Seguridad

Seguridad es vida. Inseguridad es muerte. Cuando uno está seguro en su propia vida, ve una hora dentro de un segundo. Cuando uno está inseguro en su propia vida, no ve ni siquiera un segundo dentro de una hora.

La gente segura sonríe, no porque tiene algo sino porque es algo. La gente segura pertenece a una fuerza creativa siempre trascendente. La gente insegura ha entablado amistad, inconsciente y deplorablemente, con la duda de sí misma, que es el peor veneno posible. Una vez que ha hecho amistad con la duda de sí misma, se ve forzada a hacer amistad con alguien más, y ese alguien más es la autodestrucción.

Cuando uno está seguro, vigila lo que tiene y lo que es. Lo que uno tiene es sencillez, sinceridad, serenidad, pureza y otras muchas cualidades divinas. Estas cualidades divinas han de ser protegidas. Sólo cuando uno está seguro, está en posición de protegerlas. Cuando están bien protegidas, pueden desempeñar sus papeles respectivos de la manera más satisfactoria dentro de la conciencia física, la conciencia vital y la conciencia mental.

La seguridad es un honor que uno da y uno recibe. Cuando uno se hace un guarda de seguridad, uno sirve a un superior. El superior está siendo honrado porque está siendo protegido por otros. El guarda de seguridad muestra el máximo respeto, amor y adoración por el superior; por eso, el mundo puede pensar que sólo el superior está siendo honrado. Pero quisiera decir que es un honor mutuo.

Este es un parque público, y hay personas no-divinas alrededor. Yo estoy aquí sentado, y vosotros estáis a mi alrededor con vuestras manos juntas en oración. Con vuestra aspiración y devoción, estáis protegiéndome de las fuerzas negativas. Me estáis protegiendo; por tanto me estáis honrando. Me estáis honrando, cierto, pero también yo estoy honrándoos. De 140 personas, os he pedido a vosotros que vengáis aquí.

Ocurre lo mismo cuando rezamos a Dios. Pensamos que Le estamos honrando. Y Le estamos honrando, cierto, pero Dios ya nos ha honrado también al elegirnos para ser Sus instrumentos. Nosotros Le estamos honrando con nuestra aspiración y devoción. Pero en Su aceptación de nosotros, Dios también nos está honrando. Cuando Le servimos, Le amamos y Le imploramos, Le estamos honrando. Pero Él es quien nos ha dado la oportunidad de servirle y aspirar a Él. Así pues, el guarda de seguridad, cuando ayuda o protege al superior de alguna manera, no es inferior en absoluto. Él solo está honrando y siendo honrado.

Dios nos ha dado la capacidad, la aspiración, para rezarle meditar en Él. Al rezar y meditar Le estamos honrando. Por otra parte, al utilizarnos como Sus instrumentos elegidos, Él nos está honrando. Cuando Le damos nuestra seguridad, recibimos Su Seguridad. Honrando a Dios mediante la oración y la meditación, también nos honramos a nosotros mismos.

Dios está seguro en nosotros porque Él sueña en y a través de nosotros. Él es el Árbol de Vida eterno; nosotros somos Sus ramas salientes. No somos conscientes de nuestra propia realidad; no somos consciences de que formamos parte integral de Árbol de Vida que es Dios; por eso estamos inseguros. Pero rezando y meditando llegamos a comprender que las ramas, las hojas y las flores son parte integral del Árbol mismo. Cuando comprendemos esto, nos volvemos seguros en la Fuente y seguros en el caudal. Cuando el caudal descubre su Fuente absoluta, se vuelve seguro. La Fuente está siempre segura en el caudal, porque la Fuente sabe que su propia capacidad es siempre ilimitada.

16:38
2 de julio, 1977
Bethpage State Park
Long Island. Nueva York