Escena segunda
(Buda y sus discípulos están en el bosque. De pronto entra un bandido llamado Angulimal).ANGULIMAL: ¡Alto! ¡Alto!
BUDA: Ya me he detenido. Eres tú quien no se ha detenido. Has matado a cientos de personas. Llevas una guirnalda de pulgares alrededor de tu cuello. Yo ya me he detenido; estoy estacionado en la Conciencia infinita para siempre. Pero tú estás todavía vagabundeando en el mundo de los deseos vitales e intentando destruir el mundo. No has llegado a un alto todavía. En mi caso, estoy ya en el silencio estático de lo Inefable.
(Angulimal saca un cuchillo e intenta apuñalar a Buda, pero la luz de Buda lo atrapa. Cae a los pies de Buda).
ANGULIMAL: Oh Buda, perdóname. Perdona mi ignorancia. Perdóname por lo que he hecho al mundo, y por lo que iba a hacerte ahora mismo.
BUDA: Te he perdonado. He perdonado tu pasado; he perdonado tu presente.
ANGULIMAL: Si es cierto que has perdonado mi pasado y mi presente, desearía que lo demuestres.
BUDA: ¿Cómo quieres que lo demuestre?
ANGULIMAL: Acéptame como discípulo tuyo. Si me aceptas como discípulo, entonces creeré que me has perdonado realmente, oh Señor.
BUDA: Eres mi discípulo, Angulimal. Te acepto.