Pregunta: ¿Quiere decir que el cuerpo sutil es una forma menos densa de la materia? ¿Se compenetra o vive dentro del cuerpo físico?
Sri Chinmoy: El cuerpo sutil es sin duda menos denso que el cuerpo físico. En realidad tenemos tres cuerpos. Según profundizamos más en nuestro interior, estos cuerpos se hacen más sutiles. Cada persona tiene aquello que en sánscrito se denomina sthula sharira, el cuerpo físico. Dentro del físico se encuentra otro cuerpo, llamado sukshma sharira, el cuerpo sutil. Dentro del cuerpo sutil hay un tercer cuerpo, llamado karana sharira, el cuerpo causal.Antes que la creación hubiese comenzado —la creación que vemos en derredor— existía Hiranyagarbha. Hiranyagarbha es una palabra sánscrita que significa vientre dorado (hiranya significa oro y garbha vientre). Nuestros ojos físicos nunca podrán ver o percibir este Hiranyagarbha, pero fue allí donde germinó originalmente la semilla de la creación. De allí comenzó a existir el cuerpo causal.
En el cuerpo causal tenemos todas las cualidades en forma de semilla. En el cuerpo sutil empezamos a recibir la manifestación de algunas cosas que se encuentran en el cuerpo causal. Finalmente, obtenemos verdad, realidad, experiencias y realización en el denso cuerpo físico.
El cuerpo causal tiene la capacidad de colmarnos, pero lo hace en el proceso del tiempo, a través de la rueda progresiva que llamamos evolución. Con el cuerpo causal comienza la travesía, pero es con el cuerpo físico como nos colmamos a nosotros mismos y el universo se colma a sí mismo, a través de la forma exterior.
El término físico quiere decir la conciencia externa del universo. En su forma de semilla esto es karana sharira, pero finalmente esta semilla crece hasta convertirse en el universo ilimitado. Cuando se expande, automáticamente alcanza lo más elevado. Podrías decir que expandirse y alcanzar lo más elevado son dos cosas diferentes. Pero en el caso de Dios, en el caso del alma, no es así. Aquello que alcanza el rincón más lejano del universo es insignificante si no ha alcanzado también lo más elevado. Dios nunca permanecerá insatisfecho, y nunca permitirá que nosotros permanezcamos insatisfechos, así que estamos destinados a alcanzar lo más elevado, lo más lejano y lo más profundo.