54.

Cuando voy afuera,
mi mente dubitativa se disfraza
de honesto buscador de la verdad y amante de Dios.

Cuando vengo adentro,
mi corazón de aspiración
hace aflorar mi amor a Dios, mi devoción a Dios
y mi entrega a Dios,
en un abrir y cerrar de ojos.