73.

Cuando voy afuera,
mi Señor me dice,
«Veo que eres sorprendentemente valiente, hijo mío.
Déjame estrecharte la mano
y examinar tu fuerza.»

Cuando vengo adentro,
mi Señor me dice,
»Veo que eres absolutamente puro, hijo mío.
Ven y toca Mis Pies
y recibe Mis infinitas Bendiciones,
Amor y Afecto.»