1.
Dios tuvo sencillamente un shockal descubrir mi abominable
e indiscutiblemente imperdonable
descuido, y más aún, insensibilidad,
por no alimentarle
cada día
en las primeras horas de la mañana
con mis oraciones y meditaciones,
que tan desesperadamente necesita
y justamente merece.
Sri Chinmoy, Dios tuvo sencillamente un shock, Agni Press, 1999