Capítulo XII: El camino de la devoción
Arjuna se siente sumamente feliz y extremadamente afortunado por haber tenido la más inusitada visión de la Forma Cósmica. ¿Cómo es posible que esté agobiado con nuevas preguntas filosóficas y espirituales? La razón es que su visión de la Forma Cósmica no implica que haya alcanzado la Meta de las metas. La visión tiene que ser transformada en una viva y constante realidad en la vida de Arjuna y luego él tiene que vivir en la realidad misma. La experiencia de la visión es buena. La realización de la visión es mejor. La encarnación de la visión es lo mejor. Y aún mejor que lo mejor es la revelación de la visión. Finalmente, es la manifestación de la visión lo que es divina y supremamente incomparable.A continuación, el camino de la meditación y el camino de la devoción pasan a ser comparados. Arjuna desea aprender de Sri Krishna acerca de los dos caminos: el camino de la meditación, que conduce a lo No-Manifiesto y el camino de la devoción, que conduce al Dios personal. ¿Cuál de los dos es mejor? La respuesta de Krishna es que cada camino, seguido devota y fielmente, conduce hasta la Meta. Pero el camino de la meditación es más difícil y más arduo. El cuerpo físico nos ata al mundo material. De ahí que nos resulta difícil meditar en lo Impensable, lo Inimaginable y lo Trascendental. Pero si nos acercamos al Señor que asume la forma humana y que desempeña Su Juego divino en el campo de Su manifestación, nuestro éxito será indudablemente más fácil, rápido y convincente, hasta un punto tal que nuestras mentes físicas no creerían posible.
Un buscador genuino tiene que disolver todo lo que tiene —ignorancia y conocimiento— y todo lo que es —ego y aspiración— en Dios. Ciertamente, es dificilísimo, pero no imposible. He aquí que se le da la oportunidad dorada de aceptar el camino más fácil y el más efectivo. En este camino único, tan solo tiene que ofrecer los frutos de su acción al Señor y dedicarse en cuerpo, mente, corazón y alma al Señor.
El camino de la meditación y el camino de la devoción conducirán finalmente a la misma meta. Ahora bien, ¿qué le hace sentir al aspirante que el camino de la meditación es extremadamente difícil de seguir? La respuesta es muy sencilla. El aspirante no puede enfocar la atención de la mente en el Más Allá No Manifestado; mientras que si el aspirante es devoto del Señor en Su creación manifestada, y quiere ver y adorar a su Amado en cada ser, su camino se torna indudablemente más fácil. Amad primero la forma; luego, de la forma id al Más Allá Sin Forma. Al principio, el discípulo tiene que acercarse al aspecto divinamente físico del Gurú y luego ha de ir más allá, mucho más allá de la forma física y la sustancia física del Gurú, para poder comulgar con el inefable y siempre trascendente Más Allá y permanecer en Él.
El discípulo quiere el camino más fácil. Sri Krishna consiente bondadosamente. Dice que el camino de la meditación es difícil, así como lo es el camino del servicio desinteresado y el camino inspirado por el amor y la devoción. Pero aún hay otro camino que es extremadamente fácil de seguir. En este camino, uno solamente tiene que renunciar al fruto de la acción. Si no podemos realizar nuestro trabajo como un servicio dedicado a Dios, no debemos sucumbir a la oscura decepción. Podemos sencillamente trabajar, trabajar para nosotros mismos. Necesitamos solo ofrecer los frutos de nuestro trabajo al Señor. Sin embargo, lo haremos bien si realizamos tan solo aquel trabajo en particular que sentimos desde dentro como correcto. Naturalmente, haremos el trabajo que nuestro deber espiritual requiere de nosotros. Si cumplimos con nuestro deber espiritual y ofrecemos los frutos al Señor, en muy poco tiempo nuestro Piloto Interno es conquistado.