¿Es dolorosa la muerte?

Sri Chinmoy: Depende de la persona. Si no ha orado y meditado, si no ha llevado una vida espiritual, será realmente doloroso separarse de esta vida, porque no desea someterse a la Voluntad de Dios. En primer lugar, no tiene ninguna idea o sentimiento de lo que puede ser la Voluntad de Dios. Tampoco siente Su Protección, Su Guía y Su Cuidado conscientes, por lo que se ve totalmente perdido. En este mundo, no puede hacer nada; en el otro, todo es incertidumbre. Si se carece de aspiración, se siente un miedo tremendo, porque la gente común considera la muerte algo totalmente desconocido; no saben adónde van. Por el contrario, los buscadores saben que se dirigen hacia el Supremo, hacia la morada del Señor. Temporalmente es algo desconocido para ellos; pero esa conciencia, ese plano, es un reino de paz y descanso que pertenece al Supremo, su Padre Eterno. Por tanto, no tienen miedo.

Evidentemente, también hay dolor físico. En la hora de la muerte, incluso hasta el último instante, si alguien sufre una enfermedad no puede arrojarla en algo más elevado o más profundo, sus últimos días serán extremadamente dolorosos. Incluso el último momento será muy doloroso, porque el ser de la muerte se presentará ante él bajo una apariencia muy destructiva. La fuerza de la muerte, el ser de la muerte, se le aparece a cada persona de una forma diferente, según el logro y la realización de su alma en la tierra

La gente corriente que no aspira, la gente que literalmente se regodea en los placeres de la ignorancia, experimentará la muerte como un ser espantoso y brutal, como un personaje oscuro y horrible. A veces, la fuerza de la muerte tiene numerosos subordinados que se presentan ante el moribundo, y éste a menudo ve tigres o inmensas criaturas inimaginables, y se asusta. Por el contrario, los buscadores sinceros ven a su Maestro espiritual o a un ser luminoso, semejante a un ángel, que acude para conducirlos en una carroza. Estos buscadores han trabajado duramente en la tierra a lo largo de muchos años, y ahora la Madre Tierra desea ofrecerles conscientemente su bienaventurada y divina gratitud. Su Piloto interno o su Maestro los toma, pero ellos ven la Mano bienhechora de Dios conduciéndolos hacia la otra Orilla en Su Barco Dorado. Algunas personas, en el momento de la muerte, ven a sus seres queridos que partieron hace mucho tiempo. Sus más amados acuden a ellos y es sencillamente como alguien que conoce el camino guiándolos hacia un nuevo mundo.

Si estamos atrapados por las cadenas de la ignorancia, habrá dolor, tanto dentro como fuera de nosotros, a la hora de nuestra muerte física. Este sufrimiento es debido a la ignorancia en la mente y en el cuerpo humano, la cual nos impide entrar al reino de la muerte y después ir más allá de éste consciente y deliberadamente. Pero si el velo de la ignorancia es retirado, no puede haber sufrimiento, ni en la muerte, ni en la atmósfera del mundo. Si podemos penetrar hasta la raíz de nuestro sufrimiento y dolor, que es ignorancia, y transformar la ignorancia con la Luz de nuestra alma, entonces la muerte será como un pasaje que nos conducirá a otra orilla. Esta otra orilla es la Luz Eterna que nos guía, nos protege, nos forma y nos moldea a través de la eternidad.