76.

Cuando voy afuera,
mi Señor me pide someramente que entre.
Él me dice: «Primero lo primero.
Debes aspirar a realizarme.»

Cuando vengo adentro,
mi Señor me ordena imperativamente que salga
y Le manifieste.
Él dice: «Hijo mío, deja que el mundo reciba
todas Mis Bendiciones, Amor y Compasión
a través de ti.»