1. Una nueva Maratón 1

¿Quién soy yo?
Una velocidad-tornado ya perdida completamente.
Ayer, mi muy poco cooperante cuerpo
corrió la Maratón de Nueva York.
Las flechas-relámpago de las ansiedades
y las preocupaciones no me atacaron.
Debo decirlo, ellas han sido
siempre
muy amables conmigo.
Ellas no golpean a la puerta de mi corazón.
¡No, ni siquiera por error!
Pero los calambres,
mis amigos infalibles, vinieron y
me estrecharon gentilmente la mano
incluso antes de que hubiera cubierto once millas.
Ellos vienen habitualmente a saludarme
alrededor de la milla dieciocho.
Pero esta vez, tras quince millas
desearon derrochar
infinitamente más afecto en mí.
Así que me abrazaron con suma avidez
y fuerza.
¡Ay, ay!
A partir de las quince millas,
arrastré mi desgraciado cuerpo,
a veces con mis sonrisas de compasión,
a veces con mis llantos de frustración.
Para mi gran alegría y sublime alivio,
la peor pesadilla posible
terminó finalmente
al cabo de veintiséis millas.

Un mundo-maratón
me lleva a otro mundo-maratón.
Satisfacer a este nuevo mundo-maratón,
o ser satisfecho por él, será,
–de verdad lo digo–
infinitamente más difícil.
Porque aquí no se trata sólo
de correr veintiséis millas
y 358 yardas,
sino de sembrar las semillas
de diez mil flameantes poemas-flores
que finalmente colocaré
con devoción, sin reservas y sin condiciones
a los Pies de Compasión
de mi Amado Supremo.


FF 1-70. Los primeros setenta poemas fueron escritos en un vuelo a Japón el 22 de octubre de 1979.