Mente de confusión y corazón de iluminación, vol. 2

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La mente y el corazón en la meditación

"¡Oh, sinceridad de la mente!, estás destinada a ver
  la Luz de Dios en la plenitud de los tiempos.
  ¡Oh, pureza del corazón!, estás destinada a realizar
  el Amor de Dios en la Hora que Él elija."

Pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre pensar y meditar, o son lo mismo?

Sri Chinmoy: Pensar y meditar son cosas absolutamente diferentes, cosas total y radicalmente diferentes. Pensar y meditar son como el polo norte y el polo sur. La mente pensante nunca puede liberarte de las cadenas de la ignorancia. Una persona ignorante no sabe cómo aumentar su pensamiento; sólo tiene unos pocos pensamientos. Un hombre intelectual continúa pensando las veinticuatro horas del día. Pero, ¿qué logra uno u otro a la largo plazo? A la larga, no logran nada. Uno está satisfecho con sólo unos pocos pensamientos, y el otro se satisface con miles de pensamientos y masas de información mental. Pero ambos acaban ahí. Ninguno entra en nada superior. Cuando meditamos, no pensamos en absoluto. El objetivo de la meditación es liberarnos de todo pensamiento. Al principio, si pensamientos no divinos u hostiles entran en nosotros, los rechazamos. Gradualmente llegará un momento en que sólo los pensamientos divinos, las ideas divinas se escribirán en la tabla de nuestro corazón. Pero cuando meditamos debemos rechazar el pensamiento tanto como sea posible. El pensamiento es como un punto en la pizarra. Ya sea bueno o malo, está ahí. Sólo si no hay ningún pensamiento podemos crecer hacia la Realidad. En la meditación verdaderamente más elevada, no habrá pensamientos en absoluto. La mente está calma, tranquila, silenciosa. En la meditación profunda, en la meditación intensa, los pensamientos pueden entrar, pero no en la meditación más elevada y más profunda. En ese momento no hay forma, no hay mente en absoluto. Pensar no tiene nada que ver con la vida espiritual o la meditación. Tenemos que ir más allá del pensamiento. ¿Cómo vamos más allá del pensamiento? A través de la aspiración y la meditación. En el momento en que empezamos a pensar, jugamos con la limitación y la esclavitud. Nuestros pensamientos, por muy dulces o deliciosos que sean en el momento, a la larga son dolorosos, venenosos y destructivos porque nos limitan y nos atan. En la mente pensante no hay realidad. En cada momento estamos construyendo un castillo y al momento siguiente lo estamos derribando. Cuando vamos más allá del pensamiento con la ayuda de nuestra aspiración y meditación, podemos ver y disfrutar de la Realidad de Dios y de la Visión de Dios juntas.

Pregunta: En la meditación, a veces la mente deja de funcionar y parece haber poca información entrando.

Sri Chinmoy: En la meditación no debemos darle importancia a la mente. Si no llega información, es bueno. La verdadera meditación no es información; es identificación. La mente trata de crear unidad agarrándote y capturándote y esto puede hacer fácilmente que te rebeles. Pero el corazón crea unidad a través de la identificación. La mente trata de poseer. El corazón sencillamente se expande y, mientras se expande, abraza. Con la mente, solo nos dividimos. La mente puede intentar hacer algo e inmediatamente el cuerpo o el vital pueden tratar de impedirlo. Pero si el corazón quiere hacer algo, no importa lo difícil que sea, lo hará. Esto se debe a que cuando la mente no obtiene satisfacción al intentar algo, simplemente dice que no hay realidad en ello y abandona. Pero cuando el corazón no obtiene satisfacción, siente que no ha hecho la cosa correctamente. Así que lo intenta de nuevo y continúa intentándolo hasta que la satisfacción aparece finalmente.

Pregunta: ¿Qué técnica recomendaría para aquietar la mente y poder concentrarse?

Sri Chinmoy: Para aquietar la mente y poder concentrarse, hay que usar la fuerza de voluntad. Si la concentración es tan dispersa que no puedes poner la mente bajo control, hay un ejercicio particular que puedes practicar. Haz un pequeño punto negro en la pared y ponte a unos dos metros de distancia, concentrando la atención en él. Procura no ver la pared blanca alrededor. Ve sólo el punto negro. Después de cinco o diez minutos, trata de entrar en ese punto y siente que te has convertido en el punto mismo. No eres otra cosa ni otra persona. Estás dentro de ese punto. Finalmente, atraviesa la pared con el foco de tu concentración. Atraviesa la pared y ve más allá. Desde ese punto, mira hacia atrás e intenta ver tu ser original, la persona que estaba frente a la pared mirando al punto. Una vez que tengas éxito con este ejercicio, la mente nunca podrá actuar como un niño travieso. En ese momento, la mente se convierte en el sirviente más fiel del alma y la concentración se vuelve bastante fácil.

Pregunta: ¿Cómo se medita?

Sri Chinmoy: Estás haciendo una pregunta muy complicada. Si no tienes un maestro, tienes que empezar leyendo libros espirituales escritos por verdaderos Maestros. Esto te dará inspiración. Luego, por favor, practica la concentración en tu corazón. Nadie puede describir la manera de meditar, porque el alma de cada persona tiene su propia manera de meditar. Tienes que ir muy adentro para encontrar tu propia manera. Si no puedes profundizar en tu interior para obtener tu propia meditación, o si no estás satisfecho con la meditación que sientes que has recibido desde dentro, tienes que sentir la necesidad de arrojar la mente en el corazón. La mente humana no iluminada tiene que ser arrojada al mar del amor divino del corazón. Si realmente quieres meditar, aprende a concentrarte en el corazón y no en la mente. No estoy diciendo que la mente sea mala. Ni mucho menos. Pero la mente es limitada mientras que el corazón, que está muy próximo al alma, es ilimitado. Como mucho, lo que puedes obtener de la mente es inspiración. Pero la inspiración en sí misma es limitada. Pero cuando meditas en el corazón, la inspiración se convierte en aspiración. La aspiración no viene de la mente. ¡No! Viene directamente de tu corazón. El corazón puede darte todo. La aspiración es la precursora de la realización o la iluminación. En la aspiración está la semilla de la realización. La aspiración viene del corazón porque la iluminación del alma está siempre ahí. Y cuando meditas en el corazón, no sólo obtienes aspiración, sino que también obtienes el cumplimiento de esa aspiración: la Paz, la Luz y la Dicha infinitas del alma.

Pregunta: Soy un principiante en la meditación y encuentro que estoy constantemente perturbado por los pensamientos. ¿Cómo puedo tener una meditación satisfactoria?

Sri Chinmoy: Al comenzar tu viaje, trata de permitir que sólo pensamientos divinos entren en ti, y no pensamientos no divinos. Es mejor no tener ningún pensamiento durante la meditación, pero es casi imposible para el principiante tener una mente sin pensamientos. Pero este principiante está aprendiendo; no siempre será un principiante. ¿Cómo puedes tener una meditación satisfactoria? Trata de implorar interiormente, llora por la liberación. Cuando este llanto surge de lo profundo de tu ser, el Piloto Interno, Dios, te enseñará a meditar. El secreto de la meditación es la aspiración. La aspiración es el llanto interior. Si clamas desde lo profundo de tu ser, obtendrás lo que necesitas.

Pregunta: Cuando medito, tengo que concentrarme tan fuerte en mantener mi mente quieta que no puedo ponerme en contacto con mi ser interno.

Sri Chinmoy: No lo sabes, pero estás haciendo lo correcto. Ahora mismo, lo mejor para ti es la concentración. Cuando intentas calmar y acallar tu mente, te estás concentrando. Si puedes concentrarte en aquietar tu mente, eso es algo maravilloso. Cuando consigas ahuyentar todos los pensamientos que perturban tu mente, tarde o temprano tu ser interior pasará automáticamente a primer plano y se pondrá justo delante de ti, como el sol abrasador despejando el velo de las nubes. Ahora mismo, el sol interior está cubierto por nubes: pensamientos, ideas, dudas, miedos, etc. Cuando puedas ahuyentarlos, verás que el ser interno está brillando radiante ​​justo delante de ti. Por favor, continúa con lo que estás haciendo. Es algo muy bueno y te capacitará para llegar más lejos, más alto y más profundo. La meditación será hecha automáticamente por tu ser interior. Sólo trata de concentrarte regularmente, fielmente y devotamente cada día. Tu ser interior estará muy complacido contigo y te dará lo que deseas de Dios.

Pregunta: A veces, cuando medito, no puedo controlar la mente. ¿Qué debo hacer en tal caso?

Sri Chinmoy: Consideremos la mente como un mono o un niño revoltoso. La naturaleza misma del mono es morderte. Pero puedes o bien no prestarle atención o bien, si continúa molestándote, amenazarlo y asustarlo. Pero siempre recházalo. Tantas veces como venga a ti, ahuyéntalo o pon deliberadamente tu atención consciente en alguna otra cosa. Si permites que te distraiga, ganará fuerza y ​​continuará torturándote. Durante la meditación, tu mente puede resistirse y obstruirte, pero debes que sentir que tienes algo superior a la mente, y eso es el corazón. Trata de obtener ayuda de tu corazón. Si sientes que la ayuda que recibes del corazón no es suficiente, entonces ve a lo más alto, es decir, al alma. Siente que no tienes y no eres otra cosa que el alma. Repite sinceramente: «Soy el alma, soy el alma». Si puedes repetir esto fervorosamente durante cinco minutos, la resistencia de la mente física desaparecerá y sólo el corazón y el alma existirán para ti.

Pregunta: ¿No es necesario controlar primero la mente para recibir la Luz divina?

Sri Chinmoy: Si queremos controlar la mente con nuestra voluntad, será como pedirle a un mono que no nos moleste. La naturaleza misma del mono es mordernos y pellizcarnos. Es imposible detenerlo. Pero podemos hacer emerger la luz del alma, que tiene un poder ilimitado. En el mundo exterior, cuando alguien es superior en fuerza o poder, trata de castigar a quien lo está molestando. Pero en la vida espiritual, la luz del alma y la luz del corazón no castigarán a la mente. Por el contrario, la luz actuará como una madre muy afectuosa. Saldrá al frente y tratará de transformar la mente. Sentirá, como lo hace una madre, que la imperfección del niño es su propia imperfección. El corazón sentirá que la oscuridad, la impureza y la oscuridad de la mente son sus propias limitaciones y, al mismo tiempo, estará en condiciones de ofrecer su luz —la luz que recibe del alma— a la mente. Tenemos que usar el poder superior, la luz del alma, para controlar la mente. Si tratamos de controlar la mente antes de hacer descender la Luz divina, fracasaremos lamentablemente.

Pregunta: He leído sobre diferentes métodos para despejar mi mente de pensamientos externos, pero parece que cuanto más lo intento, más difícil me resulta. Según tengo entendido, si uno está meditando correctamente, la luz o el conocimiento vendrán de fuentes externas cuando la mente está completamente clara. ¿Es cierto?

Sri Chinmoy: La luz y el conocimiento no vienen de fuentes externas. Vienen de dentro. Has estado enfocando tu atención en un objeto en particular, y eso es concentración. La meditación es otra cosa. Cuando meditas, te enfocas en la Infinitud, en algo muy vasto, profundo, sublime. No ves un objeto; tratas de crecer hasta convertirte en una expansión infinita. En la concentración te centras en algo pequeño, pero en la meditación te sumerges en algo muy vasto. Dices que te resulta extremadamente difícil meditar. Eso se debe a que estás tratando de meditar dentro de tu mente. La naturaleza misma de la mente es dar la bienvenida a las ideas: buenas, malas, divinas, no divinas. Pero la naturaleza del corazón es tratar de llegar a ser uno con el Objetivo último. Limpiar la mente es muy difícil, es cierto. Así que lo mejor que puedes hacer es tratar de hacer aflorar el corazón e iluminar la mente con la luz del corazón. Siempre es aconsejable meditar en el corazón. El amor y la unidad del corazón y el alma te unirán con la Divinidad. Cuando estés bien establecido en el corazón, con la fuerza de tu aspiración, entonces podrás entrar en la mente física para transformarla. De lo contrario, es casi imposible tratar con la mente e ir más allá de ella. Arroja todas las posesiones de la mente en el corazón. Cuando haces esto conscientemente, el corazón es capaz de llevar la luz del alma a la mente, o el alma ofrecerá conscientemente luz a la mente. Entonces la mente puede ser transformada e iluminada. Trata siempre de arrojar la mente en el corazón. Entonces tu meditación puede ser significativa y fructífera cada día. De lo contrario, puedes meditar durante años y años y no tener satisfacción, porque la mente nunca dejará de perturbarte. Así que, por favor, medita en el corazón e intenta identificarte espontáneamente con algo vasto, algo sublime, dentro de ti. Una vez que tu identificación sea fuerte, te será sumamente fácil meditar.

Pregunta: Trato de impedir que mi mente divague tanto durante la meditación, pero tengo muy poco éxito.

Sri Chinmoy: No estás ejercitando la capacidad de tu corazón; sólo estás ejercitando el poder de la mente. Muy a menudo, cuando me concentro en ti, veo que tu mente está girando como una rueda. Cuando la mente gira, es muy difícil para el Supremo actuar en tu mente. Pero cuando tu corazón aspira aunque solo sea por un segundo, el Supremo te abre la puerta. Hace unos meses, cuando iba a Washington en autobús, tres veces mientras me concentraba en ti vi tu corazón completamente abierto. Estabas recibiendo todas las bendiciones del Supremo: Luz, Paz, Dicha. Pero poco después de eso, comenzaste a intentar aspirar con tu mente y, en el momento en que comenzaste, desapareciste, te desvaneciste totalmente de mi conciencia. De ahora en adelante, por favor, trata de sentir que no tienes mente en absoluto. Cuando sientes que no tienes mente, no significa que seas un bruto o un animal. ¡No! La mente no es necesaria porque tienes un arma superior llamada corazón. Si puedes permanecer en tu corazón, aunque sea durante cinco minutos, aunque no reces ni medites, tu conciencia se elevará. El corazón es tu morada, no la mente. Si permaneces en el corazón, sentirás paz, luz y todo lo que necesitas. El corazón es como una fuente de paz, alegría y amor. Puedes sentarte al pie de la fuente y simplemente disfrutar. No hay necesidad de rezarle al Supremo para que te dé esto, aquello o cualquier otra cosa, pues obtendrás todas las cosas que deseas e infinitamente más de esta fuente. Pero las obtendrás de la manera en que el Supremo quiera dártelas. Si puedes complacer al Supremo permaneciendo siempre en la presencia de esta fuente, verás que tus deseos se cumplen de la manera más luminosa. Pueden ser los mismos deseos que siempre has tenido, pero serán tocados a un nivel muy elevado con luminosidad. Antes de que se cumplan, el Supremo transformará cada deseo en aspiración con Su Luz. Cuando Dios transforme tus deseos en aspiración, verás que te has convertido en esa aspiración misma. Puedes tener esa aspiración solo en el corazón y el alma, y ​​no en la mente. Si vas más allá de la mente, también puedes tener la misma aspiración. Pero nunca la tendrás si permaneces en la mente. La mente es realmente una densa selva para la mayoría de nosotros. Solo en el corazón encontraremos el mar de Paz y Dicha, y desde allí irradiará la Luz. Espero que todos meditéis en casa. Aunque no obtengáis resultados inmediatos, no os sintáis descorazonados o desanimados. Para aprobar nuestros exámenes escolares, tenemos que estudiar durante años. Pero la meditación es el examen de nuestro cuerpo, vital, mente, corazón y alma. Cuando aprobamos este examen, lo hemos aprendido todo, mientras que para el examen escolar sólo necesitamos un conocimiento muy limitado. Para este vasto conocimiento interior tenemos que estudiar. Nuestro estudio es nuestra oración y meditación sinceras. La sinceridad juega un papel muy importante. Si meditamos con intensa sinceridad aunque sea sólo durante dos minutos, eso es mejor que sentarnos en supuesta meditación durante dos horas pensando en nuestros hijos, nuestros amigos, nuestros enemigos, nuestros trabajos o lo que sea. En la India hay aldeanas que dicen: «Meditamos seis u ocho horas todos los días. Pero Dios es tan cruel que nunca escucha nuestras oraciones». Pero, ¿qué hacen realmente? Comienzan la meditación y luego empiezan a pensar en su vaca. La vaca está pastando y se preguntan si estará entrando en el campo de otro y la van a golpear. Sus mentes están vagando por el mundo de la imaginación y luego dicen: «He meditado durante tantas horas». Pero, ¿cuántas veces pensaron en Dios, y mucho menos sintieron la Presencia de Dios en su corazón? Todo el tiempo pronunciaban el Nombre de Dios, pero estaban pensando en su vaca o en alguna otra cosa trivial. ¿Qué tipo de resultado puede alguien esperar de este tipo de meditación? Si podemos permanecer durante cinco minutos sin ningún pensamiento en nuestras mentes, divino o no divino, bueno o malo, entonces obtenemos inmediatamente el reflejo de nuestra alma. El alma representa nuestra perfección divina tanto en nuestra vida exterior como en nuestra vida interior. A través de la meditación pura sin pensamientos, llegamos a ser capaces de reflejar nuestra divinidad interior.

Pregunta: ¿Qué sucede si pensamientos erróneos entran en tu mente durante la meditación?

Sri Chinmoy: En el momento en que un pensamiento entra en tu mente, especialmente cualquier pensamiento no divino o erróneo, tu aspiración debe cortarlo en pedazos, porque durante la meditación todo es muy intenso. Mientras estás hablando o interactuando en tus actividades terrenales ordinarias puedes tener cualquier tipo de pensamiento, porque tus pensamientos no son intensos en esos momentos. Pero durante tu meditación, si surge algún pensamiento no divino, el poder de tu meditación lo amplía e intensifica, y arruina parte de tu ser sutil y espiritual. Si viene un buen pensamiento, puedes tratar de aumentarlo lo más posible. Si los buenos pensamientos están en un nivel inferior, trata de elevarlos a un nivel superior. Pero si tienes un mal pensamiento, simplemente córtalo, acaba con él.

Pregunta: Cuando estoy meditando soy todo paz, pero como todavía no tengo pleno control de mis pensamientos, a veces surge un pensamiento negativo. Temo que el pensamiento erróneo pueda usar el poder de mi meditación para hacer algo malo.

Sri Chinmoy: Cuando te venga un pensamiento erróneo durante la meditación, trata de sentir que ese pensamiento es tan insignificante como una hormiga. Los pensamientos erróneos no pueden utilizar tu poder si sientes que el poder espiritual que has recibido de tu meditación es infinitamente más fuerte que el poder de los pensamientos erróneos. A veces, cuando los pensamientos erróneos vienen durante la meditación, uno siente que la fuerza de ese pensamiento erróneo es tan poderosa que incluso si ha meditado durante una hora, o dos o tres horas, es todo inútil. Un pensamiento erróneo, un pensamiento ordinario entra y uno siente perdido. Durante dos horas ha meditado del modo más sincero y divino, pero le da más importancia a un pensamiento erróneo que a toda su meditación. Esto es absurdo. El buscador no debería dar ninguna importancia a los pensamientos erróneos en ese momento en particular. En el momento en que podemos dejar de prestar atención a los pensamientos erróneos, estos no tienen poder. Pero lo que sucede es que les tenemos un miedo terrible. Nos quedamos en ellos y pensamos que nos van a arruinar. Sólo por pensar en ellos, por tenerles miedo, les damos poder. Así que no tengas miedo. Tú eres el amo en tu casa. Estás meditando dentro de tu propia conciencia, y alguien está llamando a la puerta. Si no le prestas atención, ¿cómo va a atreverse a entrar? Cuando estás meditando, sencillamente no debes abrir la puerta a estos pensamientos erróneos. Y en caso de que hayan entrado antes de que te hayas dado cuenta, ¿qué haces? Una vez más, no les prestas atención alguna. Los pensamientos erróneos son terriblemente celosos de los pensamientos divinos. Los pensamientos erróneos vienen a atacarnos y a llevarse nuestros sentimientos, pensamientos y poder divinos. Pero cuando prestamos toda nuestra atención a los pensamientos divinos, a los sentimientos divinos, al poder divino, en muchos casos los pensamientos erróneos simplemente se van. «No tenemos lugar aquí. Esta persona no se interesa por nosotros», piensan. Los pensamientos erróneos también tienen su orgullo. No se interesan por ti cuando tú no te interesas por ellos. Quiero decir algo más con respecto a esta pregunta. Hace muchos años, un discípulo le preguntó a su Guru qué hacer cuando pensamientos emocionales, pensamientos de su vital inferior, pensamientos sexuales, entraban en él durante su meditación más elevada. El Maestro dijo: «Deja inmediatamente de meditar. Cuando los pensamientos erróneos surjan durante una meditación intensa, recibirán intensidad de tu meditación y se convertirán en fuerzas muy poderosas. Por eso es mejor abandonar la meditación en ese momento». Se puede intentar ese método si se quiere. Pero deseo aconsejar a mis discípulos otro método. Cuando surjan pensamientos erróneos durante la meditación, inmediatamente podéis tratar inmediatamente de recordar una de vuestras experiencias divinas más dulces o más elevadas. Entrad en vuestra propia experiencia, que tuvisteis hace dos días o hace veinte años, y tratad de traerla a vuestra conciencia mental. Veréis que mientras estáis completamente inmersos en vuestra propia experiencia, el pensamiento vital o emocional del plano vital inferior está obligado a abandonaros porque el éxtasis más elevado, más profundo y más puro estará en vuestra conciencia. El Deleite Divino es infinitamente más fuerte que el poder del placer. Cuando invocas o invitas o tratas de recordar una de tus experiencias divinas, el deleite o éxtasis interno pasa a primer plano. Entonces, bebes el néctar de tu propia experiencia espiritual, que es infinitamente más poderoso que tus fuerzas vitales inferiores. De esta manera, puedes resolver el problema sin abandonar la meditación.

Pregunta: Siento una presión en la frente cuando medito. ¿Puede decirme a qué se debe?

Sri Chinmoy: Cuando sientas presión en la frente o en la cabeza, siente que no estás meditando en el lugar correcto. Quieres jugar un juego, pero desafortunadamente has ido al campo de juego equivocado. Cuando sientas presión en la cabeza o en la frente durante la meditación, significa que tu mente ha atraído más Luz y Emergía de la que es capaz de recibir. En ese momento, enfoca inmediatamente tu atención en el corazón. Allí sentirás paz, alegría, amor, confianza y todo lo que necesitas. Cada vez que sientas presión, cambia conscientemente tu atención al corazón. Luego intenta respirar lenta y silenciosamente durante unos segundos y esa tensión desaparecerá.

Pregunta: A menudo, por la mañana me lleva bastante tiempo comenzar a meditar. ¿Cómo se vacía el corazón de fuerzas negativas para comenzar a meditar?

Sri Chinmoy: Primero debes ser muy sincero consigo mismo. Tienes que saber si realmente estás entrando en el corazón o en la mente. Cuando tu meditación comienza temprano en la mañana, o bien entras en el corazón desde el principio o bien entras en el corazón después de intentar meditar en la mente durante media hora o quince minutos. Si estás siendo molestado por pensamientos y fuerzas negativas, puedes estar seguro de que no estás en el corazón, sino en la mente. El corazón espiritual es muy puro. Las fuerzas negativas no irán allí.

Pregunta: ¿Importa si te concentras y meditas en el centro del corazón o en el tercer ojo?

Sri Chinmoy: ¡Sí! Especialmente para los principiantes, siempre es aconsejable meditar en el centro del corazón. De hecho, incluso si uno ya es avanzado, debería meditar allí porque desde el centro del corazón sientes la unidad con lo Más Alto, obtienes alegría y te vuelves parte integral de aquello en lo que estás meditando. Si te concentras en el tercer ojo, puede que no tengas la sensación de unidad. Puede que veas Luz, pero sentirás que no es tuya. Primero sentirás que has visto Luz, pero luego pensarás que tal vez no era Luz en absoluto sino solo imaginación o alucinación. La duda puede entrar en tu mente. Sin embargo, cuando utilizas el corazón, la alegría que obtienes, sientes inmediatamente que es tuya; la paz que sientes es tuya; todo lo que sientes se vuelve tuyo. Ésta es la capacidad del corazón para la unidad. Por eso siempre es aconsejable meditar primero en el corazón. Una vez que hayas establecido tu unidad con la Paz, la Luz y la Dicha infinitas, tendrás la capacidad de identificarte con lo Inmenso. Entonces, cuando te concentres en el tercer ojo y veas la Luz, la Luz podrá entrar fácilmente en ti y volverse tuya. Una vez que hayas establecido tu unidad con lo Inmenso en forma de Paz, Luz, Dicha o cualquier otra cualidad divina, cuando veas la Luz ya sea dentro de ti o a tu alrededor, tendrás la capacidad de identificarte con ella y hacerla tuya. Después de que hayas establecido tu identidad con la Paz, la Luz y la Dicha, cuando veas estas cosas con tu tercer ojo, tendrás la capacidad de traerlas a tu sistema. Y si ya están dentro de ti, entonces tendrás la capacidad de hacerlas emerger. Por eso siempre es recomendable meditar en el centro del corazón. El tercer ojo es bueno, pero puede crear confusión, así que ¿por qué correr el riesgo?

Pregunta: ¿Por qué debería uno concentrarse y meditar en el corazón en lugar de en la mente?

Sri Chinmoy: Antes de concentrarte en el corazón o en cualquier otra cosa, piensa en la mente durante unos minutos en lugar de permitir que la mente piense en otra cosa. Sepárate de la mente y obsérvala. Observa lo que ha hecho por ti y ve si estás realmente satisfecho con su capacidad. La mente te ha dado muchas cosas, pero ¿merece la pena tener esas cosas en la vida espiritual o no? En la vida humana ordinaria, la mente es de suma importancia. Sin ella no podríamos funcionar adecuadamente. Pero si entras en la vida espiritual verás que la mayor parte de lo que la mente te ha dado es información y no iluminación. Hay una gran diferencia entre las dos. Lees libros y hablas con la gente y obtienes mucha información de ellos. Pero ¿dónde está la iluminación? Puedes leer cientos de páginas o hablar con cientos de personas, pero no obtendrás iluminación. Así que cuando pienses en lo que la mente te ha dado, piensa al mismo tiempo en lo que realmente necesitas más y verás que la mente no ha satisfecho esta necesidad. Si tu mente te ha decepcionado, ¿por qué deberías concentrarte en ella? Una vez que estés totalmente insatisfecho con la capacidad limitada de la mente, te será posible concentrarte en el corazón. Mientras tengas una fe tremenda en tu mente, la mente que complica y confunde todo, estarás condenado a la decepción en tu meditación. La gente común piensa que la complicación es sabiduría. Pero la gente espiritual sabe que la complicación es peligrosa. Dios es muy simple; la Luz es muy simple. Es en nuestra simplicidad y sinceridad, no en la complejidad, donde reside la Verdad real. La complejidad no puede darnos nada. La complejidad en sí misma es destrucción. Si meditas en la mente, podrás meditar quizás durante cinco minutos, y de esos cinco minutos, durante un minuto podrás meditar muy poderosamente. Después de eso, sentirás que toda tu cabeza se tensa. Primero obtendrás alegría y satisfacción, pero luego puedes sentir un árido desierto. Durante cinco minutos recibirás algo, pero si quieres ir más allá de eso, puede que no sientas nada. Si meditas en el corazón, llegará un día en que comiences a obtener satisfacción. Si meditas en el corazón, estás meditando donde se halla el alma. Es cierto que la luz, la conciencia del alma permea el cuerpo entero, pero hay un lugar específico donde el alma reside la mayor parte del tiempo, y es en el corazón. Si quieres la iluminación, si tu objetivo último es la iluminación, obtendrás esa iluminación del alma, que se halla dentro del corazón. Cuando sabes lo que quieres y dónde encontrarlo, lo sensato es ir a ese lugar. De lo contrario, será como ir a la ferretería a comprar alimentos. Si te concentras en la mente, te sentirás decepcionado y descorazonado. No obtendrás lo que quieres porque has ido al lugar equivocado. Es como mi situación ahora. Estoy aquí en las Naciones Unidas. Si alguien pregunta: «¿Dónde está Chinmoy?» Puedes decir que estoy en las Naciones Unidas, o puedes decir que estoy en la Sala de Conferencias 10. Mi presencia está impregnando espiritualmente toda la sede de Naciones Unidas, pero mi conciencia viviente está aquí mismo, en esta sala. Si vienes aquí, podré hacer más por ti que por otros que están en otras partes del edificio. De manera similar, cuando enfocas tu concentración en el corazón, obtienes mucha más satisfacción interior que cuando meditas en la mente, porque el corazón es el asiento del alma. Tienes que saber que la Fuente y la Realidad están en el corazón. La Realidad está en todas partes, pero la manifestación real de la Realidad tiene que estar en un lugar particular. Dentro del corazón está el alma, y ​​si meditas en el corazón, el resultado es infinitamente más satisfactorio. Pero es difícil para algunas personas meditar en el corazón porque no están acostumbradas a hacerlo. Tienes que ser sabio. Hay una gran diferencia entre lo que puedes obtener de la mente y lo que puedes obtener del corazón. La mente es limitada; el corazón es ilimitado. En lo más profundo de nosotros hay Paz, Luz y Dicha infinitas. Obtener una cantidad limitada es una tarea fácil. La meditación en la mente puede dártela. Pero puedes obtener más si meditas en el corazón. Supón que tienes la oportunidad de trabajar en dos lugares. En un lugar ganarás doscientos dólares y en el otro quinientos dólares. Si eres sabio, no perderás tu tiempo en primer lugar. No nos conformemos con las cosas que obtenemos muy fácilmente. Imploremos por algo que es más difícil de obtener, pero que es infinito y eterno. Si obtienes algo de la mente, mañana puede aparecer la duda y decirte que no es real. Pero una vez que obtienes algo del corazón, nunca podrás dudar de ello ni olvidarlo. Una experiencia en el plano psíquico nunca puede ser borrada del corazón.

Pregunta: ¿Cómo aprende uno a concentrarse en el corazón?

Sri Chinmoy: Si puedes concentrarte en la punta de tu dedo, también puedes concentrarte en el corazón. Igual que te concentras en cualquier cosa —una imagen, una vela, una llama, cualquier objeto material—, también puedes concentrarte en el corazón. Puedes cerrar los ojos o mirar una pared, pero todo el tiempo estás pensando en el corazón como tu querido amigo. Cuando este pensamiento se vuelve muy intenso, cuando absorbe toda tu atención, entonces has ido más allá de la forma ordinaria de pensar y has entrado en la concentración. No puedes mirar físicamente a tu corazón espiritual, pero puedes centrar toda la atención en él. Entonces, gradualmente, el poder de tu concentración entra en el corazón y te saca completamente del reino de la mente. Si no tienes pureza en abundancia, lo mejor que puedes hacer es invocar primero la pureza, y después concentrarte en el corazón. Si el corazón es impuro, si innumerables deseos mundanos están en posesión del corazón, entonces, por muy sinceramente que te concentres en el corazón, no tendrás éxito en tu vida interior. La pureza desempeña un papel muy importante en la vida espiritual. La pureza no significa tener un cuerpo limpio. La pureza es el sentimiento de tener un santuario viviente en lo más profundo de tu corazón. Cuando sientes la presencia divina de un santuario interior, automáticamente te purificas. En ese momento la concentración en el corazón será más efectiva, y cuando puedas concentrarte de manera efectiva, estás destinado a volverte consciente del corazón espiritual dentro de ti. Cuando tu concentración sea buena, entonces trata de meditar. La meditación no tiene que ser en la cabeza. Al igual que con la concentración, también puedes meditar en cualquier lugar. Puedes meditar fácilmente en tu corazón. Una vez que tu meditación se haya vuelto profunda, una vez que tengas la capacidad de acceder libremente a tu corazón espiritual, entonces te será muy fácil llegar a tu corazón espiritual.

Pregunta: ¿Cómo medita un principiante en el corazón?

Sri Chinmoy: Un principiante tiene que sentir que es un niño, no importa cual sea su edad terrenal. La mente de un niño no está desarrollada. Cuando tiene doce o trece años su mente empieza a funcionar a un nivel intelectual, pero antes de eso es todo corazón. Todo lo que ve, siente que es suyo. Se identifica espontáneamente. Esto es lo que hace el corazón. Cuando sientas que eres un niño, siente inmediatamente que te hallas en un jardín de flores. Este jardín de flores es tu corazón. Un niño puede jugar en un jardín durante horas. Irá de una flor a otra, pero no abandonará el jardín, porque obtendrá alegría de la belleza y la fragancia de cada flor. Dentro de ti está el jardín, y puedes permanecer en él tanto tiempo como quieras. De esta manera puedes meditar en el corazón. En el momento en que sientas que eres un niño, puedes meditar en el corazón. Un niño siempre tendrá a alguien que cuide de él, incluso si sus padres físicos no están allí. Dios tendrá a alguien que cuide del niño, porque Él siente que el niño está indefenso ahora mismo. Cuando un niño llora, inmediatamente alguien viene a ayudarlo. Pero cuando un adulto llora, su llanto ni siquiera es sincero. Cuando un niño llora incluso por un dulce, es muy sincero. En ese momento, su dulce es el mundo entero para él. Si le das un billete de cien dólares, no estará satisfecho; sólo le importará su caramelo. Cuando sientas que estás llorando como un niño por la Paz, la Luz y la Verdad, y que sólo esas cosas te satisfarán, entonces tu llanto se verá colmado.

Pregunta: ¿Qué significa cuando uno dice que un aspirante ha alcanzado una conciencia por encima de su imaginación durante la meditación? ¿Quiere decir que el aspirante no es consciente de esa Gracia?

Sri Chinmoy: Él es consciente de la Gracia, pero no puede concebirla con su mente. La imaginación está en la mente. Con la mente, si pensamos que estamos llevando algo muy profundo, muy vasto y muy profundo, aun así ese pensamiento de vastedad y profundidad es casi nada en comparación con la experiencia que hemos tenido o tendremos. Cuando alguien le dice a un niño que algo es muy grande, el niño inmediatamente piensa en un elefante o en una casa. Esa es su concepción de grande. Cuando pensamos con nuestra mente, nuestra idea de vastedad y profundidad es igualmente limitada. La mente no puede concebir la expansión infinita. No puede recibir adecuadamente la impresión de expansión infinita. De modo que, cuando el aspirante quiere hacer descender algunas cualidades divinas con su mente, tiene que saber que la mente ni siquiera puede concebir adecuadamente estas cualidades, y mucho menos hacer descenderlas. Esto es porque las concepciones de la mente humana son limitadas, mientras que las cualidades divinas son ilimitadas.
"Oh mi mente, ... tuya es la flecha de la concentración. Tuyo es el suelo de la intuición relámpago. Tuya es la paz sin horizonte."

Más allá de la mente: alcanzando el corazón espiritual

"Oh mi corazón, oh corazón mío, tú eres mi bote salvavidas.
  Navegas por los mares inexplorados de la ignorancia y alcanzas la Ribera Dorada del Más Allá."

Pregunta: La mente está en constante agitación y conflicto. ¿Hay alguna vez algún conflicto en el corazón?

Sri Chinmoy: No hay conflicto dentro del corazón mismo, pero a menudo hay conflicto entre el corazón y la mente. El corazón que realmente aspira no tiene otra voluntad que la del alma. Está constantemente clamando, clamando por alcanzar lo Más Alto. El corazón espiritual tiene esa clase de aspiración. Hasta que la mente esté iluminada, el corazón nunca dejará de luchar por iluminarla. Clamará por la luz hasta que la mente implore constantemente con él. Tenemos que permitir que el corazón se apodere de la mente y no permitir que la mente se entregue a la duda o la sospecha, que sólo retrasarán su propio progreso. El vital y la mente están de un lado y el corazón y el alma están del otro lado. Pero al corazón y al alma no les gusta luchar contra el vital y la mente todo el tiempo, por lo que permiten un compromiso y durante algún tiempo dejan que el vital y la mente vayan por su propio camino. Pero finalmente el corazón y el alma no se interesarán por ningún compromiso. Ellos también tienen su fuerza. Al final lucharán. Desafiarán al vital y a la mente, diciendo: «Queremos vuestra transformación para vuestro propio bien. ¡Ningún compromiso! Tenemos que vencer». El alma es infinitamente más poderosa que la mente y el vital y estos tendrán que someterse a la voluntad del alma.

Pregunta: ¿Por qué le dice a la gente que permanezca en el corazón y no en la mente?

Sri Chinmoy: Hay muchas razones por las que le digo que se permanezca en el corazón y no en la mente. El corazón sabe cómo identificarse con lo Más Alto, con lo más lejano, con lo más íntimo. En el caso de la mente, no es así. La mente trata de identificarse con un objeto, con una persona, con algo limitado. Pero esta identificación no es pura ni completa. Cuando la mente trata de identificarse, mira al objeto con ojos de vacilación, cuando no de verdadera sospecha. Pero cuando el corazón quiere identificarse con algo o alguien, utiliza el sentimiento de amor y unidad. Cuando el corazón quiere ver algo, lo ve sin reservas. Pero cuando la mente quiere ver algo, trata de demorar y separar. El corazón simplifica; la mente complica. La mente inconscientemente obtiene placer en cosas que son complicadas y confusas, pero el corazón obtiene alegría en cosas que son simples. La mente humana, física, terrenal está a nuestra disposición ahora mismo. Pero la mente superior, la sobremente, la mente intuitiva, la supermente, no están a nuestro alcance en este momento. En nuestra vida cotidiana utilizamos la mente física terrenal, que se contradice constantemente a sí misma. Lamentablemente, rara vez utilizamos el corazón, que es todo amor, todo simpatía, todo interés, todo pureza, todo armonía, todo unidad. ¿Por qué le digo que se preste más atención al corazón y menos a la mente? Porque el corazón expande. El alma representa nuestra iluminación y es dentro del corazón donde el alma reside. En la vida espiritual, nuestro tesoro es el alma. Solo con la ayuda del alma podemos hacer el progreso más rápido en la vida interior y solo meditando en nuestro corazón podemos contactar con el alma. Todos los caminos conducen a la Meta, pero hay un camino particular que nos llevará allí más rápido que los otros. Ese camino es el corazón. Es más rápido, más seguro y más fiable que cualquier otro camino. Somos poseedores de dos habitaciones. Una es conocida como la habitación del corazón; la otra como la habitación de la mente. Ahora mismo la habitación de la mente está oscura, apagada, impura y reticente a abrirse a la luz. Así que tenemos que permanecer en la habitación del corazón, la habitación de la luz, tanto como podamos. Cuando sintamos que todo nuestro ser está recargado de la luz interior que hay allí, entonces podremos entrar en la habitación de la mente e iluminarla. Pero si entramos en la habitación de la mente sin la suficiente luz, nos sentiremos totalmente confundidos porque estamos entrando en una habitación que es toda oscuridad. Estaremos atrapados allí y seremos víctimas de las ignorantes, no divinas y suspicaces fuerzas de la mente. Por eso digo a mis estudiantes que primero fortalezcan su ser interior meditando en el corazón. La luz del alma está disponible en el corazón. Si nos concentramos en el corazón, tarde o temprano aflorará la luz del alma. En ese momento, sabremos que estamos en posesión de la luz interior y podremos utilizarla a nuestra dulce voluntad. Entonces podemos entrar en la habitación de la mente para iluminarla. Pero muy a menudo cometemos el error garrafal de entrar en la habitación de la mente tan sólo porque vemos que es todo confusión y oscuridad. Tenemos que saber si tenemos a nuestra disposición la luz necesaria para iluminar la oscuridad. Si no tenemos la luz necesaria a nuestro alcance, tenemos que entrar sólo en la habitación del corazón. Allí podemos meditar y recibir la luz interior del alma hasta que seamos fuertes interiormente. Así pues, no deberíamos entrar en la habitación de la mente al comienzo mismo de nuestro viaje espiritual. Para entrar en esa habitación con seguridad necesitamos confianza interior, luz interior y certeza interior del Supremo.

Pregunta: Puesto que usted siente que los aspirantes espirituales deben prestar más atención al corazón que a la mente, supongo que su camino es principalmente un camino del corazón. ¿Puede decirme, por favor, de qué maneras tiende su camino a centrar la atención del aspirante en el corazón?

Sri Chinmoy: Amor, devoción, entrega: éste es nuestro camino. El amor es el primer peldaño, la devoción es el segundo peldaño y la entrega es el tercero y último peldaño de nuestra escalera espiritual. Como sabéis, el corazón es la sede del amor. El amor humano es seguido inmediatamente por la frustración, pero el amor divino es una expansión de nuestra conciencia. El amor humano significa sólo una cosa: poseer y ser poseído. El amor divino significa otra cosa: iluminar y ser iluminado, liberar y ser liberado. Cuando tratamos de poseer a otros, somos inmediatamente poseídos. Cuando tratamos de iluminar y liberar a otros, nosotros mismos somos iluminados y liberados. En el amor humano observamos algo significativo. Cuando amamos a alguien, tratamos de pasar nuestro precioso tiempo con esa persona en particular, o pensando en ella. Nos dedicamos a esa persona. También en la vida espiritual, si amamos realmente a Dios, o a algún Maestro espiritual, entonces naturalmente tendremos el impulso interior de ofrecerle nuestro amor puro y dedicarnos a él mediante nuestra aspiración y autodedicación. De lo contrario, lo que tenemos no es amor verdadero. Incluso el amor humano ofrece libremente su servicio para complacer al ser amado. En la vida espiritual, esta ofrenda de uno mismo tiene que ser mucho más intensa. Debemos estar dispuestos a dar todo lo que tenemos y todo lo que somos a Dios, a nuestro Maestro espiritual, al camino que estamos siguiendo. Esta ofrenda total de uno mismo es devoción. Pero la liberación completa sólo llega con la entrega a la Voluntad del Infinito. Al entregar nuestra existencia finita al Infinito, nos volvemos conscientemente uno con el Infinito. No estamos entrando en un desconocido o un extraño; el Infinito es nuestro propio poder no realizado. Lo finito siempre ha sido la parte no colmada, no manifestada del Infinito. Como seres humanos ordinarios somos finitos, pero como instrumentos divinos conscientes nunca podemos ser finitos, porque dentro de nosotros ha aflorado la Divinidad resplandeciente del Supremo. Hemos de tener el sentimiento de verdadero amor por el Supremo en nosotros. Entonces tenemos que saber que sólo en la sincera autodedicación nuestro amor encuentra su expresión. Pero a fin de alcanzar la verdadera realización de manera constante y eterna, tenemos que ver y sentir nuestra verdadera unidad con el Absoluto. El corazón tiene la llave secreta para abrir la puerta de la identificación y permitirnos ver nuestra unidad con Dios. Una vez que sentimos nuestra unidad con el Absoluto, tenemos que hacer que esta unidad sea total, permanente y eterna. Para esto necesitamos el mensaje divino de la entrega. Nuestra entrega implícita, sin reservas, inseparable, eterna e incondicional al Supremo es absolutamente necesaria para la realización de Dios. El amor es la primera necesidad. La devoción es la segunda necesidad. La entrega es la tercera y última necesidad. Estos tres pasos nos llevarán de manera rápida, segura y certera a nuestra Meta trascendental.

Pregunta: ¿Es el camino del corazón más fácil que el camino de la mente?

Sri Chinmoy: Hay dos caminos que se pueden tomar: uno es el camino mental y otro es el camino psíquico. El camino más fácil, rápido y convincente es el camino psíquico, el camino del corazón. Cuando sentimos algo, estamos más convencidos que cuando vemos algo. Al vemos algo con nuestros ojos, cuando de hecho nos acercamos a ello o cuando lo miramos por segunda vez, puede parecer diferente. Pero cuando realmente sentimos algo dentro del corazón, inmediatamente hay certeza. Esto se debe a que no tenemos la capacidad de identificación con la mente. Pero con el corazón nos identificamos inmediatamente. Cuando la madre oye el llanto del niño, inmediatamente corre hacia él, porque ella se ha vuelto una con el niño. En la vida espiritual, cuando el niño, el aspirante, llora, inmediatamente Dios viene corriendo. Llamamos al camino del corazón el camino iluminado por el sol. En este camino el progreso es más rápido que lo más rápido, porque dentro del corazón está el alma. El alma es toda luz. Es el mensajero divino, el representante divino de Dios. Si realmente llamas a la puerta del corazón, todo se logra, porque cuando la puerta del corazón se abre, encontrarás el alma dentro. Así que, por favor, concéntrate, medita y contempla en el corazón. Todo lo que quieres de Dios, en Dios y para Dios debe venir directamente de allí.

Pregunta: ¿Cómo podemos integrar la mente y el corazón?

Sri Chinmoy: Hay dos maneras. Una es que el corazón entre en la mente. La otra es que la mente entre en el corazón. Consideremos al corazón como la madre y a la mente como el niño. O bien el niño tiene que ir a la madre, que está calmada, tranquila y llena de amor, o bien la madre tiene que ir al niño, que ahora mismo está inseguro, dubitativo e inquieto. Cuando la madre va al niño, en ese momento el niño —que es la mente— tiene que sentir que la madre —el corazón— ha venido con buenas intenciones: para calmar la mente, para liberarla, para colmarla de una manera divina. Si la mente dubitativa e inquieta siente que el corazón ha venido a molestarla, y que su inquietud es algo muy bueno que ella quiere conservar, entonces está perdida. Si el niño es inquieto, dubitativo, desconfiado, y aprecia todas estas cualidades no divinas y siente que son sus mejores cualidades, ¿qué puede hacer la pobre madre entonces? El corazón tendrá la buena intención de transformar la duda de la mente en fe, y sus otras cualidades no divinas en cualidades divinas. Pero la mente tiene que estar preparada; ha de sentir que el corazón ha venido con la idea de cambiarla para mejor. De la otra manera, después de que el niño ha pasado por todo lo negativo y destructivo —el miedo, la duda, la sospecha, los celos, la impureza— llega a un punto en el que siente que ya es hora de acudir a alguien que pueda darle algo mejor. ¿Quién es ese alguien? La madre, el corazón. La madre está más que deseosa de iluminar a su propio hijo. Si la mente aspira, sentirá inmediatamente que el corazón es la madre, la verdadera madre. Y el corazón siempre sentirá que la mente es un niño que necesita instrucción. Ambos métodos son eficaces. Si la mente está dispuesta a aprender del corazón, el corazón siempre está deseoso de enseñarle. La madre está dispuesta a ayudar al niño, a servirlo las veinticuatro horas del día. Es el niño quien a veces se irrita, se vuelve desobediente u obstinado, quien siente que lo sabe todo y que no tiene nada que aprender de nadie más. Pero la mente debe aprender de alguien más. Incluso la madre, el corazón, obtiene conocimiento de alguien más: del alma, que es todo luz. Llamemos al alma la abuela. De la abuela aprende la madre, y de la madre aprende el niño. El alma enseña al corazón y el corazón enseña a la mente. Si podemos ver la relación entre el corazón y la mente como la relación de una madre con su hijo, esa es la mejor manera de integrar los dos.

Pregunta: ¿Puede uno decir si algo viene de la mente o del corazón, o las cosas van siempre del corazón a la mente?

Sri Chinmoy: Uno no siempre puede decir absolutamente si algo está viniendo de la mente o del corazón. Deberíamos siempre escuchar al corazón, porque el corazón es infantil y puro. Pero la mente piensa que el corazón es pueril y no quiere escucharle. Sólo le interesa su propio conocimiento y no la sabiduría del corazón. Huelga decir que siempre debemos ver el mundo a través del corazón. Algo que viene del corazón no tiene por qué ir a la mente. Es decir, el corazón no necesita comunicarse a través de la mente ni de ninguna otra cosa. El corazón es muy elocuente por sí mismo. En el momento en que entro en una habitación y veo a alguien, inmediatamente lo sé todo sobre él. La otra persona no tiene que decirme una sola palabra exteriormente; su corazón me lo dice todo en un fugaz segundo. Mi corazón le está hablando y su corazón me está hablando. En este caso, el corazón no está utilizando en absoluto la mente para comunicarse. Está hablando su propio idioma.

Pregunta: En el momento en que invitas a que hagamos preguntas, mi mente quiere hacer muchas preguntas, pero mi corazón no quiere que haga ninguna. ¿Por qué pasa esto?

Sri Chinmoy: Respondo a las preguntas porque a veces veo que vuestro corazón no es capaz de convencer a vuestra mente de la verdad que el corazón ya conoce. Pero si escucháis esta verdad de mí, vuestra mente intentará ver algo en mi luz de sabiduría. Tu corazón, como dices, no tiene preguntas. Conoce intuitivamente todas las respuestas. Pero tu mente tiene bastantes preguntas. Cuando respondo a tus preguntas, el poder de tu corazón se fortalece porque tu mente empieza a aceptar la verdad y la luz de la respuesta, y a entregarse a tu corazón. Cuando la mente no pelea tanto contra él, el corazón se hace más fuerte. Por eso respondo a las preguntas: para convencer a la mente. De lo contrario, muy a menudo la mente se negará a ver la luz o a sentirla o a volverse una con la luz que el corazón le ofrece.

Pregunta: Con frecuencia siento muchas preguntas importantes dentro de mí, pero no puedo conceptualizarlas. ¿Cómo podemos ser lo suficientemente conscientes en nuestro interior para conocer las preguntas que tenemos?

Sri Chinmoy: Tenemos que conocer la fuente de nuestras preguntas. Si la fuente de las preguntas es la mente intelectual, sofisticada, o la mente física, entonces estas preguntas no tienen un valor esencial. Aunque sean respondidas de la manera más adecuada, las respuestas no serán de ninguna utilidad en tu vida interior. Cuando se trata de tu corazón, sólo hay una pregunta que puede venir del corazón, de lo más recóndito de tu corazón: «¿Quién soy yo?» Esta es la única pregunta que realmente vale la pena hacer y que vale la pena responder. Es una pregunta que tiene que ser respondida cada día, cada segundo en nuestra existencia. Si tienes millones de preguntas sobre Dios y sobre ti mismo, podrás obtener las respuestas más adecuadas a todas ellas obteniendo la respuesta adecuada a esta única pregunta: «¿Quién soy yo?». Todas las demás preguntas giran en torno a esta pregunta. Cuando conoces la respuesta a esta pregunta, los problemas de tu vida están resueltos. Entras en la liberación, la salvación, la autorrealización. Te vuelves total y conscientemente uno con Dios el Omnipotente, Dios el Omnisciente y Dios el Todo Perfecto. No te molestes en buscar preguntas en lo profundo de tu ser. La mayoría de las preguntas son como hormigas y bichos. No nos ayudan de ningún modo a acercarnos a nuestra Meta. Al contrario, se interponen en nuestro camino. Las preguntas iluminadoras, preguntas que surgen de lo más profundo de nuestro corazón concernientes a nuestro progreso interior y nuestro logro interior, nuestra autorrealización o la realización de Dios, son muy pocas en número. Además de preguntar, «¿Quién soy yo?», es posible que quieras saber la respuesta a la pregunta, «¿Para qué estoy aquí?». Es posible que tengas también varias preguntas específicas sobre tu propio progreso espiritual, que seguramente te vendrán espontáneamente. Pero la única pregunta realmente importante es: «¿Quién soy yo?».

Pregunta: Cuando habla del corazón como el centro del amor y el lugar donde reside el alma, ¿se refiere al corazón físico o es «corazón» solo un término que utiliza?

Sri Chinmoy: No estoy hablando del corazón humano, del corazón físico, que es simplemente otro órgano, ni del corazón emocional, que es realmente el vital. Estoy hablando del corazón puro, del corazón espiritual. Algunos maestros espirituales dicen que el corazón espiritual está en el centro del pecho; otros dicen que está situado un poco a la derecha; otros dicen que a la izquierda. Hay incluso un maestro espiritual que dice que el corazón se halla un poco por encima del centro de las cejas, en lo que llamamos el tercer ojo. ¿Cómo puede un maestro espiritual decir esto? Porque el tercer ojo iluminado es luz, y el corazón iluminado también es todo luz. Pero según mi propia realización, el corazón espiritual está situado en el centro del pecho, en el centro de nuestra existencia. El corazón es como el comandante en jefe, mientras que el alma es el rey. Cuando el alma viene a la existencia, su primera preocupación es iluminar el corazón. Cuando el alma se retira del cuerpo, automáticamente el comandante en jefe pierde todo su poder. El corazón quiere permanecer con su rey. No quiere ir a unirse a otro rey o a otro ejército. En el mundo exterior nuestros amigos pueden engañarnos; pero en el caso del alma y el corazón, su intimidad es más fuerte que la más fuerte. A veces el físico no escucha al alma. La mente y el vital pueden ignorarla. Pero el corazón siempre es fiel al alma. El corazón sabe también como identificarse con los corazones de los demás. La madre no tiene que demostrar el amor por su hijo diciéndole: «Te amo, te amo», porque la identificación que tiene con el niño hace que el niño se sienta amado. El corazón verdadero no necesita convencer; tiene el poder de la unidad.

Pregunta: Desde que comencé a meditar aquí, he sentido que mi conciencia está en un lugar diferente, y me preguntaba si podría comentar algo al respecto.

Sri Chinmoy: Tu conciencia está ahora en el centro del corazón. Éste es el centro del amor puro y la unidad. Anteriormente, tu conciencia estaba en la mente. Cuando permaneces en la mente, toda la vida puede parecer un trozo de madera seca. Pero cuando permaneces en el corazón, la vida puede convertirse en un mar de amor puro y dicha. Desde que vienes aquí, tu conciencia ha comenzado a funcionar más desde el centro del corazón que desde el centro de la mente. Si puedes mantenerla allí, gradualmente comenzarás a experimentar un sentimiento espontáneo de unidad. Si puedes cultivar el terreno espiritual del corazón, encontrarás que allí crece el amor espontáneo, la espontánea unidad con Dios y la creación de Dios. En el corazón, el amor es realmente puro y fluye abundantemente. Desde el centro del ombligo, el amor también fluye abundantemente, pero está lleno de impurezas. Y desde debajo del ombligo, además de ser impuro, el amor fluye en una medida insignificante.

Pregunta: ¿Es inevitable la aridez espiritual?

Sri Chinmoy: La aridez espiritual es inevitable sólo cuando no nos acercamos a Dios con suficiente amor y devoción. Si nos acercamos a Dios con la mente, habrá aridez. Pero si nos acercamos a Dios con el corazón y el alma, no puede haber aridez alguna, sólo una lluvia constante de amor y Gracia. Sentimos que nuestro amor fluye hacia Dios y que la Gracia de Dios se derrama constantemente sobre nosotros. Si nos acercamos a Dios con la mente, por un segundo podemos ver que la Gracia está lloviendo en abundancia. Luego, durante cuatro días o cuatro meses, no habrá lluvia en absoluto. Aquellos que saben cómo clamar por Dios mismo —y no sólo por los Sus dones— desde lo más profundo de su corazón sentirán que no hay aridez. Pero aquellos que quieren acercarse a Dios con conocimiento e intelecto siempre sufrirán de aridez. Muchos aspirantes e incluso grandes maestros espirituales han pasado por esta aridez espiritual. Luego, en virtud de sus propias experiencias, dicen que no hay nadie que no haya tenido la experiencia de la sequía espiritual. Pero afortunadamente no puedo estar de acuerdo con ellos. Yo me acerqué al Supremo con amor, devoción y entrega y deseo decir que nunca, nunca experimenté la sequía espiritual. Constantemente me deleité en la lluvia de Su infinita Gracia. Si quieres vivir en la Gracia infinita de Dios, entonces tienes que acercarte a Dios con amor, devoción y entrega. Tienes que ofrecerte por completo al Supremo, y este autoofrecimiento debe ser a través del corazón y no a través de la mente. Si puedes hacer esto, entonces no habrá aridez. Constantemente, en cada momento, serás alimentado por el Supremo. Lo que llamas aridez, en términos espirituales yo lo llamo inanición. Pasamos hambre espiritualmente simplemente porque no permitimos que el alma salga al frente y cuide de nosotros. Hacemos justo lo contrario. Le decimos al alma que no solo podemos cuidar de nosotros mismos, sino que además estamos listos para cuidar de ella también. Este es nuestro error. Dejemos que el alma se ocupe de nuestra existencia exterior. Entonces veremos que nuestra hambre interior será alimentada por la Gracia infinita de Dios.

Pregunta: ¿Puede explicar cómo puede el aspirante alcanzar su corazón espiritual?

Sri Chinmoy: El corazón espiritual está situado justo en el centro del pecho. Dentro del corazón habita el alma. El alma permea el cuerpo entero, pero reside en el corazón, igual que alguien vive en una casa, pero está la mayor parte del tiempo en una habitación determinada. Uno puede sentir el corazón espiritual cuando aspira intensamente y uno puede también verlo con el tercer ojo. Cada día, cada aspirante debe concentrarse en el corazón y en ninguna otra parte. Tiene que sentir que no tiene cabeza, no tiene piernas, no tiene brazos; sólo tiene el corazón. Un aspirante puede alcanzar su corazón espiritual mediante la concentración y la meditación constantes.

Pregunta: ¿Cómo puedo convertirme en mi corazón y permanecer en mi corazón en todo segundo?

Sri Chinmoy: Hay tres maneras en las que puedes convertirte en tu corazón. La primera es sentir que has tendido una red en la cual está capturado el mundo entero. Has capturado a todos, no para castigarlos, no para herirlos, sino para jugar con ellos. Les darás alegría y ellos te darán alegría. Cuando piensas en jugar un juego, te conviertes en el corazón. El corazón es alegría, jugar es alegría, el juego es alegría y el jugador es alegría. Para llegar a ser sólo el corazón, tienes que sentir que hay alguien jugando contigo constante y eternamente, y que esa persona es Dios. Según nuestra concepción india, Dios es un Niño eterno, y todos los Maestros espirituales también tienen una naturaleza infantil. Se dice a veces que la primera y más importante señal de un Maestro espiritual es que tiene el corazón de un niño. Por supuesto, esto significa un niño espiritual, un niño divino, un niño iluminado, y no un niño ordinario. La segunda manera de llegar a ser el corazón es sentir que dentro de ti hay un Niño divino que es el alma. Puedes pensar constantemente que dentro de tu corazón hay un Niño que es sumamente luminoso, infinitamente más hermoso que cualquier ser humano. El Niño eterno necesita una morada, una casa, una habitación. ¿Dónde está Su habitación? Está dentro de tu corazón. Primero piensa en el Niño, y luego piensa en Sus necesidades. Él necesita un lugar donde vivir y tu corazón es la morada más perfecta. La tercera manera de sentir que eres el corazón es sentir constantemente tu necesidad y la necesidad de Dios. Tu necesidad es la perfección. Si puedes pensar en la perfección, meditar en la perfección, implorar por la perfección, entonces tu necesidad será colmada. La necesidad de Dios es la manifestación. A pesar de tu imperfección, Él Se está manifestando, pero cuando Él puede manifestarse en y a través de tu perfección, entonces tendrá una verdadera plenitud. Cuando Dios se está colmando en ti y a través de ti, esa es tu plenitud realización y Su verdadera plenitud. En ese momento no eres nada más que el corazón.

Pregunta: ¿Cómo podemos aprender a amar a Dios con todo nuestro corazón?

Sri Chinmoy: En primer lugar, tratemos de saber lo que significa corazón. El corazón espiritual es nuestra parte más dulce e íntima. Podemos esperar que tenga el sentimiento de unidad inmediata e indivisible con Dios. En este momento, nuestra existencia física nos separa de nuestra conciencia del corazón. Además, la mente nos está utilizando y, por tanto, no se le está permitiendo al corazón pasar al primer plano. Por otra parte, a veces utilizamos el vital y creemos que es el corazón lo que estamos utilizando. A fin de dar el amor de nuestro corazón al Supremo, primero tenemos que identificarnos con el corazón verdadero. A continuación, tenemos que sentir que nuestro corazón está compuesto de una sola cosa: gratitud. Debemos sentir nuestra unidad con el corazón y debemos sentir que nos hemos vuelto la gratitud misma. Si alguien llama nuestro nombre, nuestro ser interior no responderá. Pero si alguien dice la palabra «gratitud», inmediatamente sentiremos que nos está llamando a nosotros y a nadie más. ¿Esta gratitud es para quién? Es para el Supremo. En el momento en que podamos sentir que nuestra existencia interior y nuestra existencia exterior tienen un solo nombre, gratitud, podremos ofrecer el amor de nuestro corazón al Supremo de manera total, implícita e incesante. ¿Por qué tenemos que ofrecer gratitud al Supremo? Porque Dios nos ha dado la mayor bendición imaginable. Nos ha dado la aspiración de llevar una vida espiritual y realizarlo. Hay billones de personas en la Tierra que no tienen ese impulso de realizar a Dios, porque aún no han recibido esta bendición sin igual. Estamos comenzando nuestro viaje interior consciente antes que ellos y también alcanzaremos la Meta mucho antes que ellos.

Pregunta: ¿Cómo puedo tener un corazón tan vasto como el de Jesucristo?

Sri Chinmoy: Debes saber que hay una gran diferencia entre el corazón de Jesucristo y el de un ser humano ordinario. Pero la persona que es hoy ordinaria, en el mañana de Dios puede tener un corazón tan vasto como el de Jesucristo. ¿Quién le dio a Jesucristo ese vasto corazón? ¿Quién le dio al Señor Buda un corazón tan vasto? Dios lo hizo. Si Dios puede darle a Cristo y a Buda y a Krishna un corazón tan inmenso, también puede darte a ti el mismo tipo de corazón si así lo desea. Un día sientes un inmenso corazón dentro de ti y quieres volverte uno con el mundo y mostrar simpatía hacia el mundo. Pero al día siguiente, si no tienes el mismo sentimiento o la misma capacidad de sentir unidad, no te sientas triste. Si lo haces, estarás cometiendo un error. De esta supuesta tristeza, muy pronto surgirán los celos. Cuando te pones celoso, comienzas a maldecirte a ti mismo y a dudar de ti mismo. Te preguntas: «¿Qué he hecho mal para que lo que tenía hace unos días ya no lo tenga hoy?». Luego comienzas a pensar que Dios es parcial. Piensas: «Él no me dio la capacidad de manera permanente. Él le ha dado ahora esa capacidad a otra persona». Pero Dios no dejará a nadie sin realizar. Todo el mundo tiene que realizar lo Altísimo. Es sólo cuestión de tiempo. Tú realizarás a Dios mañana; a otra persona puede llevarle doscientos años; a otra tal vez cuatrocientos. Pero si esa persona que necesitará cuatrocientos años siente pena porque tú vas a realizar a Dios mañana, su tristeza no va a ayudarla en nada. Si el corredor más rápido gana y yo me siento triste cuando lo observo, eso no me va a servir de nada. Él tiene la capacidad, así que ganará. Yo no tengo la capacidad, así que no ganaré. Pero si puedo apreciar su velocidad, automáticamente algo de su capacidad entrará en mí. A través de la apreciación sincera ganamos capacidad. Así pues, si ves que una persona tiene un gran corazón, el corazón de un Cristo, si puedes apreciarla y admirarla todo el tiempo, por medio de tu apreciación e identificación ensanchas el poder y la capacidad de tu propio corazón automáticamente.

Pregunta: ¿Cómo podemos expandir más nuestro corazón para abrazarte y tenerte constantemente con nosotros?

Sri Chinmoy: Ya que soy tu Maestro espiritual, siente por favor que la Conciencia infinita está dentro de mí. Has entrado en la vida espiritual y en cada momento estás tratando con la conciencia. Mi nombre, aunque me lo dieron mis padres, en realidad significa 'lleno de conciencia divina'. Piensa en mi nombre durante el día y siente que cuando piensas en mí estás pensando en una cosa en particular en tu vida: en la conciencia. Al decir 'mí' me refiero al Supremo en mí. Cuando piensas en la conciencia, estás destinado a sentir expansión, porque la naturaleza misma de la conciencia es expandirse. Si piensas en la conciencia, inmediatamente sentirás dentro de ti un inmenso océano o un inmenso cielo. Tu pregunta es cómo puedes expandir tu corazón para tenerme contigo constantemente. Si miras el océano, verás una vasta extensión de agua. El agua significa conciencia. Si miras el cielo, verás una infinita extensión de azul. El azul significa Infinitud. Si puedes mirar el océano o el cielo temprano en la mañana, tan solo por unos minutos, y sentir que tu corazón y mi conciencia se han vuelto uno allí, tu corazón claramente se expandirá. Entonces, cada vez que pienses en mí, si puedes pensar también en esa inmensidad, de esta manera lograrás tu objetivo.

Pregunta: ¿Cómo puedo mantener una buena conciencia mientras estás físicamente lejos?

Sri Chinmoy: Tienes que sentir todo el tiempo que lo físico no es todo, y que lo espiritual es todo. Dentro de lo físico está lo espiritual. Afuera está el cuerpo, pero justamente porque tienes el corazón dentro, estás vivo. En la vida espiritual, el corazón y el alma son lo más importante. Mi presencia debe estar dentro de ti. Si puedes sentir mi presencia dentro de tu corazón, no sentirás que estoy lejos. De esta manera podrás mantener tu conciencia elevada en todo momento.

Pregunta: ¿Cómo podemos expandir nuestro corazón y tener más sus cualidades divinas en nuestras acciones diarias y en nuestras relaciones con la gente?

Sri Chinmoy: La vida espiritual no es una vida de indiferencia. Sin embargo, uno tiene que tener discernimiento cuando trata con el mundo. Si le das tu corazón a todo el mundo, sin importar quién sea la persona, entonces la gente puede explotarte. Si un ladrón quiere comprar herramientas para robar, y alguien con un corazón magnánimo le da el dinero sin cuestionar qué clase de persona es o por qué quiere el dinero, ¿quién será parcialmente responsable de sus futuros robos? La persona que le da dinero al ladrón. Una persona espiritual puede tener un corazón verdaderamente amplio, pero utilizar la cualidad del corazón con sabiduría es más importante que implorar por el ensanchamiento del corazón. Dios ya le ha dado a nuestro corazón muchas cualidades divinas, pero no las usamos y por tanto ralentizamos nuestro crecimiento espiritual. Muy pocas personas, debo decir, saben lo que es realmente el corazón espiritual. Lo que confundimos con el corazón es en realidad el vital emocional. En este momento queremos darle todo a una persona y al momento siguiente queremos quedárnoslo todo para nosotros. En este momento, sin ninguna razón, estoy dispuesto a darte todo y al momento siguiente, de nuevo sin ninguna razón, estoy dispuesto a quitarte la vida. Este tipo de sentimiento no proviene del corazón en absoluto. Es el juego de nuestro vital exigente e insatisfecho lo que estamos viendo. Si nuestro vital está tratando de desempeñar el papel del corazón, tratará de dominar a los demás o hacerles sentir que nos necesitan desesperadamente porque tenemos sabiduría o luz, mientras que ellos no la tienen. Pero la existencia misma del corazón está basada en la identificación. La identificación es luz. El corazón espiritual puede identificarse solo con la luz y el deleite, porque recibe luz y deleite continuos del alma. Podemos identificarnos con la aflicción de alguien, pero con lo que realmente nos estamos identificando es con la luz que hay dentro de esa aflicción. Dentro del dolor, dentro del sufrimiento, dentro de la oscuridad misma, hay luz. En última instancia, el corazón se está identificando con la luz que hay dentro. Si imploramos cada día por nuestra propia luz interior, veremos que el corazón está destinado a expandirse. Pero si queremos expandir el corazón sin luz, simplemente expandiremos nuestra ignorancia. Sólo cuando clamamos por lo Más Alto se expandirá realmente nuestro corazón . Debemos darnos cuenta de que el vital, que nos está engañando y explotando, debe dejarse de lado. Muy a menudo las fuerzas del vital impuro, debajo del ombligo, entran en nuestro corazón y nos hacen sufrir. La purificación del vital es absolutamente necesaria si el vital quiere actuar divinamente, junto con el corazón. De lo contrario, el corazón tendrá que desempeñar su papel solo. Pero por favor, al tratar con la humanidad, tengan cuidado de no ofrecer la falsa luz del vital exigente y posesivo. En nombre de la preocupación, muy a menudo ofrecemos temores, ansiedades e impurezas, entre otras cosas. No es nada difícil hacer aflorar las buenas cualidades del corazón, como la simpatía y el interés. Podemos sacar adelante estas buenas cualidades a través de nuestra aspiración. Estamos aspirando a Dios, quien indudablemente tiene más Interés, Afecto y todas las demás cualidades del corazón que nosotros. Nuestra aspiración sincera puede hacer descender estas cualidades desde Dios.

Pregunta: ¿Cómo se puede vencer el apego cuando se tiene un gran corazón y se quiere ayudar a la gente?

Sri Chinmoy: Si tienes un gran corazón y quieres ayudar a cientos de personas, debes recordar a quién pertenecen esas personas. No te pertenecen, pertenecen al Supremo. Puesto que son Sus posesiones, tienes que asegurarse de que el Supremo quiere que las ayudes. Si las quieres ayudar sólo para demostrar tu capacidad externa, el único resultado significativo será un aumento de tu orgullo y vanidad. Pero si Dios te ha encomendado la tarea, Él puede darte el corazón y la capacidad no sólo para ayudar a cien o doscientas personas, sino a millones de personas a la vez. ¿Cómo puedes estar desapegado si tienes un gran corazón? Si es la Voluntad de Dios que debas ayudar y Él te ha dado alguna capacidad, alguna iluminación, alguna sabiduría y luz interior, entonces te será fácil estar desapegado. Pero si tu deseo de servir al mundo no es la Voluntad de Dios, si proviene inconscientemente de tu vital, entonces vas a estar apegado. Si tu deseo de ayudar a los demás proviene conscientemente del vital, entonces sabrás que tu deseo de ayudar a la gente es sólo para obtener aprecio, admiración y fama. Muy a menudo la gente no conoce la diferencia entre el corazón y el vital, porque el vital está cerca del corazón. El corazón espiritual está en el centro del pecho y el vital está en el ombligo y más abajo. Desde el ombligo la conciencia fluye hacia arriba, y la gente piensa que es la conciencia del corazón. La conciencia vital emocional y físicamente impura fluye hacia afuera y la gente piensa que es la conciencia del corazón purificando e iluminando el mundo entero. La emoción vital siempre crea apego, pero la gente está convencida de que es el interés de su corazón. El apego los está matando, pero no entienden lo que es. Piensan que están sufriendo debido al interés de su corazón por los demás. A menos que uno aspire, es muy difícil conocer la diferencia entre el apego vital o el amor vital y el verdadero amor psíquico o el amor divino del corazón. La capacidad de discernimiento llega a través del progreso espiritual gradual. Los Maestros Espirituales pueden notar la diferencia, y los buscadores sinceros que han logrado un progreso considerable también pueden notarlo. Pero otros siempre cometerán un error. En raras ocasiones reconocerán sus emociones vitales, pero la mayoría de las veces sentirán que su corazón puro les está haciendo sufrir. A veces, cuando sentimos que estamos más que preparados para ir e iluminar al mundo, nuestra preparación no es preparación en absoluto. Lo que llamamos preparación, a los ojos de Dios, puede ser nuestra manera egoísta de imaginar nuestra propia grandeza. En ese momento, iremos de un extremo a otro de la tierra ofreciendo nuestra luz, pero esta luz no será verdadera luz; es todo el ego humano viniendo directamente del mundo vital. Por eso tenemos que ser muy cuidadosos. La verdadera preparación solo existe cuando Dios nos dice que hagamos algo, porque Dios puede ver cuándo estamos realmente listos. Cuando estemos listos, Dios hablará a través del Maestro y nos dirá que estamos listos. Solo entonces puede la riqueza del corazón ofrecerse a la humanidad de una manera divina. Así pues, profundiza siempre en tu interior y espera a que la luz interior o el Maestro te guíe y te dé órdenes. Cometerás un error si piensas que tienes la capacidad de servir al mundo divinamente, pero que no estás teniendo la oportunidad de utilizarla. Utiliza primero toda tu capacidad para realizar la Verdad más elevada. Cuando hayas realizado esta Verdad, encontrarás en lo más profundo de ti a Uno que te dirá cuándo ha llegado el momento de que difundas tu luz ayudando al mundo. En ese momento, nunca estarás apegado. Sentirás que te estás volviendo conscientemente uno con tu otra parte y tendrás la capacidad de transformarte en esta parte más grande. Mientras no tengas esta capacidad, cuando des algo a otra persona, siempre sentirás que eres superior, que ella es un mendigo y tú eres un príncipe. Pero cuando estás iluminado y has recibido la orden de Dios de ayudar a los demás, verás a la otra persona como tu propio ser extendido. En ese momento no habrá sensación de separatividad, sólo unidad y expansión. Cuando hay unidad total, no hay apego. Es el sentimiento de dualidad lo que crea el apego. En el océano infinito hay millones de olas, pero todas ellas son parte integrante del océano. Los millones de olas son la expresión, la revelación, la manifestación del océano. Aquí no hay dualidad ni apego; todo es unidad.

Pregunta: ¿Es posible que la mente física trate de velar la gratitud del corazón?

Sri Chinmoy: No sólo es posible, sino que sucede casi constantemente. La mente física oculta la gratitud del corazón casi todos los días y, en algunos casos, las veinticuatro horas del día. Los ateos no creen en Dios, aunque Dios les ha dado un alma, les ha dado la vida, les ha dado oportunidad, y todavía está cuidando de ellos y ofreciéndoles Compasión e Interés. Pero para ellos no hay Dios. Con su desarrollo y sofisticación mental, la duda y otras cualidades no divinas han entrado en ellos. Para las personas ricas, a menudo tampoco hay Dios, aunque Dios las ha bendecido con Su Munificencia. Para ellas, el dinero es su Dios. Eso es todo a lo que aspiran. Estas personas también tienen un corazón, pero la gratitud de ese corazón está velada por la mente física. La mente física está constantemente clamando por la posesión, y no por la liberación. Pero el corazón siempre tiene el sentimiento de unidad. En el corazón, tú y yo tenemos el mismo estatus. Yo no soy superior a ti en ningún sentido, tú no eres superior a mí en ningún sentido. Pero cuando vivimos en la mente física, inmediatamente estamos separados. O bien soy superior o soy inferior; no podemos ser uno. La mente física, que está llena de imperfección, limitación y ataduras, intentará siempre separarnos de nuestra realidad. Nuestra realidad es el alma y esa alma está dentro del corazón. A nuestra mente física tenemos que atraparla y controlarla como a un ladrón. Tenemos que atrapar a la mente con nuestra intensa aspiración y tenemos que controlarla con nuestra fuerza de voluntad. Y finalmente tenemos que iluminarla con la luz de nuestra alma. Podemos revelar la gratitud del corazón en el momento en que logramos poner de manifiesto nuestra alma, que está llena de luz divina. Y para poner de manifiesto al alma tenemos que sentir que toda nuestra existencia está en el corazón mismo. Tenemos que sentir que toda nuestra concentración está dentro del corazón, no en la parte superior de la cabeza o en la frente o en cualquier otra parte. Cuando enfocamos nuestra atención en el corazón, tenemos que sentir que hay una chispa divina, un niño bellísimo y luminoso que intenta emerger a la superficie. Como el sol en el cielo, muchas veces se ve eclipsado por las nubes. Pero cuando el sol finalmente aparece, la oscuridad se desvanece por completo. Si podemos centrar nuestra atención en el corazón, lenta pero constantemente veremos cómo el sol interior —que es infinitamente más brillante, más poderoso, más luminoso que el sol físico— sale a la superficie e ilumina nuestra conciencia exterior. En ese momento, la mente física será transformada por la Luz infinita que hay en nuestro interior. Entonces, en lugar de interponerse en el camino, la mente misma se convertirá en un instrumento consciente del corazón y del alma.

Pregunta: A veces se dice que América tienen un gran corazón. ¿Cree usted que los estadounidenses viven más en el corazón que los europeos, por ejemplo?

Sri Chinmoy: La aspiración está en todas partes, pero, para ser muy franco con usted, en algunos países es más intensa que en otros. La dificultad con los europeos, por ejemplo, es que la mayoría de ellos son demasiado mentales. La mente puede ser un instrumento muy bueno, pero ahora mismo no lo es. La mente que se utiliza ahora es la mente física, que duda y sospecha constantemente. Es muy limitada y está llena de oscuridad. Pero hay también una mente superior, una mente iluminada, una mente intuitiva, una sobremente. Estos niveles de la mente no se están utilizando en este momento. Para ponerlos en uso, primero tenemos que vivir en el corazón y llevar luz a la mente. Mi filosofía es psíquica, desde el corazón, por lo que a muchos europeos les resulta difícil apreciarla. Pero los estadounidenses o bien viven más en el corazón o más en el vital, por lo que no es tan difícil para ellos. El corazón está en el centro del pecho y el vital está justo debajo. La distancia es bastante corta, pero la mente está arriba, en la cabeza, de modo que hay una gran distancia. Naturalmente, es más fácil para la luz del corazón entrar en el vital que en la mente. Por otra parte, hay dos tipos de vital: el vital dinámico y el vital agresivo. El vital americano suele ser dinámico y no agresivo, y esto es una gran suerte. El vital dinámico es importante y útil en la vida espiritual, mientras que el vital agresivo es dañino y destructivo. En varias partes del mundo el vital agresivo ha pasado a un primer plano protagonismo, pero en América veo el vital dinámico la mayor parte del tiempo. Pero incluso en este aspecto, los americanos siguen siendo imperfectos. El dinamismo y la agresión a menudo se mezclan muy en el vital. El vital es como un cuchillo. Con un cuchillo podemos cortar una fruta y compartirla con otros, y con el mismo cuchillo podemos apuñalar a alguien. Así que tenemos que tener mucho cuidado de que el vital dinámico no se convierta en el vital agresivo. En América y en otros lugares donde he observado dinamismo, tengo esperanza. Hay lugares donde no hay dinamismo y en este momento tengo muy pocas esperanzas de que progresen espiritualmente. Si somos dinámicos, progresamos, corremos. Si no sabemos dónde está nuestro objetivo, entonces podemos correr de un lado a otro, pero es mejor moverse que permanecer estáticos. De lo contrario, no progresaremos en absoluto. Hay muchas partes del mundo donde la mayoría de la gente se regodea en los placeres de la ociosidad, el letargo, la apatía. Éste, por desgracia, es el gran problema de la India. Pero los estadounidenses corren. No están seguros de la meta, pero están constantemente en movimiento. Van por un lado y se estrellan contra una pared y se lastiman. Pero luego se dan cuenta de que el objetivo no está allí, así que van por otro lado. Si esa tampoco es la dirección adecuada, reciben otro golpe. Pero siguen adelante. Así que, a fuerza de prueba y error, progresan. Lo que aprecio y admiro profundamente en América es que no sabe cómo vacilar o quedarse quietos. Ésta es una excelente cualidad en la vida espiritual. Nuestra Meta no es donde estamos ahora; nuestra Meta está en algún lugar por delante de nosotros, así que ¿por qué deberíamos quedarnos en un lugar? Una vez que conocemos nuestra Meta, o incluso si no estamos seguros de ella, aún tenemos que correr. La Compasión de Dios surgirá debido a nuestra aspiración dinámica, y nos guiará hacia nuestra Meta. Otra buena cualidad que veo en los americanos es que pueden apreciar todo, como los niños. Un niño aprecia todo y Dios también lo aprecia todo, porque Dios es un Niño divino. America tiene un gran corazón, un corazón espontáneo, un corazón de niño. América comete errores. ¿Quién no comete errores? Pero en materia de magnanimidad del corazón y dinamismo vital, América está muy avanzada.

Introducción del editor

Este libro es el segundo de una serie de dos volúmenes de respuestas de Sri Chinmoy a preguntas sobre la mente y el corazón. El primer volumen trata principalmente sobre la mente. Este volumen se centra sobre todo en el corazón espiritual y su relación con la mente. El corazón espiritual es el corazón que se vuelve uno con todo lo que toca y, como un gran recipiente, contiene en su interior la Conciencia universal. El verdadero secreto de la meditación y el conocimiento más elevado se encuentran en el corazón espiritual. El corazón espiritual es como una puerta, siempre abierta. Este libro es una invitación a entrar.

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