intuitivos. Para obtener conocimiento intuitivo, uno ha de entrar en el reino de la intuición y permanecer ahí. Uno ha de tener libre acceso al mundo de la intuición. Cuando se tiene intuición, se vive en la luz de la existencia divina. Pero la brillantez mental o la inteligencia natural que percibimos en nuestra vida cotidiana no tiene su origen en el mundo de la intuición. La intuición es algo mucho más profundo y elevado. En la vida humana ordinaria vemos a muchas personas que tienen inteligencia abundante. Pero esta inteligencia no es ni puede ser producto y efecto de la intuición. La intuición es totalmente diferente. La intuición es algo muy, muy elevado.

Pregunta: ¿Siente que el principal obstáculo para la iluminación espiritual es la mente y su funcionamiento?

Sri Chinmoy: La mente es uno de los principales obstáculos, pero la conciencia física no aspirante —el físico que está profundamente dormido— y el vital impuro y agresivo también son obstáculos serios. El alma es el hermano mayor de la familia y el siguiente es el corazón. El cuerpo, el vital y la mente son los hermanos menores y son bastante rebeldes. Pero llegará un día en que el alma podrá ejercer su autoridad sobre estos hijos indisciplinados. Cuando diga: «Te estoy diciendo que has hecho algo mal; tienes que hacerme caso», ellos escucharán los dictados del alma y se da darán cuenta de que el alma está en lo cierto.

El superior del cuerpo es el vital. El superior del vital es la mente. El superior de la mente es el corazón. El superior del corazón es el alma. El alma también tiene un superior: Dios. El alma escucha a Dios todo el tiempo. El corazón escucha muy a menudo los dictados del alma —muy a menudo pero no siempre—. La mente prácticamente nunca escucha al corazón, el vital no escucha a la mente y el cuerpo no escucha al vital. Pero el problema serio comienza para nosotros en la mente.

La mente es un gran obstáculo porque la mente no ve la luz de la Verdad como debe ser vista. En virtud de su identificación, el corazón ve la Verdad tal como la Verdad es, como la Verdad quiere revelarse. Pero la mente no hace eso. La mente quiere ver la Verdad a su manera y entonces empieza a dudar de su propio juicio. Si empleas el corazón, inmediatamente ves el universo entero —la Infinitud misma— dentro de ti. Pero si empleas la mente, ves todo lo inmenso como si estuviese fuera de ti. Si piensas en el infinito con tu mente, ya no es infinito; es todo limitado. Más allá de cierto punto, las concepciones de la mente ya no se extienden. Si usáis la mente, veréis de inmediato que estáis aquí y que todo lo demás está a alrededor, delante, detrás, encima o debajo de vosotros. Pero si usáis el corazón, inmediatamente, como un imán, veréis que habéis atrapado lo Inmenso y que está todo dentro de vosotros.

Hay muchos tipos de mente. Aquí en la tierra estamos utilizando la mente física y la mente intelectual, que son muy limitadas. La mente iluminada es la mente que es iluminada por la luz del alma con la ayuda del corazón. Esta mente es vasta y no es un obstáculo para el funcionamiento del alma. Esta mente es consciente de la capacidad del alma, de la realidad del alma y de la misión del alma, y con mucho gusto ayudará al alma. Pero la mente que la mayoría de la gente en la tierra está utilizando ahora es muy oscura, apagada y limitada. La mente intelectual sofisticada cree que lo sabe todo sin saber realmente nada. Pero la mente iluminada, la que está iluminada por la luz del alma, ha recibido el conocimiento del alma. Esa mente es una gran ayuda para nosotros.

Pregunta: ¿Cuál es exactamente la diferencia entre la mente física y la mente intelectual?

Sri Chinmoy: La mente física siempre está limitada a las barreras del cuerpo físico y sus actividades. No piensa en lo que está sucediendo en lugares lejanos o en algún mundo interior o en los cielos. Esta mente piensa constantemente en lo que vas a comer, lo que vas a decir, la ropa que vas a llevar, etc. Las actividades diarias más limitadas y burdas pertenecen al reino de la mente física.

La mente intelectual no se ocupa de nada en el mundo físico. Lee libros y piensa en la política mundial y realiza cálculos matemáticos abstractos y ese tipo de cosas. Está prácticamente a un paso de la conciencia puramente física.

Pregunta: ¿Tienen algún valor las discusiones intelectuales?

Sri Chinmoy: Las charlas intelectuales son buenas y útiles antes de haber entrado en la espiritualidad. Pero una vez que uno ha comenzado a concentrarse, a meditar y a obtener experiencias internas en virtud de su aspiración interior y superior, no debe aceptar el banquete de la razón. El banquete de la razón es venenoso para aquellos que quieren realizar la Verdad del Más Allá.

Pregunta: ¿Por qué es destructiva la mente?

Sri Chinmoy: Cuando Dios creó la mente, el corazón, el cuerpo y el vital, no quería que la mente siguiese su propio camino. Él quería y esperaba que la mente fuera parte integral de Su manifestación divina. Él le dio libertad limitada a la mente, al corazón, al cuerpo y al vital, pero esta libertad el cuerpo, el vital y la mente la usan mal. Cuando se nos da una libertad limitada, depende de nosotros ver cómo podemos usarla para tener más oportunidad de ir más lejos y más profundo. Si elegimos, en cambio, usarla para un mal propósito, eso no es culpa de quien nos dio esta libertad.

Supongamos que me das un dólar. Con esta libertad limitada en forma de dólar, puedo tomar un autobús a la iglesia para orar y meditar, o puedo ir a un bar y beber. La elección depende de mí. Cuando Dios le dio a la mente esta libertad limitada de elegir, Él quería ver cómo la mente en realidad usaría su libertad. Cuando el corazón obtuvo libertad limitada, inmediatamente sintió la necesidad de identificarse con lo Altísimo, de establecer una conexión con lo Altísimo, de expandirse, expandirse, expandirse. Pero la mente no hizo eso. La mente podría haber usado su libertad para un propósito dinámico: para construir el Palacio de la Divinidad en la tierra. Eso es lo que Dios quería. Pero desafortunadamente, cuando la ignorancia llamó a la puerta de la mente, esta abrió su puerta y, en vez de construir un palacio, la mente comenzó a romper y destruir.

Pregunta: Si el Supremo está en todo, también está en la mente. Entonces, ¿cómo puede ser mala la mente?

Sri Chinmoy: Hay dos mentes. Una es extremadamente agradable, extremadamente divina. La otra mente está en la conciencia física, que no es tan agradable ni tan divino. Cuando decimos que la mente no es buena, que el corazón es mejor, estamos hablando de la mente física que no nos deja expandirnos. Siempre dice: «De uno en uno, poco a poco, parte a parte». La mente parece ir muy rápido, pero has de saber que la mente piensa sólo en una cosa a la vez. No quiere abrazar la existencia como un todo.

La mente ve las cosas parte por parte. Si lo Infinito aparece ante ella, la mente tomará una parte del todo y dirá: «Esta es la verdad». Tomará una porción de lo Inmenso en lugar de aceptar lo Inmenso a su manera. Intentará escudriñar la Infinitud misma para ver si hay alguna imperfección en ella. Pero el corazón no hará eso. En cuanto vea lo Inmenso, el corazón correrá hacia ello como un niño corre para abrazar a su madre o padre. No le importa saber lo grande que su padre es. Él sólo sabe que este es su padre, y corre hacia él por la unidad de corazón que tiene con su padre. Un niño no tiene todavía una mente desarrollada. Su espontaneidad es la espontaneidad del corazón. Pero si un adulto sabe que su padre es muy grande, pensará: «Tengo que tener mucho cuidado en cómo trato con él, en cómo le hablo». Por entonces, la mente ha entrado en la relación. La mente está sujeta a su propio juicio cambiante, mientras que el corazón juzga en virtud de su sentimiento de identificación y unidad, y permanece fiel a sus sentimientos internos.

Incluso si el corazón ve imperfección, tomará esa imperfección como propia. Cuando la madre ve las imperfecciones del niño con una conciencia espiritual, siente que las imperfecciones de su hijo son también sus imperfecciones. Pero si emplea la mente, cuando la madre ve imperfección en el niño se enojará y dirá: «Oh Dios, ¿por qué me diste un niño tan poco divino?».

Dios está en todo, es cierto. Pero si ves un tigre frente a ti, ¿irás a darle la mano? ¡No! El agua es agua, ya venga del grifo o de un charco en la calle. Pero no beberás el agua sucia de la calle, porque el agua del grifo es más pura, más divina. Así mismo, sabes que Dios está en todo, pero también debes saber que el Dios que está dentro de un tigre no es para ser adorado ahora mismo porque aún no está manifestando la divinidad en un grado muy alto. El Supremo está también en la mente, pero cuando el Supremo está en el corazón, Él es más amplio, más amable, más compasivo. Cuando hacemos una comparación entre la mente humana y el corazón humano, vemos que el corazón es más divino.

La mente no es totalmente mala, pero estamos haciendo una comparación. Tenemos que saber que hay algunas cosas mejores que la mente. Tu corazón ama a Dios mucho más que tu mente. Por eso decimos que el corazón es mejor que la mente. Mejor que la mente es el corazón, mejor que el corazón es el alma. Cuando realices a Dios, tu mente estará bajo tu control. En ese momento la mente será muy buena. Pero ahora mismo la mente es tu jefe, y fácilmente puede hacerte sentir desgraciado. Cuando te vuelvas el jefe de la mente, verás que la mente se vuelve divina. En ese momento nunca diré que la mente es mala. Pero ahora mismo la mente que estás usando es la mente física. Cuando usas esa mente, si le sonrío a una de tus amigas, te pondrás celosa. La mente te dirá: «Oh, Guru no se interesa por mí». Pero cuando usas la mente pura, enseguida dirás: «Oh, ella es mi amiga después de todo. También merece recibir una sonrisa». Pero hasta que seas capaz de utilizar la mente pura, no tendrás sufrimiento, ni ansiedad, ni dudas, ni envidia si permaneces en el corazón. La mente te hace sentir que todos estamos separados, pero el corazón te hace sentir que todos te pertenecen. Por eso es mejor el corazón. Así pues, permaneced en el corazón, orad en el corazón, meditad en el corazón. Entonces progresaréis muy rápido.

Pregunta: Si la mente es tan mala, ¿cómo podemos deshacernos de ella?

Sri Chinmoy: No podemos decir categóricamente que la mente es mala y que debemos desecharla o descartarla. La mente es imperfecta pero podemos perfeccionarla. La mente es oscuridad pero podemos y debemos iluminarla. La mente desempeña un papel tremendo en nuestra vida humana, en la sociedad. En el mundo occidental, la mente ha llegado a un nivel muy alto de desarrollo. La mente es como un hermano mayor. Tiene más sabiduría que el vital agresivo y el físico dormido. Pero cuando hacemos una comparación entre la mente y el corazón, vemos todas las limitaciones de la mente física.

Dentro del corazón está el alma. Ese es su lugar especial de residencia dentro del cuerpo. Cuando queremos hacer algo adecuadamente, divinamente, tenemos que concentrarnos en el corazón para contactar con el alma. Por eso intentemos vivir en el corazón. Si podemos permanecer en el corazón obtendremos la capacidad de identificarnos con los demás, que forman nuestra parte más grande, nuestro ser más grande. En la vida espiritual queremos siempre identificarnos con lo Inmenso, desarrollar unidad inseparable con lo Inmenso. Esto es lo que el corazón puede hacer; la mente no puede hacerlo. Pero no descartaremos la mente; sólo intentaremos llevar la mente a un lugar adecuado, es decir a la iluminación del corazón y la iluminación del alma. Cuando la iluminación del corazón entra la mente, esta se vuelve un instrumento de lo más poderoso que puede ser utilizado de una manera divina.

La mente humana es un desarrollo maravilloso, pero llega un momento en el curso de la evolución en que vemos las limitaciones de la mente. La mente es necesaria sólo hasta que entramos en la región más profunda de la espiritualidad. En ese momento debemos ofrecer nuestra mente a nuestra alma y dejar que el alma ilumine o transforme la mente y le dé la capacidad de trascender sus barreras autoimpuestas o autocreadas. Como saben, hay una mente superior, una sobremente y una supermente. Mediante la guía del alma uno puede entrar en estas regiones superiores de la mente, pero mientras estemos atrapados en la mente física, todo seguirá siendo imperfección y esclavitud.

Ahora bien, ¿cómo podemos inspirar a la mente a entrar en el corazón? Si encontramos defectos en la mente, nunca podemos cambiarla y transformarla. Pero si apreciamos su capacidad para desempeñar un papel importante en el Drama cósmico de Dios, entonces podremos transformarla fácilmente. La mente, así como el corazón, es también importante para la plena manifestación de Dios en la tierra. Puede y debe convertirse en un instrumento elegido de Dios.

Pregunta: ¿Qué es eso en nosotros que se resiste a algo bueno o vasto a pesar de saber que nos ayudará y que es algo que realmente necesitamos?

Sri Chinmoy: Cuando vemos la inmensidad de la Realidad con nuestra mente física o con nuestro vital, estamos muertos de miedo. ¿Por qué? Porque nuestra mente y nuestro vital no tienen la capacidad de identificarse con lo inmenso. Están dispuestos a apreciar y admirar lo inmenso, pero cuando se trata de devenir o crecer en lo inmenso, tienen un miedo terrible. Apreciamos y admiramos muchas cosas, pero si alguien pregunta: «¿Quieres convertirte en eso?» decimos «¡No!». ¿Por qué? Porque entra el miedo. En todo lo que vemos se cierne ese miedo—ya sea miedo o duda—. Primero surge el miedo porque no sabemos cómo identificarnos con algo que está más allá de nuestra capacidad normal. Luego viene la duda y nos dice: «¿Es bueno hacerlo? ¿Vale la pena devenir en la inmensidad? Estoy bastante satisfecho». El vital tiene miedo y la mente tiene dudas. El vital está listo para golpear a alguien, pero mientras golpea tiene miedo de que la otra persona le devuelva otro golpe. Y la mente, en su ignorancia, está siempre deseosa de dudar de todo. Así que la mente física y el vital agresivo no son de ninguna utilidad en la vida espiritual.

Pero tenemos algo que nos salva y protege, y eso es el corazón. El corazón tiene la capacidad de identificarse con el insecto más pequeño posible, así como con el cielo inmenso. Cuando un poeta usa este corazón interior y mira al océano, siente su total unidad con el océano. Cuando mira al cielo, deviene totalmente uno con el cielo. Mira una montaña con su corazón y se convierte en la montaña misma en su vida interior. El corazón puede identificarse cualquier cosa, pequeña o grande. En la vida espiritual debemos usar el corazón si realmente queremos realizar lo Altísimo. El corazón es nuestro amigo sincero, nuestro devoto siervo. Nuestro viaje es seguro con el corazón. Si seguimos el sendero del corazón, nada se interpondrá en nuestro camino. Y tendremos en cada momento un sentimiento de satisfacción, porque el corazón está identificándose con alguna realidad inmensa, que tiene Paz, Luz y Dicha ilimitadas para ofrecernos.

Nuestro corazón aspirante es el representante de todo nuestro ser. Por eso tenemos que intentar seguir el camino del corazón. No encontraremos resistencia alguna del corazón, porque el corazón aspirante siempre está en sintonía con el alma. Es todo Luz. En la Luz no hay vacilación, no hay resistencia. La mente física todavía está en la oscuridad y no quiere salir de la oscuridad. El vital todavía está en la oscuridad y aprecia sus propensiones animales agresivas y no divinas. Pero el corazón que es puro, el corazón que ha recibido Luz desde el alma, está listo en cualquier momento para ofrecer su existencia al alma. Si podemos identificarnos conscientemente con el corazón, el corazón nos llevará a la Fuente real, que es Dios. Por tanto, intentad por favor emplear el corazón en vuestra vida de aspiracione, y no habrá resistencia, vacilación, miedo, ni duda.

Pregunta: ¿Cómo podemos rendir la mente?

Sri Chinmoy: Aquí en Occidente ejercitamos la libertad y el poder de la mente. Aunque el corazón y el alma se han entregado al Piloto Interno, la mente continúa dudando. La mente duda incluso su propia existencia y su propia formulación de pensamiento. Ahora bien, ¿qué deberían hacer mis discípulos al respecto? Cada uno de mis discípulos debe sentir que su camino es el camino del amor, la devoción y la entrega. En este camino, la mente física ha de ser o bien totalmente iluminada o bien totalmente ignorada. La mente intelectual es también venenosa. Si uno quiere entrar en la vida espiritual más elevada, también la mente intelectual tiene que ser trascendida. Tenemos que transformar la mente o bien descartarla colocándola en el Regazo del Supremo.

Si tenemos un pedazo de arcilla que está blando, deberíamos tratar de modelarlo. Pero si nuestro trozo de arcilla se ha vuelto duro y no se puede modelar, entonces debemos desecharlo. Del mismo modo, si ya no es posible reparar la mente, debemos desecharla. Pero si todavía es plástica y adaptable, deberíamos transformarla con la luz del alma y el sentimiento más profundo de unidad con el Maestro en nuestro corazón. Ésta es la manera más fácil de poner la mente bajo control. La luz del alma y la unidad del corazón tienen que entrar en la mente y hacerla sentir que, en lugar de estar totalmente estropeada, será iluminada y realizada. Entonces, hay todas las posibilidades de que la mente se vuelva una con el corazón y el alma. Como aspirantes espirituales, podemos vivir fácilmente en la tierra sin usar la burda mente física y la sofisticada mente intelectual. No actuaremos como imbéciles o animales; actuaremos como niños puros y sencillos. Y la mente intuitiva permanece aún para nuestro uso. Si podemos permanecer con la intuición, estamos a salvo. La intuición hará surgir automáticamente nuestra fe divina.

Sin embargo, podemos utilizar libremente la mente física en áreas que no entren en conflicto con las palabras o el modo de actuar del Maestro. En nuestra vida cotidiana hacemos muchísimas cosas en el mundo físico que no tienen nada que ver con las enseñanzas espirituales de nuestro Maestro. Recordamos no tocar la estufa caliente con la mano. Si hace frío, nos acordamos de ponernos un abrigo. Contamos el cambio cuando compramos algo. Nuestra mente física funciona inofensivamente en todas estas cosas. Pero en el caso de nuestra vida interior, cuando la mente quiere entrar en nuestra purísima aspiración, inmediatamente tenemos que ofrecer la mente física a los Pies del Supremo. Cuando la mente humana ordinaria y tosca nos abandona y la mente divina e iluminada la reemplaza, nos convertimos en la persona más rica en la vida espiritual.

Pregunta: ¿Por qué es la mente tan difícil de entregar?

Sri Chinmoy: La mente humana ha hecho amistad con la ignorancia. Está en complicidad con ella. No puedes desechar la mente por completo sólo porque está en complicidad con la ladrona ignorancia. No puedes cortarte la mano izquierda sólo porque no funciona bien. El cuerpo es un instrumento, el vital es un instrumento y la mente es también un instrumento de Dios. Si no perfecciono todos estos instrumentos, no puedo ser integralmente perfecto. Dios me ha dado manos, ojos, nariz, oídos y mente, entre otras cosas. Si no utilizo mis ojos, estoy privando a Dios, porque Dios está viendo a través de mis ojos. La mente también tiene que ser perfeccionada y utilizada divinamente.

Antes de que podamos utilizar la mente de manera divina, tenemos que sacarla de la ignorancia. Lo que realmente está sucediendo en nuestras vidas es que sentimos que la mente es superior a todo. Según nuestro entendimiento, la persona que tiene una mente brillante, el gigante mental, es un ser superior. Pero tenemos que conocer y aceptar las limitaciones de la mente. A menos que seamos conscientes de sus deficiencias, no intentaremos corregirlas. Seguiremos sintiendo que la mente es superior a todo, que la mente no ha hecho nada malo y que no puede hacer nada malo, que la mente es la jefa y nosotros sus obedientes servidores. Entonces estaremos siempre a merced de la mente. En un momento la mente dirá que este tipo es muy simpático; al momento siguiente dirá que es un idiota; y al momento siguiente dirá que es un criminal. La mente se contradice constantemente, y debemos bailar sobre las olas de su siempre cambiante superficie. Sólo si sentimos que nuestra mente humana actual es la imperfección en sí misma, trataremos de traer la perfección a la mente.

¿Cómo podemos entregar nuestra mente al alma o a nuestro Piloto Interno? Primero tenemos que conocer las limitaciones de la mente. No puede llevarnos muy lejos. Sólo puede crear grandes agujeros en el tejido de la realidad con su duda y sospecha. Entonces caemos en esos agujeros y perdemos nuestro sentido de la realidad. Una vez que somos conscientes de que la mente no está siendo utilizada de manera adecuada, pero que puede y debe ser utilizada para Dios, para el servicio de lo Divino, entonces habremos dado un paso adelante.

El siguiente paso es conocer lo que está oculto dentro de la mente —qué capacidades, posibilidades y potencialidades encarna ya la mente—. En la superficie, el océano es todo agitación, pero cuando observamos el fondo, el océano es todo paz y tranquilidad. De manera similar, la mente está llena de agitación, tensión y oscuridad en la superficie, pero cuando profundizamos en ella encontramos la mente iluminada, la mente intuitiva, la mente superior, etc. Estas mentes están constantemente expandiéndose, ampliándose y tratando de ayudar al tosco cuerpo físico a ver la Verdad, vivir la Verdad y devenir la Verdad. Si sabemos lo que la mente puede hacer por nosotros cuando se usa para un propósito divino, nuevamente habremos dado un paso adelante.

El siguiente paso es rendir la mente. Para conocer el secreto de la entrega de la mente, tenemos que estar seguros de la entrega del corazón. Muy a menudo, después de un arrebato de emoción sentimos que le hemos dado todo a Dios. Este arrebato emocional dura unos minutos o un día, pero no es la entrega total y absoluta del corazón. La entrega total y absoluta del corazón quiere decir unidad constante con el objeto de adoración dentro del corazón. Cuando el corazón se ha entregado realmente a Dios o al Guru, el buscador sentirá siempre unidad con el Guru o con Dios en su corazón. En ese momento el corazón se identifica totalmente con el Maestro o con el Supremo. Una vez que la entrega del corazón es completa, sentiremos que el alma ya ha logrado su identificación total con lo Absoluto dentro del corazón.

La identificación del alma y la identificación del corazón con el Supremo o con el Guru tienen infinitamente más fuerza que la sensación de separación de la mente. Dos están luchando contra uno, y estos dos son muy poderosos. ¿Por qué? Porque están conectados con lo Más Alto. El alma está conectada con lo Más Alto y siempre ha estado conectada con lo Más Alto. Y una vez que el corazón se entrega sin condiciones, también llega a conectarse conscientemente con lo Más Alto. Puesto que dos poderes divinos ya están conectados con lo Más Alto y tienen a la Fuente, al Supremo, como ayuda, ¿cómo pueden perder ante la mente? Naturalmente, el corazón y el alma vencerán.

¿Cómo puedes ayudarlos a conquistar tu mente física para que puedas ofrecérsela a Dios? Tienes que sentir durante tu meditación intensa que no tienes nada y que no eres nada más que el corazón. Siente que no tienes un cuerpo, que no tienes una mente, sino que tienes y eres sólo el corazón. Entonces siente que no tienes nada y que no eres nada más que el alma. Cuando puedas sentir que sólo eres el corazón y el alma y nada más, entonces trata de mirar en tu interior. Allí verás un vital incontrolable, que no es el vital divino sino el vital agresivo. Ve y ponte frente al vital con tu alma y con tu corazón. El vital apagado atacará inmediatamente al corazón y al alma. Pero al atacar a estos seres divinamente poderosos que están colmados de Luz divina, el vital incontrolado perderá toda su fuerza, tal como mi mano se rompería y perdería todo su poder si golpeara repetidamente una pared con toda su fuerza. Entonces tendrá que rendirse a la luz del corazón y del alma.

También verás el físico apagado que no te permite entregarte. Allí nuevamente debes ir y ponerte con la luz de tu alma y la luz de tu corazón. La burda conciencia física también comenzará a golpear al corazón y al alma, y también perderá todo su poder oscuro y limitado de esta manera, y se rendirá al corazón y al alma.

Ahora también la mente ha de ser conquistada. ¿Dónde está la mente? Sentiremos la presencia de la mente dondequiera que haya contradicción, limitación, duda, ya que este es el juego de la mente. Ahora te situarás delante de la mente con tu alma y tu corazón. La mente, con toda su duda, contradicción, limitación, frustración, ansiedad, tensión y todo lo demás, atacará sin piedad al corazón y al alma. Pero también ella perderá de este modo toda su fuerza no divina y tendrá que rendirse a la luz del corazón y del alma. Cuando alguien pierde una batalla, se rinde, y cuando se rinde, obedece la voluntad del vencedor. Así pues, cuando la mente, el vital y el físico se rinden al alma y al corazón, el alma y el corazón podrán utilizar a estos miembros de su familia para un propósito divino, para colmar lo Divino.

Comienza, pues, sintiendo que eres el alma y el corazón. Luego, confronta el vital, el físico y la mente con tu poder divino de luz. Todo tendrá que rendirse a la luz del alma y del corazón, puesto que el alma y el corazón están en comunión con lo Altísimo Absoluto.

Pregunta: ¿Podría explicar los niveles de la mente en relación con la entrega?

Sri Chinmoy: Empezamos con la mente física, que es la mente inferior. En la mente física todo es oscuridad, impureza, imperfección, esclavitud, ignorancia y limitación. Un poco por encima está la mente intelectual, que se ocupa de abstracciones y pensamientos más sofisticados. Aquí reinan la duda, la confusión y la contradicción. A continuación llegamos a la mente vacante. Aquí puede percibirse la esencia de ideas sin forma. Pero el pensamiento no puede entrar en la existencia en esta mente. Por lo tanto, no tiene oportunidad de ser asimilado y transformado. Después está la mente serena. Es como una extensión de mar. Los pensamientos erróneos pueden entrar aquí, pero no pueden crecer en esta mente tranquila. Si entran malos pensamientos, son asimilados en los buenos pensamientos y en la fuerza de voluntad divina. Luego viene la mente superior. En la mente superior los pensamientos son elevadores, constructivos, sutiles y progresivos. A continuación está la mente interior. En la mente interior el conocimiento del pensamiento creativo y la sabiduría de la luz interior actúan juntos. Luego está la mente intuitiva. La mente intuitiva es la mente de la Visión. De ella obtenemos revelación dinámica y creativa, pero no en forma de pensamientos como los conocemos en las mentes física e intelectual. Luego viene la sobremente. Aquí comienza la dualidad, comienza la multiplicidad. Dios es infinitas formas en la sobremente. Luego está la supermente, donde comienza la creación. Aquí no hay multiplicidad, no hay diversidad, sino un flujo de unidad. Todo en la supermente es uno, total, completo.

Estos son los aspectos de la mente. Todos estos niveles de la mente tienen que rendirse a la Voluntad del Supremo. Desafortunadamente, no se rinden juntos. La tosca mente física no puede ser una con la supermente, por lo que no se entregan juntas. No es posible. Los estudiantes de jardín de infancia estudian conforme a su capacidad, mientras que los estudiantes del colegio y la universidad estudian a un nivel mucho más alto. Cada nivel de la mente tiene que entregarse al Supremo individualmente. No pueden hacerlo simultáneamente porque su estándar es totalmente distinto. Pero tarde o temprano todos deben entregarse a fin de que tenga lugar la realización de Dios.

Pregunta: ¿Qué puedo hacer para fortalecer mi aspiración en la mente?

Sri Chinmoy: El único consejo que puedo darle es éste: si la mente está constantemente involucrada en nuestra aspiración, entonces no tendremos éxito. Supongamos que tienes dos hermanos. Uno de ellos está todo el tiempo enfermo, y el otro siempre está sano. Si piensas en el hermano enfermo todo el tiempo, tú también te sentirás enfermo. Si vas al hospital cuatro o cinco veces al día, es inevitable que sientas que también estás enfermo, aunque los médicos no encuentren nada malo en ti. Por tanto, si pasas la mayor parte de tu tiempo con tu hermano enfermo —es decir, la mente—, te verás afectado. Pero si pasas la mayor parte de tu tiempo con tu hermano fuerte, tu hermano sano —el corazón—, recibirás fuerza de él. Cuando te vuelvas fuerte al relacionarte con él, entonces tú y tu corazón —los dos hermanos sanos y fuertes—, podréis ir a ayudar al hermano enfermo.

Trata siempre de relacionarte con aquellos que son más fuertes que tú. No es que debas descuidar o evitar a los débiles, pero ahora mismo no eres lo bastante fuerte para ayudarles, y si te asocias con ellos te robarán la poca fuerza que tienes. Una vez que hayas adquirido la fuerza del corazón sano, podrás ir a la mente enferma y hacerla sana y fuerte.

Pregunta: Hay quien dice que deberíamos hacer caso siempre a la voz de la razón. ¿Puede comentar sobre esto?

Sri Chinmoy: Al principio, muchas cosas pueden ayudarnos, pero más tarde pueden convertirse en obstáculos. El deseo fue un ayudante cuando nos sacó del mundo del letargo, pero se convirtió en un obstáculo cuando quisimos entrar en el mundo de la espiritualidad. Desarrollar la mente racional es necesario para quienes no tienen cerebro en absoluto, quienes no serán capaces de captar ninguna verdad, quienes son poco mejores que los animales en su entendimiento. Pero una vez que tenemos cierta capacidad mental, debemos comenzar a trascender nuestra servidumbre a la mente haciendo descender la Gracia, la Paz y la Luz de lo alto para iluminar la mente. Tenemos que ir más lejos, más profundo y más alto que el mundo de la razón, mucho más allá de la mente racional o intelectual. La mente racional ha de ser transformada en un instrumento dedicado del Supremo.

La mente racional es realmente un obstáculo para un aspirante. Emplear la mente se vuelve una limitación porque la mente no puede captar lo Infinito. Si vivimos en la mente, trataremos constantemente de circunscribir la Verdad; nunca podremos ver la Verdad en su forma propia. Sólo si vivimos en el alma podremos abrazar la Verdad como un todo. Más allá de la razón está la Verdad. Más allá de los confines de la mente racional están la Verdad, la Realidad y la Infinitud. La razón tiene una Luz muy limitada, mientras que lo que queremos y necesitamos tiene Luz infinita. Cuando amanece la Luz infinita, la razón se rompe en pedazos.

Pregunta: ¿Si no utilizamos la mente, cómo sabemos si algo es cierto o correcto?

Sri Chinmoy: Si quieres saber si algo es cierto sin utilizar la mente, entonces medita en ello. Yo soy tu Maestro espiritual y tú eres mi discípulo. Si quieres asegurarte de que mis decisiones son correctas cuando te pido que hagas algo, en lugar de utilizar tu mente para desafiarme o contradecirme, deja que tu corazón aspire. Cuando el corazón aspira, la verdad será revelada automáticamente. Simplemente haz eso que te he pedido, y mientras lo haces entenderás la razón por la que te pedí que lo hicieras.

Pregunta: Lo único que tengo con lo que trabajar es mi mente. ¿Cómo puedo contactar con el alma si no utilizo mi mente para ello?

Sri Chinmoy: Puedes alcanzar el alma, pero no con tu mente. La mente nunca te llevará hasta el alma. La mente es una servidora del alma. Cuando el alma le dice: «¡Ven aquí!», la mente puede ir o puede huir. Pero la mente no tiene el poder de decirle al alma: «¡Ven aquí!».

La manera de entrar en el alma es con tu aspiración. Una vez que entras en la vida espiritual puedes hacerlo muy bien sin la mente. La mente dirá: «Si haces esto y aquello, estás perdido». Sencillamente cierra tus oídos y di que no quieres oír más. En unos minutos sentirás algo dentro de tu corazón diciéndote qué hacer. Cualquier sugerencia que venga del alma, simplemente síguela. Llegará un día en que todos los mensajes del alma o del corazón llegarán también a la mente. La mente tarde o temprano será iluminada por la luz del corazón, que procede del alma. Con la ayuda del corazón serás capaz de iluminar la mente.

La mente te dice: «Estoy aquí para satisfacerte». Pero el corazón dice: «Tu mente te está haciendo pequeño, más pequeño, lo más pequeño; débil, más débil, lo más débil. Por favor, trata de llegar al alma con la aspiración de tu corazón. Entonces serás capaz de iluminar la mente con la mayor eficacia». En la vida espiritual, lo mejor que puedes hacer es olvidarte de la mente al principio. Dale toda la importancia al corazón. Cuando recibas la luz del corazón, la luz del alma, entonces podrás iluminar la mente e ir mucho más allá de sus límites.

Pregunta: En Occidente somos educados para no aceptar nada a menos que haya sido probado. ¿Deberíamos tener una mente que acepte las cosas sin cuestionarlas y sin pensar?

Sri Chinmoy: Cuando le dices a tu hijo: «Soy tu padre», ¿por qué te acepta como su padre? Simplemente porque te cree. Cuando venimos al mundo, nuestro primer paso es creer. Cuando un padre le dice a su hijo: «Esto es fuego, esto es un cuchillo. No los toques porque te harán daño», el niño le cree. El padre no necesita demostrarle al niño que esas cosas le pueden lastimar. El niño no tiene necesidad de pedir pruebas. La fe sencilla que tiene un niño es la cosa más feliz. Las discusiones comienzan cuando su mente empieza a desarrollarse. Entonces puede empezar a dudar su propia existencia.

Pero en la vida espiritual, la fe no es mera creencia. Es la unidad de la verdad. Cuando tenéis fe, el Maestro no tiene que demostrar nada, porque sentís la verdad esencial de lo que dice, tal como en el mundo físico no tenéis que demostrar vuestra existencia a los demás porque ellos mismos pueden veros y sentiros. Su existencia se vuelve espontáneamente una con la vuestra, y no hay necesidad de ninguna otra prueba. En la vida exterior tenéis que demostrar lo que estáis diciendo. Pero en el campo de la conciencia, la verdad prueba su propia existencia. En la vida exterior, la verdad no prueba su propia existencia. Esto se debe a que nos relacionamos con el mundo exterior con nuestros sentidos externos. Por lo tanto, la verdad tiene que ser demostrada por algún tipo de percepción. Pero también tenemos sentidos internos. La mente tiene un pie en el mundo interno y otro en el mundo externo. Como sentido interno es inadecuada, y como sentido externo es incompetente. Así que ignoremos la mente y tratemos con el alma. Cuando permanecemos en el alma, la existencia misma de la verdad es su propia prueba.

Pregunta: Si me dijeras que puedes atravesar el océano a nado, yo diría: «Déjame verte hacerlo». No aceptaría el hecho de que puedas hasta que te viera hacerlo, y entonces, después de verte hacerlo, diría: «Bien, ahora puedes enseñarme».

Sri Chinmoy: De acuerdo. Pero si me pidieras que demostrase mi capacidad para nadar, deberías dejarme hacerlo a mi manera. Si me pidieras que te demostrase mi capacidad con las manos atadas a la espalda y los pies atados juntos, no creo que pudiera demostrarte nada. O si te negaras a dejarme entrar al agua, o cerrases los ojos y rehusaras a mirar mi demostración, no creo que pudiera probarte nada.

Un Maestro espiritual tiene una forma de probar la verdad de su filosofía o de su realización, pero debes dejar que lo haga a su propia manera. Yo te pediría que abandonases tus dudas, tus impurezas, tus apegos, tus deseos durante unos meses y meditases conmigo con sinceridad, devoción y con todo tu corazón. Si me permitieras probarme de esta manera, verías y sentirías muy pronto la verdad. Pero si dijeses: «No, no quiero que lo pruebe así; quiero que me muestre ahora mismo a Dios, la Verdad y la Luz ante mis propios ojos», ¿qué podría hacer yo entonces? Me vería impotente en ese momento. Podría traer a Dios, la Verdad y la Luz ante ti, pero si lo hiciera, en ese momento tus ojos internos estarían estrechamente cerrados y no verías nada; de modo que seguirías dudando de mi capacidad y mi verdad.

En el mundo externo necesitas ojos para ver si alguien está haciendo algo. Igualmente, en el mundo interno necesitas el tercer ojo para ver si alguien está haciendo algo internamente. Uno tiene que usar su propia visión interna para ver la autenticidad del Maestro espiritual. Los ojos externos sirven a la mente; son inútiles para ver cosas internas. Si quieres probar la autenticidad de un Maestro espiritual, medita y profundiza en tu interior, deja tu mente en silencio y trata de entrar en la Conciencia universal. Solo entonces verás si esa persona espiritual está diciendo la verdad o no. Solo entonces llegarás a ser un juez competente.

Pero no puedes esperar convertirte en un juez cualificado de la noche a la mañana. Para aprender a ser electricista, te pones en manos de una persona cualificada durante unos años y sigues cuidadosamente sus instrucciones. Al finalizar ese tiempo, si no te ha enseñado bien, puedes decir que no estaba cualificado o que no sabía lo que estaba haciendo. La realización de Dios es un tema infinitamente más difícil. Si una persona espiritual dice que puede conducirte a Dios, has de seguir sus instrucciones al pie de la letra durante al menos un año o dos incluso antes de vivir las experiencias preliminares que te mostrarán que estás en la trayectoria correcta. Si dudas de él desde el mismo comienzo, no te estás dando la oportunidad ni tampoco a él. Si tu maestro dice: «Yo he visto la Luz y te llevaré a la Luz», tienes que darle la oportunidad para que te lleve a la Luz. Tienes que ser paciente y ofrecerle completa obediencia. Yo uso la palabra «entrega», pero la completa obediencia es necesaria incluso para comenzar. Para ello, debes rechazar por completo la mente dubitativa. Con tremenda autodisciplina, tienes que forzarte a dejar de dudar, incluso aunque debas decirte que solo es temporalmente. «Dejaré de dudar durante dos años y daré a esta persona la oportunidad de que me muestre la Luz», te dirás. Pero si dudas de sus enseñanzas mientras intentas aprender de él, sencillamente estás destruyendo tus oportunidades.

En el mundo externo, cuando quieres ver algo, tienes que ir al lugar donde está mostrándose. En el mundo interno es así también. Cuando una persona espiritual dice que está haciendo esto o aquello, tienes que ir a su nivel, a su plano, a fin de poder verlo. Todo tiene que ser visto, sentido o juzgado en su propio mundo. Yo no soy juez de la ciencia porque jamás he entrado en ese mundo; no soy competente para juzgarla en su propio nivel. La verdad física ha de verse en el mundo físico, y la verdad espiritual ha de verse en el mundo espiritual.

Los occidentales tienen un problema especial con su mente desarrollada; es realmente una desventaja en la vida espiritual el tener una mente intelectual altamente desarrollada. Pero si la transformas y la transmutas, puede llegar a ser un instrumento muy útil. Quisiera contar un relato tradicional de la India sobre este tema:

Un buscador que había estudiado miles y miles de libros espirituales acudió a un Maestro y le dijo: «Maestro, he estudiado todo lo que los libros pueden enseñar, y ahora deseo aprender de usted».

El Maestro dijo: «No estás preparado para ser mi estudiante».

El buscador pregunto: «¿Cómo puede ser que no esté preparado? Aquí tiene toda clase de personas ignorantes como estudiantes suyos, mientras que yo he estudiado muchos libros y todas las escrituras».

El Maestro le contestó: «Porque lo que has aprendido, ahora lo tienes que desaprender, mientras que ellos no tienen nada que desaprender. Tú tienes una carga gigante sobre tus hombros; a menos que te la quites de encima, no aprenderás nada de mí. Pero estos inocentes estudiantes míos no están cargados con la información de los libros; ellos están frescos».

Entonces el Maestro pidió al aspirante que le trajera un almanaque y lo abriera en una página particular: «Aquí dice que a esta hora lloverá abundantemente. Ahora, estruja el papel. ¿Está lloviendo aquí? Estruja todo el libro. ¿Está lloviendo? Has estrujado el libro tan fuerte como has podido, pero no hay lluvia. El conocimiento de los libros es conocimiento teórico. Solo la experiencia es conocimiento práctico. Sencillamente, desaprende todo lo que has aprendiste durante tantos años, y estarás preparado para ser mi estudiante».

Los Maestros de la India a veces son muy, muy estrictos, o tal vez deberíamos decir muy rudos, cuando sus estudiantes llegan con preguntas intelectuales. A veces los desdeñan sin piedad para mostrarles que la innecesaria intelectualización solo será un estorbo en su desarrollo espiritual.

Pregunta: Guru, las muy hermosas cualidades espirituales de las que hemos hablado y sobre las que hemos leído durante tanto tiempo, yo no las siento realmente. ¿Qué pasa conmigo?

Sri Chinmoy: He dicho repetidamente que si vives en la mente, no importa cuántas veces hayas visto la Luz o sentido la Verdad, dudarás y negarás tu experiencia. Desde que has venido a nuestro camino, te aseguro que has visto la Luz al menos diecisiete veces. Cuando la ves, la visión dura cinco, diez o quince minutos. Luego, en tu camino a casa, empiezas a discutir contigo mismo sobre si has visto Luz o no. Tu mente empieza a pelear con tu propio logro. Pero cuando estás meditando aquí, ves la Luz y sientes la Luz. Puedo decir esto en virtud de mi propia unidad contigo. Si dices que estoy equivocado, yo diré que tú estás equivocado, porque nadie en la tierra puede engañarme. Puedo entrar en ti más rápido de lo que tú puedes entrar en ti mismo. Sé que al menos diecisiete veces has visto la Luz y sentido la Verdad. Desgraciadamente, cuando estas experiencias entran en tu mente, esta discute y critica constantemente tus propios logros. Se regocija en sospechar de tus logros.

Incluso aquellos que han entrado en nuestro camino espiritual hace diez o quince días han visto Luz y han sentido la Verdad dentro de su existencia. Quienquiera que haya venido a este Centro, quienquiera que esté conectado con nosotros, ya ha sido bendecido por el Supremo con Su Luz. Nadie ha venido, o puede venir, o vendrá al Centro tan siquiera una vez sin ser bendecido con esta Luz. Incluso un aspirante que ha meditado en este Centro por primera vez ya ha sido bendecido por el Supremo. Es la Bendición del Supremo lo que ha traído a ese aspirante aquí en primer lugar.

Cuando algunas personas ven Luz o sienten la Verdad, debido a su ignorancia sienten desde el principio que están viendo algo erróneo o algo que no es genuino. Otras personas aceptan la experiencia de la Luz por un corto tiempo y no dudan en absoluto mientras la están experimentando. Su duda comienza más tarde, pero cuando comienza, les niega la experiencia. Tú perteneces a esa categoría. Cuando ves la Luz, en ese momento sientes que es Luz lo que estás viendo. Cuando sientes la Verdad, en ese momento crees en ella. Pero después, el sabueso de la duda devora tu logro y realización. Éste es el favor que tu mente dubitativa te está haciendo.

Segunda parte — La mente subconsciente y el análisis psicológico

Pregunta: ¿Cómo restituir en mi memoria consciente cosas que aprendí una vez pero que ahora he olvidado, como mis conocimientos médicos?

Sri Chinmoy: Olvidémonos del pasado; pensemos en el presente ahora mismo. ¿Qué deberías hacer cuando estudias algo? En lugar de leer una página línea por línea y palabra por palabra, tienes que mirar la página de una sola vez. Mira la página con los ojos abiertos y no leas ninguna palabra que esté escrita allí. Más bien, trata de traer el conocimiento, la información, la sabiduría que la página quiere ofrecer, a tu ser, a tu existencia, a tu corazón. Una vez que tu corazón ha aceptado ese conocimiento, se volverá natural para ti y entonces te será mucho más fácil aprenderlo con la mente.

Cuando estudias palabra por palabra o frase por frase con la mente, obtendrás información, pero cuando quieres aprender algo de forma permanente, tienes que aprenderlo con el corazón. Tienes que abrirte como un recipiente vacío y permitir que el conocimiento entre en ti y llegue a ser parte de ti. En el momento en que el corazón acepta algo, siente que es su propiedad. Cuando algo es un bien nuestro, no lo perdemos porque le damos la importancia que se merece. Pero algo que hemos tomado prestado de otra persona o de otro lugar, no podremos conservarlo para siempre. Cuando la mente obtiene algo del mundo, siente que ha traído consigo alguna sustancia extraña. Entonces llega un día en que la mente lo desecha porque recibe más alegría al acoger nuevos pensamientos e ideas. La mente es como un niño agarrando cosas; en cuanto recibe un juguete nuevo, tira el viejo porque siente que el nuevo es más bonito. El corazón también clama por nuevas ideas, nuevos conocimientos, nueva sabiduría, pero no descarta las cosas que ya ha logrado. Para el corazón, las cosas que ya ha poseído y apreciado y las cosas que quiere atesorar son igualmente importantes.

Por tanto, cuando leas algo o pienses en algo, en vez de utilizar tu mente para analizarlo, o tomarlo idea por idea, trata de hacer de tu corazón un recipiente vacío. Mira la página como si fueras a devorarla con tu corazón. El corazón posee las cosas permanentemente; la mente posee las cosas por un momento y luego las tira y llora por algo más. La mente es muy limitada, pero el corazón es el hogar del Infinito. El mundo entero puede estar dentro de nuestro corazón, pero no dentro de nuestra mente. Trata de traerlo a tu corazón y poseerlo allí. Una vez que el corazón lo ha poseído, nunca podrás olvidarlo. Es tuyo. Lo que tienes en tu habitación limpia y ordenada no lo puedes perder, porque en cualquier momento puedes mirarlo y verlo allí.

Pregunta: ¿Cuál es el papel del subconsciente en la vida espiritual?

Sri Chinmoy: El papel del subconsciente es perturbar nuestra paz interior, nuestra alegría interior, nuestra luz interior. Tenemos que hacer descender Luz y Pureza desde arriba al plano subconsciente para iluminarlo. De lo contrario, nuestro subconsciente y las partes inconscientes se interponen siempre en el camino de nuestro logro espiritual.

En el plano subconsciente todo es caótico, no iluminado, sin luz y temeroso. Es importante en la vida espiritual limpiar la jungla del plano subconsciente. Pero, ¿cómo podemos hacerlo? Podemos hacerlo mediante la constante aspiración y dedicación a la Luz que está descendiendo siempre desde arriba. Cada buscador individual tiene que iluminar la oscuridad en su mundo subconsciente, o el subconsciente seguirá siendo un obstáculo para su búsqueda de la realización de Dios.

Pregunta: ¿Podría decir cómo el subconsciente se convierte en la entrada al reino superconsciente?

Sri Chinmoy: El subconsciente no puede ser una entrada directa al superconsciente. Uno tiene que volverse primero consciente. Luego hay que ir más allá de la mente consciente mediante la aspiración. Desde la región subconsciente no se puede entrar directamente en el plano de la intuición. No es posible porque la intuición es un escalón muy elevado en la evolución espiritual de la mente. El subconsciente tiene que ser purificado. Sólo después de ser purificado puede tomar una forma que pueda albergarse en la mente consciente. Pero ni siquiera la mente consciente es lo suficientemente elevada como para llevarnos al reino de la intuición. La mente consciente en sí misma es limitada. Puedo ser consciente de muchas cosas, pero eso no significa que tengo el poder de ir más allá de la mente. Pero en el plano de la intuición, todo es espontáneo, todo poderoso, todo creativo. Este reino está muy alejado del subconsciente o incluso de la mente consciente.

Pregunta: ¿Es deseable llevar a nuestra mente consciente cosas de nuestro subconsciente?

Sri Chinmoy: Hay muchas cosas en nuestra mente subconsciente que no necesitan ni deberían salir a la superficie. En el subconsciente hay oscuridad, hay impureza, hay negación. Estas cosas deberían purificarse, transformarse y perfeccionarse desde dentro sin ser llevadas a la mente física o consciente. Es mejor no perturbar la mente subconsciente en absoluto.

Pregunta: Pero la psicología ortodoxa afirma que el subconsciente tiene que ser llevado al primer plano e iluminado.

Sri Chinmoy: Aquí estás cometiendo un error. Si haces descender la Luz de lo alto o haces emerger la luz de tu alma, automáticamente el subconsciente será iluminado. En ese momento, el subconsciente entrará de forma natural en el plano consciente. Pero si intentas hacer salir el subconsciente sin iluminarlo primero, tan solo te crearás más problemas.

Pregunta: ¿Hay algún método espiritual de autoanálisis?

Sri Chinmoy: No, no lo hay. El tipo de autoanálisis psicológico, desde el punto de vista más elevado, es erróneo. En el autoanálisis utilizamos la mente física para intentar examinar nuestro oscuro pasado y nuestro subconsciente. En el autoanálisis decimos: «He hecho lo correcto» o «He hecho lo incorrecto». Hay siempre un positivo y un negativo. Pero tenemos que ir más allá del positivo y el negativo. En los Upanishad se dice que hemos de aceptar la ignorancia y el conocimiento, y luego ir más allá de ambos adonde todo es sabiduría divina. Cuando adoptamos el autoanálisis, en un momento determinado estamos en el conocimiento y al momento siguiente estamos en la ignorancia. Estamos constantemente identificándonos con el conocimiento o con la ignorancia y con nuestra duda mental. Pero cuando entramos en la profunda meditación espiritual, cuando estamos avanzados en la vida espiritual, nos hallamos por encima de la ignorancia y del conocimiento; únicamente clamamos por Paz infinita, Luz infinita y Dicha infinita.

Si el buscador se está examinando constantemente con la mente, siempre habrá un fuerte tirón de las fuerzas negativas de la mente. Como un imán, tirarán de nosotros aun cuando con la mente estemos intentando desechar todo lo que consideramos incorrecto. La dificultad es que no utilizamos la luz del alma para fortalecer nuestra fuerza de voluntad en el autoanálisis. Cuando uno se propone hacer lo correcto, no quiere decir que será capaz de hacerlo. Las propensiones más bajas y las fuerzas erróneas poseen tremendo poder, y este poder viene en forma de tentación. Si cedemos a esta tentación, estamos totalmente perdidos.

Si una persona espiritual quiere alcanzar el reino de la Paz más elevada y la Luz infinita, donde no existe tentación alguna, debe ir más allá del análisis mental. Debe aspirar. No obstante, si uno no ha aceptado la vida espiritual, para esa persona es mejor emplear el autoanálisis que actuar como un animal salvaje. En ese caso es bueno, hasta cierto punto. Si no emplea su poder de autoanálisis, no habrá para ella absolutamente ninguna diferencia entre la luz y la oscuridad. Pero si quieres la manera más rápida y convincente de transformar tu naturaleza en una naturaleza divina, tienes que aspirar. La aspiración es la única solución final a los problemas de la limitación humana.

Pregunta: ¿Pueden los problemas resolverse psicológicamente, mediante el análisis psicológico, o debe hacerse siempre espiritualmente?

Sri Chinmoy: Cualquier problema, si se resuelve espiritualmente, se resolverá por completo. Pero si se resuelve psicológicamente, la solución está toda en la mente, que es una esfera muy limitada. Cuando respondemos a una pregunta desde la Verdad espiritual más elevada, podemos sentir que la respuesta es verdadera y completa. Obtendremos la satisfacción última sólo cuando la pregunta sea respondida desde el punto de vista espiritual.

Aunque tenemos el cuerpo, el vital y la mente, si resolvemos los problemas desde estas diferentes perspectivas con las diferentes capacidades de la mente, el vital o el cuerpo, las respuestas no satisfarán completamente nuestras necesidades. Con la mente podemos resolver el problema inmediato. Pero esa solución no será permanente. El problema sencillamente adoptará otra forma y vendrá a nosotros como como otra dificultad. Pensamos: «He resuelto ese problema con mi mente analítica», pero desafortunadamente, si profundizamos en nuestro interior, veremos que ese mismo problema ha adoptado ahora otra forma y ha regresado para atormentarnos. Pero una vez que solucionamos el problema espiritualmente, veremos que ese problema se ha ido realmente. ¿Y cómo solucionamos un problema espiritualmente? Lo solucionamos a través de nuestro progreso interior, la experiencia de nuestra alma y la luz de nuestra alma.

Una vez que empecemos a tener verdaderas experiencias internas, no habrá necesidad de resolver ningún problema con psicología o filosofía. La psicología, la filosofía y todas las demás formas mentales de explicar las cosas son sencillamente inútiles y sin esperanza. Cuando tenemos nuestras propias experiencias internas, podemos ver la verdad con la luz de la espiritualidad, que es el Respirar de Dios. Antes de eso, si vivimos en el mundo humano, tenemos que usar la mente, tenemos que usar la psicología, o nunca alcanzaremos ni siquiera una satisfacción parcial. Para un alivio temporal podemos refugiarnos en la mente. Pero para soluciones permanentes debemos obtener iluminación espiritual.

Pregunta: ¿Cómo se lleva la luz al subconsciente?

Sri Chinmoy: Debes aspirar a la luz que transformará tu naturaleza. Cuando hagas descender la luz, esta entrará automáticamente en el subconsciente. Sólo llevando luz a todo tu sistema puedes iluminar tu oscuridad interior. Al remover el barro y decir que eres esto o que hiciste aquello, sólo estás ensuciándote más. No importa cuántas horas habite en una habitación oscura, esa habitación oscura no va a volverse una habitación iluminada. Pero si, tan solo por un segundo, puedo entrar en una habitación iluminada, luego puedo ser capaz de llevar luz a la habitación oscura e iluminarla. Cuando meditas, bebes la luz que impregna la atmósfera. Esta luz será capaz de iluminar y purificar las cosas oscuras e impuras que tienes dentro.

Pregunta: ¿Cómo podemos reconocer nuestra culpa y usarla para nuestra propia superación?

Sri Chinmoy: En primer lugar, no deberíamos tratar de reconocer nuestra culpa. Si tratamos de reconocer la culpa, no habrá fin para esta culpa. Pensar en la culpa es el enfoque negativo. Si examinamos constantemente lo que hay dentro de un cubo de basura, entonces todo lo que veremos es basura. La culpa es así. El mero pensamiento de culpa nos aleja de la luz. Inmediatamente, la oscuridad llega y cubre nuestra existencia entera. Si queremos ser conscientes de la culpa, si tratamos de descubrir de dónde viene la culpa y cuál es su función, entonces estamos destruyendo la parte divina en nosotros mismos. La culpa ha venido de una acción incorrecta. Esa acción incorrecta la negamos, no al pensar en ella, sino al hacer algo correcto. Sólo ese tipo de acción nos ayudará a anular su poder.

No tenemos que entrar en la oscuridad a fin de ver la luz o apreciar la luz. Entremos directamente en la luz misma, y lo que la luz tiene para ofrecer lo aceptaremos y lo utilizaremos para colmar nuestra vida. Si permanecemos en una habitación oscura las veinticuatro horas del día, no tendremos luz. Incluso si permanecemos allí durante cientos de días, no tendremos luz porque allí no está disponible la luz. Lo que debemos hacer es ir a adonde hay luz.

En el mundo espiritual estamos tratando de ir más allá de la mente. Con la mente y a través de la mente no hemos sido capaces de lograr nada significativo en el plano interior. Por eso, es mejor no pensar en la culpa en absoluto, sino pensar sólo en las posibilidades divinas que tenemos. Cada ser humano tiene infinitas posibilidades divinas. Estas posibilidades tienen que ser manifestadas en forma de realidades. Hace muchos miles de años que iniciamos el viaje de nuestra alma. Hemos pasado desde la vida mineral a la vida vegetal y a la vida animal, y ahora estamos en la vida humana. Lo que queremos es la Meta y no el comienzo del camino. Queremos ser transformados e iluminados. Ya hemos cubierto una gran distancia. Ahora debemos correr, porque la Meta está adelante. Si miramos atrás o a los lados, tropezaremos y caeremos. Deberíamos tratar, en cambio, de ver sólo nuestras cualidades divinas y manifestarlas en nuestras vidas. A fin de hacer esto, debemos ver la luz dentro y alrededor de nosotros. Sólo entonces alcanzaremos la Meta, que es todo Luz.

Pregunta: ¿Es necesario analizar lo que uno hace realmente, o eso crea dudas?

Sri Chinmoy: No utilicemos el término análisis, utilicemos el término consciencia. Siempre que los seguidores del método Gurdjieff hacen algo, tratan de atraer su atención hacia la acción. Cuando tocan algo, tratan de ser conscientes de que están tocando algo. Siempre tratan de ser conscientes de lo que están haciendo. Esto no crea ningún tipo de duda.

Debes saber que cuando meditas fervorosamente, te vuelves más consciente automáticamente, sin la necesidad de analizar. Cuando ves un mango justo delante de ti, con tu visión interior, su sabor emergerá automáticamente. No tendrás que sentirlo, olerlo, pelarlo, cortarlo y probarlo. Ese proceso te dará el resultado paso a paso. Pero tu consciencia espiritual te ofrecerá la esencia misma de inmediato. Si prefieres obtener el resultado paso a paso, no hay nada de malo en ello. Sólo que eso hará aflorar la mente constantemente. Pero la conciencia espontánea del corazón y del alma te dará un resultado mejor y más satisfactorio.

Pregunta: ¿Cree usted que la duda puede ser superada por un individuo? Si es así, ¿cómo puede hacerse?

Sri Chinmoy: La duda puede ser superada por cualquier individuo, siempre que tenga aspiración interna. No hay nada en la tierra que no pueda ser conquistado por la aspiración. Tomemos la duda como nuestro enemigo interno, como un veneno. Justo delante de nosotros hay tanto veneno como néctar. Somos nosotros quienes tenemos que hacer la elección. Si elegimos el néctar, que es la Inmortalidad, naturalmente la duda puede ser superada. Pero en lugar de eso, le damos toda la importancia a la duda, que no es nada más que la ignorancia y la mente dubitativa. Todos los días dudamos de nosotros mismos y de los demás y gradualmente llegamos a sentir que nunca podemos escapar de las redes de la duda. Pero es posible liberarnos de la duda. No sólo es posible y practicable sino también inevitable, porque en lo profundo de nuestro ser está la Divinidad interior, y esta Divinidad interior está procurando e implorando salir al frente.

Nuestra mente física siempre está en la oscuridad debido a sus limitaciones. Pero si podemos enfocar la mente física en la Verdad, la Luz y en nuestra Divinidad interior, entonces cada uno de nosotros tiene la capacidad de conquistar la duda. Si somos conscientemente conocedores de este impulso del ser interno por empujar adelante y permitimos que suceda, la duda va a abandonarnos. Cuando la llama de aspiración dentro de nosotros se convierta en un fuego volcánico, todas nuestras dudas quedarán reducidas a cenizas.

Pregunta: ¿Para desarrollar la fe, se necesita un Guru?

Sri Chinmoy: A veces un Guru ayuda; a veces tenemos fe automáticamente. Algunas personas, en especial aquellas que no tienen un intelecto o mente sofisticada muy desarrollado, tienen fe espontáneamente. Cuando la mente es muy poderosa y predominante, es difícil tener fe en Dios, porque la mente ve miles de puertas que conducen al Palacio de Dios, mientras que el corazón solo ve una. Cuando la mente empieza a entrar en el Palacio de Dios, trata de ver si es esta puerta o aquella otra la buena. Se acerca a una puerta y luego piensa que tal vez la otra sea mejor. Así que va de aquí para allá, probando todas las puertas, y le lleva mucho tiempo entrar en el Palacio de Dios. Pero el corazón sabio sólo conoce una puerta, y esa puerta es la fe, la fe absoluta. A través de esta puerta entra de inmediato en el Palacio de Dios.

Por otra parte, el que uno esté desarrollado intelectualmente no quiere decir que no pueda también tener fe en Dios. Si su corazón está también desarrollado, la convicción del corazón se refleja en la mente.

Pregunta: ¿Cómo podemos deshacernos de los problemas interpersonales relacionados con el ego para poder llevarnos mejor con los demás?

Sri Chinmoy: Mientras permanezcamos en la mente, tendremos siempre problemas con el ego. Sólo nuestra aspiración puede llevarnos más allá del ego, hasta donde nuestra mente se aquieta y nuestros sentimientos más profundos y elevados pueden venir adelante. No hay límite para los pensamientos y las mediciones que la mente puede idear. Pero si deseas obtener una fruta del árbol de mango, no necesitas contar primero las hojas del árbol y determinar la profundidad de sus raíces o cuánta lluvia ha recibido el árbol. Sencillamente eliges el mango del árbol y lo comes. Todos los cálculos mentales del mundo no van a darte la fruta. Debes tomarla directamente.

La mente es un obstáculo que nos impide obtener los frutos de la realización. Nos involucramos tanto con la mente, con el ego, que no sabemos cómo obtener lo que queremos. Cuando un niño quiere algo, corre hacia su padre para conseguirlo. No se detiene a preguntarse si su padre tiene un doctorado o está cualificado para darle lo que necesita. El niño, afortunadamente, no usa su mente hasta tal punto. Simplemente corre hasta su padre, la fuente, sin duda ni vacilación mental, y obtiene lo que quiere.

Mientras permanezcamos en la mente tendremos problemas para llevarnos bien con otras personas. La mente recibe alegría dudando y sospechando de los demás. Criticará al mundo entero y tratará de hacernos sentir o bien que somos superiores o que somos inferiores a todos. Pero el corazón recibe alegría al identificarse. El corazón sentirá su unidad con todas las personas —con sus debilidades y sus fortalezas—. Por lo tanto, si podemos permanecer en el corazón y no en la mente, podremos llevarnos bien con los demás fácilmente.

Pregunta: ¿Cómo podemos entender mejor a los demás?

Sri Chinmoy: Si queremos entender a los demás, fracasaremos si utilizamos como medio básico nuestra mente. Yo estoy empleando la mente para expresar mis pensamientos y tú estás empleando la mente para expresar los tuyos. Pero la naturaleza misma de la mente es tan limitada, su capacidad es tan limitada, que no puede entender los pensamientos de los demás en la forma en que ellos quieren que sean entendidos. Además, muchas veces no podemos expresar nuestras ideas de la forma en que deberían ser expresadas para que los demás puedan entendernos.

Para comprender adecuadamente a los demás debemos utilizar nuestras facultades intuitivas, nuestro sentimiento de unidad. Debemos aspirar y orar a Dios para que nos dé la Mente que Él utiliza. Dios no piensa como nosotros. Él utiliza la Fuerza de voluntad y Su Conciencia omnipresente. Cuando decimos la Mente de Dios, nos referimos a la Conciencia de Dios. Si le oramos a Dios para que nos dé Su Conciencia, entonces podremos comprender fácilmente a los demás. No nos entendemos unos a otros porque utilizamos nuestra mente física. Dios nos entiende muy fácilmente porque es intuitivo. No hay otra manera de entender a los demás adecuadamente. Si podemos utilizar la Conciencia de Dios, automáticamente podemos entrar en los demás y hacer salir sus pensamientos, o simplemente podemos volvernos uno con ellos y entenderlos como nos entendemos a nosotros mismos.

Tercera parte — Purificación e iluminación de la mente

«Aprende a amar tu mente perturbadora y perturbada con la luz de tu alma. Verás a tu mente escuchando la necesidad de tu corazón.»

Pregunta: ¿Qué son las fuerzas hostiles en forma de pensamientos? ¿Cómo podemos saber que estamos siendo atacados por esas fuerzas hostiles?

Sri Chinmoy: Las fuerzas hostiles están constantemente tratando de atacar a los seres humanos. Supongamos que estoy mirando a alguien con todo mi amor y afecto y tú estás mirándome a mí. Si los celos te atacan y entran en tu mente, pensarás: «¿Cómo es que él no está mirándome así?». Inmediatamente tu atención es captada por ese pensamiento negativo, al que llamamos celos. ¿Qué son los celos? No son otra cosa que una fuerza hostil en forma de pensamiento. Tus sentidos permiten que estas fuerzas hostiles entren. Con sus ojos ves que le estoy mirando a él. Inmediatamente tu mente abre su puerta al pensamiento de que soy parcial, de que a él le tengo afecto y a ti no. Una vez que permites que esta fuerza hostil entre, tu meditación se echará a perder. ¿Qué puedes hacer respecto a esa fuerza hostil? Trata de sentir tu unidad con la otra persona. Él es tu hermano espiritual. Su objetivo y el tuyo son el mismo.

Existen varios tipos de fuerzas hostiles que tienen la forma de malos pensamientos. Si quieres algo de alguien y no te lo da, ¿qué haces? Permites que pensamientos no divinos entren en tu mente y les dices: «Id y pelead». Estos pensamientos son como soldados. Salen y atacan a la persona de la que esperabas algo.

Tu mente es tu puerta. Tú tienes la autoridad de abrirla o mantenerla cerrada. En tu casa sólo permites entrar a tus amigos, y no a tus enemigos. Así pues cuando los pensamientos lleguen a tu puerta mental, deja que entren sólo los pensamientos buenos, los pensamientos divinos. Si dejas que los malos pensamientos entren en tu mente, destruirán tu aspiración y estropearán tu vida espiritual. Cuando un pensamiento entra en ti, o bien proviene de un mundo divino o bien de un mundo no divino. Si tus pensamientos están perturbando de algún modo tu meditación, significa que son pensamientos no divinos. Estos pueden ser fuerzas hostiles sutiles u obvias. O cuando un pensamiento llega y trata de poseerte o de hacer que lo poseas, eso es una fuerza hostil. Pero cuando un pensamiento entra en tu mente y sientes que te estás expandiendo, puedes saber que es un pensamiento divino.

Si ves un jardín, te deleitas conscientemente con su belleza exterior e interior. Pero no estás atado por el jardín. No está capturándote ni tú estás tratando de atarlo. Mientras miras el jardín, sientes que la fragancia de las flores se está extendiendo a todo tu alrededor. Así es un pensamiento divino. Por tanto, cuando un pensamiento quiera entrar en ti, observa primero si ese pensamiento va a atarte, o si va a agrandarte o ser agrandado por ti. El pensamiento que puede atarte o ser atado por ti es un pensamiento no divino, una fuerza hostil. El pensamiento que puede expandirte, y que tú puedes expandir con tu conciencia aspirante, es un pensamiento divino.

Pregunta: ¿Cuál es la mejor manera de prevenir que los pensamientos erróneos nos ataquen?

Sri Chinmoy: Los pensamientos que tenemos que controlar son los que no son productivos, los que son dañinos, los que son destructivos, los que son tontos, los que son negativos. Estos pensamientos pueden venir de fuera y entrar en nosotros; o pueden estar ya dentro de nosotros y simplemente salir a la superficie. Los pensamientos que vienen de fuera son más fáciles de controlar que los que ya están dentro. Si un pensamiento no divino viene de fuera, tenemos que sentir que tenemos un escudo a nuestro alrededor o justo delante de nosotros como protección, especialmente delante de la frente. Si sentimos que nuestra frente es algo vulnerable, delicado, expuesto, entonces siempre seremos víctimas de pensamientos erróneos. Pero en el momento en que nos hagamos sentir conscientemente que esta frente es un escudo, un muro sólido, entonces los pensamientos erróneos no pueden entrar. Tenemos que hacernos sentir conscientemente que estamos protegidos por un muro sólido o una fortaleza con muchos soldados dentro. Tenemos que estar constantemente vigilantes y, cuando llegue un ataque de fuerzas erróneas, hemos de saber que dentro de nosotros tenemos soldados que son más fuertes. Esos soldados más fuertes son nuestra pureza y sinceridad, nuestra aspiración, nuestro anhelo por Dios. Estos soldados divinos dentro de nosotros estarán en guardia en el momento en que llegue un pensamiento erróneo y nos servirán como guardaespaldas.

Los pensamientos que ya están dentro de nosotros creando problemas son más difíciles de expulsar, pero podemos hacerlo. Podemos hacerlo mediante la extensión de nuestra conciencia. Tenemos un cuerpo y dentro de este cuerpo hay fuerzas erróneas que han tomado la forma de pensamientos. Lo que tenemos que hacer es extender nuestra conciencia física a través del esfuerzo consciente y la aspiración, como extendemos una banda elástica, hasta que sintamos que todo nuestro cuerpo se ha extendido hasta el Infinito y se ha vuelto simplemente una hoja blanca de conciencia infinitamente extendida. Si podemos hacer esto, veremos que nuestra conciencia es toda pureza. Cada pensamiento puro, cada gota pura de conciencia, es como veneno para la impureza o para los malos pensamientos en nosotros. Tememos a los pensamientos impuros, pero más temen los pensamientos impuros a nuestra pureza. Lo que nos pasa muchas veces es que nos identificamos con nuestros pensamientos impuros y no con nuestros pensamientos puros. Pero en el momento en que nuestra existencia física puede identificarse con la pureza, cuando podemos decir: «Este pensamiento puro me representa», entonces la impureza dentro de nosotros muere de inmediato. Los pensamientos erróneos están dentro de nosotros simplemente porque nos identificamos con ellos. Si nos identificamos con otra cosa, inmediatamente tienen que abandonarnos.

Pregunta: ¿Qué ejercicio es bueno para ahuyentar los malos pensamientos?

Sri Chinmoy: En primer lugar, tratemos de saber cuál es el efecto último de un mal pensamiento. Si sólo utilizamos el término malos pensamientos, pensamientos no divinos, pensamientos impuros, no es suficiente. Lo que debemos recordar es que cada una de esas palabras significa una idea, y esa idea es «esclavitud». Los malos pensamientos, los pensamientos no divinos, en última instancia van a hacer sólo una cosa: van a atarnos. Pero los pensamientos divinos nos expandirán.

Todos sabéis lo que es la pureza. Si podéis repetir la palabra «pureza» con toda el alma cien veces al día, incluso antes de salir de la cama, la pureza comenzará a surgir en tu vida y en tu mente. Cuando repitas la palabra «pureza», intenta sentir que tu boca es pura, que tus ojos son puros, que tu frente es pura, que cada parte de tu cuerpo es pura. Cada vez que pronuncies la palabra «pureza», concéntrate en una parte del cuerpo y siente que es pura. Cuando hayas hecho esto cien veces, sentirás que no eres nada más que pureza. Puedes ir un paso más allá. Cuando miras una flor, inmediatamente sientes que la flor es muy pura. Una vez que hayas purificado toda tu existencia, intenta sentir que no eres nada más que la flor más pequeña. Cuando sientas que te has convertido en esa flor, si eres un aspirante, colócala en tu altar como una ofrenda a Dios. Has estado clamando por la pureza, y Dios te la ha dado, así que en agradecimiento te colocarás a los Pies de Dios.

Pregunta: Me gustaría saber cómo superar los pensamientos negativos, tanto durante la meditación como durante mis actividades cotidianas.

Sri Chinmoy: La naturaleza misma de los pensamientos negativos es robar, consciente y deliberadamente, la riqueza que tenemos, nuestra Alegría divina, Paz divina, Luz divina y Amor divino. Éstos son nuestros tesoros, pero la duda, el miedo y la negatividad son verdaderos ladrones. A veces un ladrón entrará en nuestro apartamento y robará cosas, pero sólo porque somos negligentes y permitimos que eso suceda. En la vida espiritual, cuando tenemos una especie de relajación y no estamos constantemente alerta, esto sucede. Podemos estar alerta durante diez minutos al día durante nuestra meditación, pero el resto del día estamos totalmente descuidados. Cuando entramos en nuestras actividades diarias no recordamos vigilar nuestros pensamientos. En ese momento no somos diferentes de la gente común que nos rodea y que nunca medita.

Puedes dejar de lado las dudas y los pensamientos negativos si puedes recordar constantemente tu meditación. Después de que hayas terminado de meditar, debes tratar de recordar estos pocos minutos con la máxima alegría, afecto e interés. Debes atesorarlos como un objeto de adoración. Durante todas tus actividades ordinarias, trata de recordar tu fervorosa meditación y no olvides la necesidad de mantener una conciencia espiritual o pensamientos espirituales. No permitas a tu mente hundirse a un nivel bajo. Si puedes mantener pensamientos puros, pensamientos divinos cuando no estés meditando, tendrás fuerza adicional cuando medites.

Cada vez que surjan dudas y pensamientos negativos, debes detenerlos inmediatamente con tus pensamientos divinos. De esta manera serás capaz de conquistar tus pensamientos negativos. Si tus pensamientos son puros durante todo el día, entonces cuando medites, tu mente ya estará pura. Pero si permites que tus pensamientos deambulen en el mundo de la ignorancia y la impureza durante catorce o dieciséis horas al día, ¿cómo puedes esperar que tus pensamientos sean puros a la hora de tu meditación?

Pregunta: ¿Cómo iluminamos la depresión?

Sri Chinmoy: Saca al frente la Luz que hay dentro de ti. Cuando meditas en la Luz, la Luz viene ya sea desde arriba o desde dentro del corazón y con ella vienen la Alegría y la Paz divinas.

Pregunta: ¿Qué papel desempeña la mente en la trascendencia de los deseos y las pasiones?

Sri Chinmoy: Para ser absolutamente franco, la mente nunca quiere conquistar o trascender los deseos. La mente ya es el almacén de todo tipo de deseos y la puerta de la mente siempre está abierta de par en par a nuevos deseos. Si quieres conquistar los deseos, tienes que utilizar tu aspiración y entrar en tu alma. Si sientes que la mente va a aspirar, estás equivocado. Concéntrate en tu corazón y desde el corazón trata de entrar en el alma. Trata de identificarte primero con tu corazón y tu corazón te llevará a tu alma. Entonces la abundante y refulgente luz que abunda en el alma fluirá espontáneamente desde el alma al corazón y desde el corazón a la mente.

Cuando la mente esté iluminada por esta luz, perderá todo interés en los deseos mundanos. Sólo trayendo la luz del alma a través del corazón hasta la mente podrás liberar la mente de los deseos.

Es necesario ir más allá de la mente, que es muy difícil, o bien prestar toda la atención a tu corazón aspirante. El corazón aspirante no es el corazón que está próximo a la región vital. El vital está cerca del ombligo. El corazón aspirante está situado más arriba, en el centro del pecho. Si no puedes elevar tu conciencia desde allí hasta el corazón real, serás constantemente víctima de los deseos.

Pregunta: ¿Por qué la mente no quiere conquistar los deseos?

Sri Chinmoy: Porque la mente física está inmersa en la conciencia física. Está constantemente dudando de sí misma y de los demás, y creando confusión e incertidumbre para sí misma. A menos que la mente reciba luz del corazón, permanecerá en la oscuridad de la esclavitud y la limitación humanas. Ésta es, por desgracia, la naturaleza de la mente humana.

Pregunta: ¿Cómo puedo purificar mi mente?

Sri Chinmoy: Cada día trata de pensar en tu mente como un recipiente vacío. Cuando tratas con la mente, si la mente está vacía, significa que ya has progresado considerablemente. Ha vaciado la ignorancia, la preocupación, la imperfección, la limitación y todas las cosas no divinas. ¿Qué harás ahora? Llenarás este recipiente vacío con alegría, amor, pureza y todas las cualidades divinas.

Si quieres purificar tu mente, encontrarás abundante pureza dentro del corazón y del alma. Es muy difícil para la gente sentir el alma, pero no es difícil sentir la presencia del corazón. Cuando puedes sentir la presencia de tu corazón, ya has progresado de nuevo. Entonces, medita cada día en el corazón, tratando de sentir que este corazón está compuesto únicamente de pureza. Una vez que te sientas absolutamente seguro de que tu corazón está compuesto de pureza, toma cada día un poco de pureza y viértela en el recipiente vacío que es tu mente.

Otra cosa que puedes hacer es pensar en tu mente como una canasta vacía. Trata de sentir dentro de tu corazón un árbol de pureza floreciente. Toma cada día una flor de pureza del árbol del corazón y ponla dentro de la canasta de la mente. Gradualmente, la canasta estará llena hasta arriba, y la mente se llenará con la fragancia de innumerables flores de pureza.

Pregunta: ¿Cómo podemos mantener la mente pura cuando no estamos concentrados o meditando?

Sri Chinmoy: Lo mejor que puedes hacer es aprender algunas canciones espirituales y cantártelas en silencio mientras trabajas o conduces tu auto o haces cualquier cosa que no requiera concentración mental. Mientras estás cantando en silencio, tu mente se está purificando porque tu alma está aflorando.

Cuando cantes o recites, intenta sentir que el Supremo está escuchándote. De lo contrario, el canto se volverá un mero hábito mecánico. Siente, pues, que hay un oyente —no un oyente humano, sino el Supremo mismo— escuchando dentro de tu corazón. Cuando sientes que tienes un oyente divino, recibirás más inspiración; te recargarás de inspiración sin límite y de alegría interior sin fin. Cuando sientes la presencia del Supremo dentro de tu corazón, Él te bendecirá con suma alegría y orgullo. Él hará todo lo posible para transformar, purificar, iluminar y liberar tu mente.

Pregunta: ¿Cuál es la manera más eficaz de librarse de la identificación errónea con el cuerpo, la mente o los sentidos?

Sri Chinmoy: Cuando tocamos el agua, ¿qué sucede? Sentimos la conciencia del agua. Cuando tocamos el fuego, sentimos la conciencia del fuego y nos quemamos. Algo puro o divino puede también darnos su propia conciencia. Sabemos que el alma es absolutamente pura, absolutamente divina, pero sentimos que es una tarea tremenda encontrar el alma y entrar en ella. Pero tenemos que saber que también tenemos un corazón. Próximo al alma en pureza y divinidad está el corazón. El corazón es infinitamente más puro que la mente o el vital o el cuerpo. Así que tratemos de identificarnos con esa parte particular de nuestro ser que nos ofrecerá pureza. Cuando oramos, cuando meditamos, debemos tratar de identificarnos con el corazón, que está clamando por la verdad, por la luz, por la belleza. Identifiquémonos con el corazón; no nos identifiquemos con el cuerpo, el vital y la mente, como lo estamos haciendo ahora.

Antes de hacer algo, no importa lo que sea, por favor trata de identificarte con el corazón, que tiene pureza, que tiene amor, que tiene el sentimiento de unidad divina. El corazón te dará su propia vibración, su propia conciencia. Si puedes tocar el corazón con tu oración y meditación, estás llamado a liberarte de la conciencia del cuerpo. Sentirás sólo la conciencia de algo infinito, algo eterno, algo inmortal, algo divino.

Cuarta parte — Los reinos superiores de la mente

La mente no es ignorancia, pero dentro de la mente vive la ignorancia. El corazón no es luz, pero dentro del corazón vive la luz. La mente se identifica con la ignorancia y se convierte en el mar de la ignorancia. El corazón se identifica con la luz y se convierte en el cielo de luz.

Pregunta: ¿Puede explicarme cuál es la diferencia entre el alma y la mente?

Sri Chinmoy: Son completamente diferentes. La mente está unida a la conciencia física y es sumamente limitada. El alma es una chispa divina que siempre está unida con la Divinidad. La mente es impura y apagada. El alma es toda luz; nunca puede ser impura. Cuando vivimos en la mente, nuestra mente nos domina. Cuando vivimos en el alma, esta no nos impone sino que sólo nos guía. La mente nos hace sentir lo que no somos. El alma nos hace sentir lo que somos. La mente permanece con nosotros sólo durante una encarnación, pero tenemos la misma alma en cada encarnación.

Pregunta: ¿Podría decir algo acerca de la mente divina?

Sri Chinmoy: Los animales tienen alma y los seres humanos tienen alma, pero el alma de un animal es apenas comparable con el alma de un ser humano. Las almas humanas son infinitamente más complejas y elevadas en términos de evolución. De manera similar, la mente humana difícilmente puede compararse con la mente divina, aunque existen puntos de similitud. Cuando se establece contacto con la mente divina, como cuando un Maestro espiritual realizado responde preguntas, el error, la confusión y la ignorancia de la mente humana pueden ser abolidos.

La mente divina nunca es perturbada por nada. Cuando estamos atentos con la mente física, todo lo que no sea aquello en lo que estamos concentrándonos es una perturbación. El tictac de un reloj, el ruido del tráfico, la radio o la televisión encendidas son perturbaciones para la mente física. Pero cuando una persona está en la mente divina, todos los ruidos del mundo se fusionan con el Sonido cósmico o el Silencio cósmico, y ni el ruido ni ninguna otra cosa puede ser una perturbación. La mente divina nunca es perturbada por nada, porque no es ni limitada ni separativa. Pero la mente física está constantemente perturbada y distraída porque su capacidad es extremadamente limitada.

Pregunta: ¿Es posible para alguien vivir en una vasta expansión mental, o eso sólo es posible para un alma realizada?

Sri Chinmoy: Un aspirante puede experimentar una vasta expansión de la mente durante unos minutos cuando está en una meditación muy elevada y profunda, pero sólo el alma realizada puede tener esta vasta expansión de la mente constantemente. Sin embargo, cometemos un error cuando utilizamos las palabras «expansión de la mente». Cuando la mente se expande en la inmensidad, no hay mente, no hay forma. En la mente siempre hay limitación. Cuando experimentamos la vasta expansión, en ese momento hemos ido más allá del dominio de la mente. Cuando vamos más allá de la mente, sentimos que la mente se ha expandido, pero en realidad hemos entrado en la expansión de la paz de nuestra alma. Sentimos que estamos experimentando la expansión de la mente, pero es la trascendencia de la mente lo que estamos experimentando.

Sólo el alma realizada puede entrar en la vasta expansión de Luz, Conciencia, Paz y Felicidad y permanecer allí indefinidamente o permanentemente. Para el aspirante o buscador común, esto no es posible. Un estudiante avanzado puede permanecer allí durante diez o quince minutos como máximo. Pero, una vez más, deseo decir que esto no es la expansión de la mente, sino una experiencia de algo que está mucho más allá de la mente. Es sólo cuando regresamos del nivel más alto de Conciencia que tratamos de entender todo con la ayuda de la mente. Esto se debe a que ahora mismo la mente es la parte más elevada de nuestra conciencia humana ordinaria. Cuando queremos expandir nuestra conciencia, nuestra realidad física, tenemos que entrar en el alma. El alma, no la mente, tiene el poder de expandir nuestra conciencia.

Pregunta: ¿Cómo podemos aprender a sentir que somos el alma y no la mente o el cuerpo?

Sri Chinmoy: En India hubo un gran Maestro espiritual llamado Sri Ramana Maharshi. Solía comparar el cuerpo con una hoja de plátano. En India, especialmente en el Himalaya, en ocasiones festivas tomamos nuestra comida en una hoja de plátano y después de comer tiramos la hoja. Sri Ramana Maharshi solía decir que el alma utiliza el cuerpo de esta manera, abandonando el cuerpo a su hora elegida y desechándolo como un instrumento ahora inútil. Es el alma lo que tiene la conexión eterna con el Supremo, y no la mente ni el cuerpo.

Para darte cuenta de que no eres la mente, sino el alma, primero tienes que ir más allá de la mente. Hay dos maneras de hacer esto. Una es ascender a través de los diversos niveles de la mente y entonces ir más allá. El otro proceso es hacer descender la Luz desde los planos superiores a la mente. Cuando la Luz superior desciende a la mente, en ese momento la mente no sigue siendo un obstáculo para la realización interna de nuestra unidad consciente con la existencia de nuestra alma.

Si quieres sentir que eres el alma y no la mente, puedes hacerlo a través de la contemplación o mediante una fe intensa. Si puedes meditar o concentrarte en el centro espiritual llamado sahasrara, puedes aprender a sentir que eres el alma y no el cuerpo. Este centro está en la parte superior de la cabeza. Si logras concentrarte allí con éxito, verás tu limitada conciencia física saliendo de tu cuerpo físico de manera lenta y constante. En ese momento, la mente física que te está atando también te dejará. Entonces, lo que tendrás dentro, fuera y alrededor de ti será el alma. Sentirás en ese momento que eres el alma y no el cuerpo o la mente.

Otra forma de ir más allá de la mente es concentrarte en el tercer ojo, el ojo de la visión. Si puedes enfocar toda tu atención allí, tendrás destellos de intuición que te permitirán ver más allá de la mente. Puedes concentrarte también en el corazón. Si puedes concentrarte allí de manera adecuada y fervorosa, la llama interna que es la aspiración ascenderá desde el centro del corazón hasta el centro de la garganta, luego al tercer ojo y finalmente a sahasrara, el loto de mil pétalos en lo alto de la cabeza. Cuando este centro espiritual está completamente abierto, automáticamente vas más allá de la mente.

Por lo general, es difícil concentrarse en el tercer ojo, porque allí no se obtiene alegría inmediata ni una sensación de plenitud. Pero si te concentras en el corazón, sentirás amor, paz, plenitud y alegría sin límites. Puedes concentrarte o meditar en el tercer ojo durante unos seis meses y sentir todo el tiempo que estás caminando por un árido desierto. Si estás preparado para caminar por un desierto árido y seguir y seguir a pesar de la frustración, entonces puedes intentarlo. Pero si te concentras en el corazón, el día que comiences con sinceridad y fervor, tendrás una sensación de alegría, paz y consecución.

Pregunta: ¿Cómo puede uno confiar en los destellos de intuición?

Sri Chinmoy: Has de conocer tu propio nivel de luz espiritual. Mientras vas caminando por la calle o mientras estás haciendo cualquier cosa, puedes tener un destello de intuición, pero hay que saber en qué plano se encuentra tu conciencia en ese momento. Has de conocer tu propio nivel y ver de qué nivel ha llegado la supuesta intuición.

La intuición y el conocimiento intuitivo no pueden venir desde la mente consciente ni del plano subconsciente. La intuición no está limitada por la mente; es algo que está más allá de ella. El reino de la intuición está muy por encima de la región de la mente. Siempre que recibes un destello o una verdad desde el plano intuitivo, no necesita ningún apoyo del plano mental, vital o físico para manifestarse. Es divinamente individual y supremamente universal. Y tiene el poder de despertar e iluminar al buscador.

Pregunta: Cuando estoy meditando, algunas ideas vienen a mi mente. ¿Cómo sé si son intuiciones o sólo pensamientos ilusorios por mi parte?

Sri Chinmoy: Si una idea es un pensamiento ilusorio, al momento siguiente o unas horas después surgirá una duda seria o una suerte de temor vendrá a contradecir la idea. El pensamiento ilusorio no conlleva la certeza de la Realidad, mientras que la intuición sí. El poder de la intuición dentro de ti puede no funcionar a tu antojo, pero te guiará ocasionalmente.

Pregunta: ¿Cómo podemos saber la diferencia entre un pensamiento imaginario y un pensamiento real?

Sri Chinmoy: Un pensamiento que va seguido de alegría o tristeza es un pensamiento imaginario. Pero un pensamiento que sentimos en lo profundo de nuestro corazón es un pensamiento real. No necesita la asistencia de nada para hacernos sentir su realidad. Los pensamientos reales provienen de un plano propio, un mundo propio. Ese mundo es un reino de puro pensamiento. Si puedes tocar ese mundo, puedes hacer descender pensamientos reales hacia ti. A diferencia de un pensamiento imaginario, un pensamiento real es autoevidente y autosuficiente. Un pensamiento real está vivo y es dinámico como un río. Cuando sentimos alguna idea o pensamiento en lo profundo de nuestro corazón, podemos estar seguros de que es un pensamiento real. En la mente, también, podemos a veces tener un pensamiento real. Si el pensamiento proviene de la mente y entra inmediatamente en el corazón, entonces es un pensamiento real.

Podemos crear un pensamiento real utilizando el poder de la voluntad de nuestra alma. Si nos concentramos en el corazón y profundizamos, y si podemos llamar a la puerta del alma, desde allí sólo obtendremos pensamientos reales, ideas reales, mensajes reales. Si podemos abrir la puerta del alma, inmediatamente la voluntad del alma se transformará o canalizará automáticamente en pensamientos que son absolutamente reales. Un pensamiento real tiene siempre poder, seguridad y una sensación de consecución, mientras que un pensamiento imaginario no tendrá nada de eso.

Pregunta: ¿Podemos llegar a ser lo que pensamos?

Sri Chinmoy: Sí, no sólo pensando, sino ejercitando nuestra fuerza de voluntad interior. Si quiero llegar a ser el hombre más rico de la tierra, no puedo hacerlo sólo pensando en ello. Tengo que concentrarme y hacer surgir la fuerza de voluntad de mi alma. Cuanto más me identifique con la fuerza de voluntad de mi alma, más fácil me resultará manifestar lo que quiero manifestar. Primero tenemos que descubrir nuestra fuerza de voluntad interior y luego tenemos que ejercitarla. Si hacemos esto, podemos llegar a ser lo que queramos ser.

Pregunta: ¿Podemos llegar a Dios sólo a través del intelecto?

Sri Chinmoy: Únicamente a través del intelecto no se puede nunca, nunca, nunca llegar a alcanzar y conocer los atributos de Dios. ¡Es imposible! La verdadera Existencia de Dios, Su verdadera Altura, Su verdadera Forma están a millones y billones de millas de distancia del dominio intelectual. Al mismo tiempo, no se puede decir que Dios no existe en el intelecto. Dios es omnipresente. Pero la más alta Altura de Dios, Su más honda Profundidad, Su Conciencia que todo lo penetra, nunca, nunca pueden realizarse a través del intelecto.

Si carecemos totalmente de intelecto, permanecemos en el mundo animal. Cuando entramos en el mundo humano, el intelecto nos ayuda. Para un ser humano común, la mente es la etapa más alta en el proceso de evolución. Cuanto más despierto y fértil sea uno mentalmente, mayor es su capacidad para lograr y realizarse aquí en la tierra. Pero debemos llegar a sentir las limitaciones del intelecto. Viviendo en el mundo mental no encontraremos equilibrio ni paz —sólo dos espadas desenvainadas luchando una contra otra—. Mi intelecto luchará contra tu intelecto, pero estas espadas nunca podrán desgarrar el espeso velo de la ignorancia.

Pregunta: ¿Una persona que ha realizado a Dios utiliza la mente y el ego?

Sri Chinmoy: No utiliza la mente como la conoce un ser humano común. Cuando se produce la realización, la mente del buscador se ilumina automáticamente. Esta mente iluminada no es la misma que la mente física o la mente intelectual, las cuales son inconscientes, apagadas y confusas. El alma realizada no utiliza la mente en absoluto cuando tiene que hacer algo serio o sublime, y cuando lo hace, es la mente iluminada la que utiliza.

Cuando un ser humano común utiliza el término «yo», se está refiriendo a su ego, a su pequeño yo. Pero un alma realizada en Dios se considera a sí misma o bien como el más fiel sirviente del Supremo, o como enteramente uno con el Supremo. No tiene ego. Un instrumento nunca puede ser tan importante como el hacedor. Un alma realizada en Dios sabe que es una con lo Divino, y dice «yo» meramente porque es la manera más simple de expresión en este mundo de dualidad y multiplicidad.

Algunos yoguis indios a veces son partidarios de usar una palabra que significa «Vos». Un gran santo indio siempre solía decir de sí mismo: «Él lo hizo», «Él lo comió». «Él», en este caso, se refería a Brahman, el Absoluto. Pero estas distinciones verbales no son realmente necesarias. Quien tiene la realización sabe que cuando dice «yo», no está refiriéndose al ego. Más bien, la Verdad autorreveladora está expresándose por Voluntad de Dios a través de él.

Introducción del editor

El corazón espiritual y la mente física son como la madre y el niño. La madre busca perfeccionar e iluminar a su hijo y un día sucede que el niño se vuelve adulto. En este libro, que es el primero de una serie de dos volúmenes, Sri Chinmoy responde a preguntas principalmente sobre la mente humana ordinaria y sus vínculos con las mentes superiores: la mente intuitiva, la supermente y el plano mental más elevado donde la creación misma comienza. En el segundo volumen, Sri Chinmoy se centra en el corazón espiritual.

La mente y el corazón no son sólo conceptos; son realidades concretas que existen más allá del plano físico, con vida y conciencia propias. Como yogui iluminado con libre acceso a estos planos, Sri Chinmoy es capaz de llevar al lector a un viaje de lo más inusual a través de estos mundos. Este no es un libro de teoría o filosofía. Es más bien como un diario de viaje interior, un viaje más allá de los descubrimientos de la psicología del siglo XX hacia el verdadero núcleo viviente de la psique humana.

Cita de la primera edición

"Cuando transforme mi mente en predisposición, Dios transformará Su Corazón en buena voluntad."

Traducciones de esta página: Russian
Esta colección de libros puede ser citada utilizando la clave mch-1